Directora de Aprendizaje y Divulgación del Proyecto Cero de la Escuela de Graduados en Educación de la Universidad de Harvard, consultora internacional, autora del libro La enseñanza para la comprensión, Tina Blythe fue una de las invitadas internacionales al seminario “Transformando la educación: Desafíos globales, soluciones locales”.

El evento se realizó en el Colegio Menesiano de Culiprán, perteneciente a la RED Irarrázaval, en el marco de la celebración de los 40 años de los menesianos en Chile, instancia en la que la profesora motivó a los más de 170 docentes y directivos presentes a llevar el cambio y la motivación a las aulas. 

Tina comenzó su charla agradeciendo la labor de los docentes: “Enseñar es de los más importantes roles”, señaló, destacando que al mismo tiempo es un trabajo duro y difícil: “Mi mamá decía, es el trabajo de los ángeles”. 

También resaltó que la docencia es apoyar el corazón de los estudiantes, no solo su aprendizaje, y en este rol instó a que se preguntaran constantemente cómo asegurar que el tiempo que se pasa en el aula sea acorde a lo que se quiere y, a través de tres historias, entregó respuestas a esta pregunta. 

“No podemos llevarnos toda la playa” 

Tras presenciar un seminario, en el que Tina no encontró nada bueno, una amiga le dio un consejo: “no podemos llevarnos toda la playa”. Esta amiga, en su tiempo libre, hacía arte con objetos que encontraba recorriendo la playa, y así como muchas veces quería llevarse todo lo que encontraba, pero no podía, le dijo que lo mismo pasaba con el seminario. 

Tina rescató esta historia para decirles a los docentes que un pequeño cambio en las aulas puede partir con seminarios o capacitaciones, los que dejan algo, aunque sea una pequeña frase, un consejo, una herramienta. “Estas instancias son materiales para adaptar al arte de cada uno. Estamos aquí para pensar qué me llevo de esto para mí y para enseñar. Llévense lo que les hace más sentido a ustedes. Ustedes son los artistas. Hasta aquí, ¿qué han encontrado en esta playa que hable a sus corazones y quieran llevar a sus estudiantes?”. 

“Hagamos útiles las herramientas que tenemos”

La segunda historia que contó, fue sobre un cirujano que publicó un libro sobre la lista de cosas (checklist) que se deben hacer antes de una cirugía para tener buenos resultados. Tras esta publicación, la experta mostró dos casos de hospitales que, siguiendo estas listas, tuvieron o no impacto. 

¿Cuál fue la diferencia? La aplicación. En uno se realizó de manera obligatoria, imponiendo el sistema por un periodo acotado. Mientras en el lugar donde tuvo éxito fue conversado y se probó durante un tiempo. Además, se capacitó y supervisó a las personas, entre otras estrategias. 

“Con esto quiero mostrar cómo hacemos una herramienta útil. Estamos aquí dos días, veamos qué nos llevamos”, afirmó la docente. 

“Tomémonos el trabajo y el tiempo en serio, y estemos continuamente cuestionándonos”

Con una tercera historia sobre una docente que, viendo que sus estudiantes valoraban a las celebridades, los instó a definir qué entendían por “grandeza”. Al verlos discutir sin escucharse, la profesora conversó con sus colegas para ver qué podía hacer para mejorar la forma de discusión de los alumnos. 

Con nuevas estrategias, volvió a la sala y los instó a hacerse entrevistas, para que los jóvenes escucharan otros argumentos. Nuevamente, la docente conversó con sus pares, para profundizar aún más en la definición de grandeza, y luego les mostró a sus alumnos la conversación que tuvo con ellos. Con esto logró una reflexión profunda sobre el tema. “Tenemos que reflexionar sobre el trabajo que hacemos”, afirmó Tina a partir de la historia y añadió: “No es solo un trabajo individual, sino colectivo; necesitamos a otros para mejorar. Y no es solo el resolver problema, sino identificar las preguntas importantes”.