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Regístrate y accede a la revistaUn papel clave en la mejora de la calidad educativa desempeñan los sostenedores de establecimientos educacionales, especialmente en la Educación Media Técnico Profesional, nos cuenta Ema Anatibia, directora académica de SNA Educa, institución que alberga a 19 colegios TP del país.
Para la directora académica de SNA Educa, los sostenedores deben “proporcionar directrices, pues cumplen un rol integral en la creación de un entorno propicio para el aprendizaje técnico-profesional de calidad”. Lo anterior sucede –dice Ema Anatibia– justamente porque estos contribuyen al desarrollo de competencias y habilidades relevantes para que los futuros egresados se inserten de manera efectiva en la sociedad, ya sea continuando con sus estudios o ingresando al mercado laboral.
-En concreto, ¿cuál es el papel fundamental de los sostenedores en EMTP?
-Deben proporcionar directrices en los siguientes ámbitos:
El caso de SNA Educa no es distinto a lo descrito anteriormente. Como sostenedor de 19 establecimientos de EMTP, su propósito es proporcionar un marco de acción a sus establecimientos para facilitar diversos procesos y aportar a su mejora continua. No obstante, los establecimientos de SNA Educa también cuentan con autonomía de gestión, lo que permite el desarrollo de proyectos que responden a los diferentes contextos.
-¿Cómo pueden los sostenedores apoyar a los directores y docentes en la implementación de programas de estudio y prácticas que estén alineados con las necesidades del mercado laboral?
-Los sostenedores en EMTP desempeñan un papel crucial en la entrega de una formación pertinente a sus estudiantes. Es esencial que los directores cuenten con la asesoría y colaboración de Consejos Asesores Empresariales (CAE), una instancia que debe ser promovida y respaldada por el sostenedor. Los CAE pueden contribuir de manera directa en la actualización de los programas de estudio de las especialidades impartidas. En el caso de SNA Educa, se cuenta con 132 consejeros que contribuyen activamente en la actualización de los planes y programas propios. Para ello, se diseña un perfil profesional basado en las competencias demandadas por el sector productivo, lo que se traduce en una promesa formativa a través del perfil de egreso.
“SNA Educa ha desarrollado diversas iniciativas para contribuir a la formación continua. Sin embargo, la falta de tiempo fuera del año escolar para instancias de capacitación dificulta la realización de algunas de estas iniciativas. No obstante, aprovechamos los espacios de reunión para fomentar el trabajo colaborativo y compartir buenas prácticas, generando aprendizajes en red”, dice Ema.
Además, es fundamental generar alianzas dentro del territorio donde se ubican los establecimientos con empresas e instituciones de educación superior. Estos convenios pueden facilitar el diseño de programas de alternancia que complementen la formación de los estudiantes.
-¿Cómo impactan a los docentes?
-Es crucial que el sostenedor establezca políticas que fomenten programas de capacitación y actualización permanentes. Esto puede lograrse mediante convenios de colaboración con empresas o instituciones de educación superior. Asimismo, es posible organizar pasantías docentes, tanto nacionales como internacionales, para ampliar las competencias de los profesores de formación general y diferenciada, promoviendo la innovación y el uso de la tecnología en los procesos formativos.
-¿Cómo pueden los sostenedores fomentar la colaboración entre las instituciones de EMTP y el sector productivo?
-Es fundamental que los sostenedores establezcan alianzas efectivas para mejorar la colaboración entre instituciones de EMTP y otros actores relevantes. Para lograr esto, primero deben identificar intereses comunes con instituciones similares, organismos públicos y privados, y el sector productivo, permitiendo así la creación de redes de colaboración mutua. Es poco probable que un sostenedor que trabaje de manera aislada alcance sus objetivos y mejore las oportunidades de desarrollo para sus estudiantes.
Trabajar en red genera innumerables beneficios. Las instituciones en red pueden adaptarse más rápidamente a cambios y desafíos mediante la colaboración y el apoyo mutuo. Las redes promueven la construcción de relaciones sólidas entre instituciones, creando un sentido de comunidad y colaboración que beneficia a todos sus miembros. Además, permiten a las instituciones combinar sus fortalezas y recursos para abordar problemas complejos y desarrollar nuevas soluciones. Esto fomenta la innovación educativa mediante la implementación de nuevas tecnologías, metodologías y enfoques pedagógicos pertinentes. Finalmente, al colaborar estrechamente con el sector productivo, las instituciones de EMTP pueden alinear la formación que brindan a sus estudiantes con las demandas del mercado laboral, aumentando así la empleabilidad de sus egresados.
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