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Regístrate y accede a la revistaPolíticas y normas claras, un rol del Consejo Escolar definido y el trabajo en conjunto con los padres y apoderados parecieran ser las respuestas.
“Toda persona que entra al colegio se da cuenta de que hay un ambiente especial. La mayoría lo describe como amable, alegre, tranquilo. Se nota el buen trato entre todos quienes pertenecemos a la comunidad Trigales. Muchas veces nos han comentado esto y lo refieren diciendo que, desde el portero en adelante, a uno lo reciben bien”, explica Andrea Gumucio, directora del colegio Trigales del Maipo en Puente Alto, quien fue recientemente galardonada con el premio LED en la categoría “Convivencia, Buen Trato y Habilidades Socioemocionales”.
“Con el Consejo Escolar tenemos un trabajo en conjunto. Es un importante aliado para ayudarnos a ver que las acciones que estamos haciendo se perciben de la misma manera, y si podemos redireccionar o fortalecer alguna de ellas para el mejor logro de todos”. Andrea Gumucio, Directora del colegio Trigales del Maipo.
Explica la directora del establecimiento que forma parte de la RED Irarrázaval, que se han propuesto que el colegio se distinga por la amabilidad. “Elegimos ese concepto, ya que integra el buen trato con una sonrisa. Para nosotras no basta con que sea formal o cordial, queremos que las personas se sientan acogidas dentro del establecimiento”, asegura Gumucio. Señala que no ha sido fácil, pero han logrado que se impregne en todos los niveles.
En este desafío, han implementado acciones intencionadas y conscientes. “Trabajamos en los distintos grupos y buscamos instancias de participación en proyectos de convivencia. El año 2022 creamos con todo el personal del colegio el plan que llamamos ‘Hagamos un trato, tratémonos bien’”.
Cuenta Andrea que entre los años 2023 y 2024, “celebramos el día de la convivencia escolar con una actividad sencilla en la que participó todo el personal, no solo las profesoras. También entregamos herramientas a todos quienes trabajamos en Trigales. Por ejemplo, este año contratamos a una empresa para que nos enseñara sobre la resolución pacífica de conflictos y en esa capacitación participaron auxiliares, secretarias y todo el personal docente y asistente de la educación”.
“Es fundamental que, al analizar las normas de convivencia escolar, no nos enfoquemos únicamente en su aspecto punitivo, sino que también consideremos qué acciones preventivas pueden ser atractivas y coherentes con las necesidades de todos. Su plan de gestión debe estar alineado con las necesidades de cada estamento". Francisco Manqui, Director del Liceo Bicentenario People Help People de Pilmaiquén
Asimismo, señala Andrea que parte del proyecto incluye también trabajar con los apoderados, lo que, explica, es un poco más complejo. “Les gusta mucho el ambiente del colegio, pero también les cuesta tener el trato amable cuando las cosas no salen como ellos esperaban. Por ello, para que vayan comprendiendo las decisiones y se adhieran al proyecto educativo, realizamos distintas acciones. Por ejemplo, nos reunimos mensualmente con los padres encargados de todos los cursos y con ellos revisamos algún aspecto del Proyecto Educativo, para que lo vayan comprendiendo, la virtud del mes que tenemos con las niñas, y revisamos las actividades que tenemos ese mes y la participación de ellos”.
Algo muy similar sucede en el Liceo Bicentenario People Help People de Pilmaiquén, que forma parte de la RED Irarrázaval, nos cuenta su director, Francisco Manqui: “La cultura de convivencia escolar se fundamenta en la creación de un ambiente familiar que favorece los entornos de aprendizaje para todos nuestros estudiantes. Creemos que, bajo este enfoque, los alumnos pueden aprender de manera más efectiva, a través de vínculos seguros, de confianza y escucha activa. Además, potenciamos otras estrategias como la gamificación, cultura de altas expectativas, enfoque de innovación, que permitan promover la cultura de respeto y colaboración”.
Asegura Manqui, también ganador del premio LED 2024 en la categoría de convivencia, que entre las diversas estrategias que emplean para fomentar una buena convivencia escolar, una de las más destacadas es la realización de conversatorios mixtos. “Estos espacios de diálogo permiten a estudiantes, docentes y asistentes de la educación compartir sus perspectivas sobre las oportunidades de mejora que presenta el establecimiento. Además, se valoran y celebran las fortalezas y los aspectos positivos que más disfrutan al asistir a la escuela. Este tipo de actividades no solo refuerzan el sentido de comunidad, sino que también enriquecen la experiencia educativa al promover una comunicación abierta y constructiva”.
Sin embargo, señala Francisco que garantizar que las políticas de convivencia escolar sean coherentes y aplicadas de manera uniforme en todos los ámbitos de la escuela, es uno de los grandes desafíos para los equipos directivos. “Desde mi perspectiva, una de las claves para mantener la coherencia dentro del equipo de trabajo es fomentar un espacio constante para el diálogo y la reflexión. No se trata solo de capacitaciones, sino también de escuchar activamente las diferentes perspectivas que cada miembro de la comunidad educativa puede aportar”.
“Es fundamental que todos comprendamos y nos comprometamos con un proyecto educativo común. En el caso de SNA Educa, por ejemplo, uno de los principales desafíos es la excelencia en la educación TP. Para ello, trabajamos de manera conjunta con todo el equipo educativo en distintas etapas del año, asegurando que cada acción y decisión estén alineadas con una visión de calidad y mejora”, explica el director.
Cuenta Andrea Gumucio que todo conflicto entre estudiantes está normado en el Reglamento Interno de Convivencia Escolar (RICE) y, en esa línea, “hemos trabajado para que esas normas sean llevadas a cabo de la misma manera por toda la comunidad, y crear flujogramas con los pasos que se deben seguir y la persona responsable de llevarlos a cabo. Esto ha sido una gran herramienta para que todos sepan cómo y quién actúa”.
Asimismo, explica la directora del Trigales del Maipo, la socialización con los padres también es muy importante. “Ahora estamos desarrollando unos afiches para la próxima reunión de apoderados con los deberes y derechos que ellos tienen. En la reunión de padres, en los talleres de intervención de curso, en los talleres de habilidades para la vida, en los talleres de acuerdo con la etapa del ciclo vital de las niñas, en entrevista individual (se realizan dos al año a cada alumna del colegio) y en las actividades generales”.
En el caso del Liceo People Help People, cuenta su director, los conflictos entre estudiantes son una realidad diaria como en cualquier colegio y representan una necesidad constante de atención y resolución. “En nuestro caso, contamos con procedimientos y protocolos establecidos en nuestro reglamento interno, conforme a las normativas de la Superintendencia de Educación: sin embargo, es importante destacar que no existe un procedimiento único o estándar aplicable a todos los conflictos. Cada situación tiene su propia génesis, y esto requiere un enfoque flexible y adaptativo”.
Explica Francisco que no es lo mismo mediar en un conflicto de agresión física, verbal, ciberbullying, o cualquier otro tipo de situación. “En definitiva, lo más importante es no perder de vista que, si bien existe un proceso sancionatorio necesario, las medidas formativas son fundamentales. Estas permiten que los estudiantes comprendan por qué su conducta fue inapropiada y cómo pueden mejorar en el futuro. Este enfoque educativo es clave para lograr una convivencia escolar más armoniosa y para el desarrollo integral de nuestros alumnos”.
Señala Andrea Gumucio que, para medir el impacto de las iniciativas de convivencia escolar, “hemos utilizado las que nos entrega la Agencia de la Calidad, a través de la prueba DIA (diagnóstico integral de aprendizaje) en el área socioemocional. Usamos autorreportes de las profesoras basados en CASEL y también hemos creado encuestas para medir el clima laboral”.
Explica la directora del Trigales del Maipo que la convivencia escolar es un gran tema, multifactorial y con diversos actores que deben ser abordados desde el rol y función que cada uno cumple dentro de la comunidad. “Lo que sí tenemos muy claro es la necesidad de contar con la confianza de los padres en el colegio y que el trabajo lo hacemos en conjunto. Todos debemos remar para el mismo lado, y con el corazón puesto en las personas. El cariño que sentimos por cada uno es lo que nos mueve a seguir, incluso cuando lo hemos hecho todo y no da resultado, pero siempre con la esperanza de que todas las acciones ayudan a que seamos mejores personas”.
En tanto, para Francisco Manqui, el uso de datos es fundamental para mejorar los indicadores de convivencia escolar, y esto se refleja en la estrecha relación entre un buen ambiente escolar y el rendimiento académico, tal como lo señala la Agencia de la Calidad de la Educación a través de los resultados del SIMCE. “Año tras año, queda demostrado que los estudiantes que se desarrollan en contextos seguros y de buen clima escolar logran mejores resultados en estas evaluaciones”.
Asimismo, dice Manqui que están conscientes de esta realidad, y por ello, en los últimos años han desarrollado y perfeccionado un sistema de levantamiento de datos que les permite monitorear mensualmente diversos estándares de convivencia escolar. “Este sistema incluye el registro de anotaciones positivas y negativas, observaciones sobre atrasos, cumplimiento del uso de uniformes, uso de celulares en clases, entre otras conductas esperadas en nuestros estudiantes. Recientemente, hemos vinculado este sistema a una innovadora herramienta de monedas virtuales llamada PHP Coins, que permite a los alumnos visualizar en tiempo real cómo han sido sus comportamientos. Esta gamificación los ha incentivado a mejorar sus conductas, promoviendo una convivencia más armoniosa”.
En el caso del Liceo People Help People, los resultados de esta estrategia son evidentes. “En los últimos años, y especialmente en el presente, hemos observado mejoras significativas en varios aspectos clave: Mejora del Clima Escolar, con una reducción significativa de estudiantes involucrados en faltas graves y gravísimas. Aumento de la Participación de Apoderados, Mejora en el Rendimiento Académico, lo cual indica un impacto positivo directo de nuestras políticas de convivencia en el desempeño académico. Por último, Satisfacción del Servicio Escolar, que medimos a través de una encuesta: hemos alcanzado un 90% de satisfacción, un aumento considerable que refleja la percepción positiva de toda la comunidad educativa”.
Para Francisco Manqui, “el involucramiento de los padres y apoderados sigue siendo un desafío importante para nosotros. Conscientes de esta necesidad, hemos creado diversas instancias que buscan promover la participación y la presencia de las familias en la vida escolar”. Y en esa línea, explica que “una de nuestras iniciativas más destacadas es a través de los PHP Coins, que consiste en un sistema de monedasvirtuales. De este modo, los cursos obtienen coins en función de la asistencia de los apoderados a las reuniones, participación de las familias en actividades extracurriculares, entre otras actividades. Esta herramienta ha demostrado ser eficaz para motivar la participación, ya que incentiva la asistencia y fortalece el compromiso de las familias con la escuela”.
“Además, hemos introducido recientemente los diálogos abiertos con los cursos, una instancia donde el director y el jefe de UTP se reúnen con las directivas de padres, madres y apoderados de cada curso y las directivas estudiantiles. En estas reuniones, escuchamos atentamente las necesidades y oportunidades de mejora que nos plantean desde su perspectiva, lo que nos permite ajustar nuestras estrategias y mejorar la convivencia escolar”, dice Manqui.
Nos cuenta la directora del Liceo Bicentenario de Excelencia Agrotec de La Unión, Región de Los Ríos, Carolina Niklitschek, que para ellos “el clima escolar es fundamental para desarrollar el proceso educativo, por tanto, si bien tenemos a lo largo del año actividades con redes de apoyo, talleres, entre otros, entregamos la flexibilidad de hacer un alto en nuestras actividades para desarrollar jornadas de reflexión y de trabajo en torno a diversas temáticas de convivencia escolar. Las hemos llamado ‘Semanas Intensivas’, en las cuales se refuerzan aspectos pedagógicos durante las mañanas y fortalecemos la convivencia escolar durante las tardes”.
“El clima escolar es fundamental para desarrollar el proceso educativo, por tanto, si bien tenemos a lo largo del año actividades con redes de apoyo, talleres, entre otros, entregamos la flexibilidad de hacer un alto en nuestras actividades para desarrollar jornadas de reflexión y de trabajo en torno a diversas temáticas de convivencia escolar”.Carolina Niklitschek, directora del establecimiento que forma parte de la RED Irarrázaval.
Explica que en este trabajo, “los profesores acompañantes cumplen un rol clave en la guía de cada curso, para ello hemos incorporado en el acompañamiento al curso a una tríada, compuesta por el profesor acompañante, un profesor de asignatura y un inspector, equipo con el cual se ha logrado potenciar la comunicación con estudiantes y apoderados, mejorar indicadores de asistencia escolar y realizar seguimiento efectivo a los estudiantes”, cuenta la directora del establecimiento que forma parte de la RED Irarrázaval.
Asimismo, señala que “para lograr aquello contamos con equipos de trabajo comprometido y capacitado para abordar diversas situaciones de convivencia escolar. En particular, utilizamos el recurso Mi Bitácora Reflexiva, agenda elaborada con el objetivo de abordar el bienestar emocional, el proyecto de vida y la vida activa y saludable de los estudiantes”. Agrega que “también tenemos instaurado el Equipo de Mediación Escolar, figura que permite abordar de manera voluntaria e inmediata las situaciones de conflicto que se pueden presentar, evitando una posible escalada. Ambas estrategias han permitido disminuir las situaciones conflictivas en convivencia escolar, considerando que nuestro establecimiento cuenta además con una residencia estudiantil, donde permanecen de domingo a viernes 210 estudiantes”.
-¿Cómo se aseguran de que las políticas de convivencia escolar se apliquen de manera coherente en todo el colegio?
-De manera sistemática se realizan reuniones de trabajo en equipo entre Convivencia Escolar, la Unidad Técnico Pedagógica y la Coordinación Técnico Profesional, con el fin de establecer líneas de trabajo articuladas en todas las áreas. Esto es fundamental, ya que permite que el Plan de Gestión de la Convivencia Escolar sea un instrumento transversal en el liceo. Este plan está elaborado en base a la Política Nacional de Convivencia Educativa, por lo que la bajada se realiza de acuerdo a sus directrices.
-¿Cómo involucran a los apoderados?
-La participación de la familia es fundamental para el éxito de cualquier proyecto educativo. En nuestro establecimiento, el rol del Centro General de Padres con los respectivos subcentros de cursos es preponderante en la apropiación del reglamento interno, y en la participación de manera mensual en reuniones donde se promueve el trabajo en conjunto con la familia, organizando actividades que fomentan la integración familiar y la buena convivencia.
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