Suscríbete a nuestra revista y podrás leer el contenido exclusivo online
Regístrate y accede a la revistaEl libro aborda la centralidad de la educación científica desde una metodología inversa: son los estudiantes quienes exploran los conceptos científicos de forma autónoma antes de participar en actividades prácticas o de laboratorio. Esta aproximación favorece el desarrollo del pensamiento crítico desde un aprendizaje experiencial, colocando en el centro al estudiante y su proceso formativo. Los autores comparten una serie de recursos educativos que integran investigación y práctica, lo que ayuda a los docentes a diseñar materiales pertinentes para sus estudiantes. Las actividades incentivan, además, otras competencias, como el trabajo colaborativo y la comunicación efectiva.
¿En qué medida la inclusión de metodologías activas requiere de un docente-mediador del proceso de enseñanza-aprendizaje?
El libro se estructura en torno a tres retos que enfrentan los estudiantes al usar tecnologías: primero, la identificación de información falsa y la consecuente necesidad de aprender a contrastar fuentes; segundo, la sobreestimulación a la que se ven expuestos niños y adolescentes en las redes sociales; tercero, los trastornos adictivos y problemas de salud mental relacionados con la sobreexposición. En la introducción, el autor afirma: “La tecnología no es un problema en sí misma, pero la forma en que se utilice sí puede serlo”. Se recomienda la lectura de los capítulos “El alumnado ante la verdad y la mentira en internet” y “Aprender a detectar las conductas patológicas en el entorno tecnológico”.
¿Qué desafíos enfrentan los docentes a la hora de enseñar el uso responsable de la tecnología?
En el libro se analizan dos temas centrales para la educación del siglo XXI: el uso de nuevas tecnologías digitales en la educación y la creación de nuevas pedagogías basadas en la neurociencia cognitiva. Con un lenguaje divulgativo, los autores abordan problemáticas diversas, entre ellas, los videojuegos y la educación, la estimulación de procesos cognitivos en la infancia y la incorporación del conocimiento neurocientífico en el desarrollo de plataformas digitales. Para el ámbito educativo, se recomienda la revisión de dos capítulos: “Aportes de la ciencia cognitiva y la neurociencia al desarrollo de las TIC” y “Niños conectados: para el bien y para mal”.
¿En qué medida las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones han modificado las formas de enseñar y de aprender en las aulas chilenas?
¿Cómo leemos y escribimos en la red?, ¿cómo nos informamos y construimos el significado?, ¿igual que hacíamos con libros, papel y lápiz? Con estas preguntas inicia este interesante libro de Daniel Cassany, quien discute cómo internet está cambiando la educación lingüística, así como las prácticas de lectura y escritura en el aula escolar. En particular, se recomienda la lectura de dos capítulos: “Géneros y experiencias”, en el que se aborda la creación de foros, blogs y wikis, y “La red para aprender: las fronteras de la educación”, en el que se profundiza sobre plataformas de aprendizaje y los e-portafolios.
¿Cómo incorporamos estas nuevas formas de leer y escribir en el aula sin perder de vista los objetivos de aprendizaje?
Revisa nuestro contenido en todas las plataformas desde un teléfono hasta nuestra revista en papel.
Mantengamos la conversación, búscanos en twitter como @grupoEducar
Tweets by grupoEducarIngresa a nuestra comunidad en Facebook y profundicemos el debate.