Cuando le preguntamos a José Escamilla sobre el futuro de la IA en la educación, fue muy claro: “No reemplazará a los docentes, sino que servirá como una herramienta poderosa para aumentar sus capacidades. Los profesores podrán enfocarse en tareas de mayor calidad y calidez, como la mentoría, fomentar la creatividad y construir relaciones con los estudiantes, mientras que la IA se encarga de tareas como la calificación y el trabajo administrativo”, señaló durante el encuentro organizado por Fundación LarrainVial.

José Escamilla, director asociado del Instituto para el futuro de la Educación, del Tecnológico de Monterrey.

Nos explicó el director asociado del Instituto para el futuro de la Educación que los profesores, con el uso de la IA, podrán enfocarse en el desarrollo de habilidades esenciales en los estudiantes que la IA no puede replicar, como el pensamiento crítico, la resolución de problemas, la colaboración, la comunicación y la adaptabilidad. “Estas habilidades serán esenciales para que los alumnos prosperen en un futuro laboral cada vez más influenciado por la IA”.

De esta manera, los docentes podrán dedicar más tiempo a facilitar discusiones, diseñar actividades de aprendizaje creativas y brindar apoyo personalizado a los estudiantes. “Este cambio permitirá que los profesores pasen de un rol puramente instructivo a convertirse en facilitadores del aprendizaje y el pensamiento crítico”.

 -¿A qué te refieres con transformarnos hacia una realidad disruptiva en el ámbito de la educación?

-La IA facilita la aparición de nuevos modelos de educación que son más personalizados, flexibles y responden mejor a las preferencias de nuestros estudiantes y a las necesidades cambiantes del mercado laboral y la sociedad.

-Dentro de los beneficios de la IA está la posibilidad de mejorar la retroalimentación y los programas de evaluación. ¿Cuál es el aporte en esa línea?

-La IA puede proporcionar retroalimentación personalizada a los estudiantes en tiempo real, las veinticuatro horas de cada uno de los siete días de la semana. Por tanto, pueden entregar la mejor versión de su trabajo, ya que este ciclo de retroalimentación constante les permite identificar sus fortalezas y debilidades, y ajustar sus estrategias de aprendizaje. El docente se puede auxiliar en estas herramientas para la evaluación, pero siempre bajo su supervisión.

¿Cómo será la educación del futuro con el aporte de la IA?

• Puede mejorar la enseñanza y el aprendizaje aumentando la motivación y participación de los estudiantes, y apoyando a los docentes en sus tareas. Las plataformas de aprendizaje impulsadas por IA pueden personalizar las trayectorias de aprendizaje de cada estudiante, adaptándose a su ritmo y necesidades. 

• Puede automatizar ciertos aspectos de la evaluación, proporcionando a los estudiantes retroalimentación constante sobre su progreso. Además, la IA puede analizar los datos de rendimiento de los estudiantes y ofrecer información tanto a ellos como a docentes, lo que permite intervenciones más dirigidas y un apoyo más eficaz.

• Puede identificar a estudiantes en riesgo de deserción, permitiendo realizar intervenciones preventivas. También optimiza el uso de los recursos en las instituciones educativas, desde el tamaño de las clases hasta la gestión de instalaciones y la programación.

• Puede personalizar el aprendizaje para estudiantes con diversas necesidades y estilos de aprendizaje, garantizando que todos tengan las mismas oportunidades. Un ejemplo es el uso de la IA para traducir contenido educativo a múltiples idiomas, haciendo el aprendizaje más accesible para todos.