La trayectoria chilena data del año 2010, cuando uno de los liceos TP de Santiago asiste a la primera competición americana de habilidades técnicas realizada en Río de Janeiro, Brasil.

Como resultado de esta participación, Chile obtuvo la medalla de bronce en la habilidad Robótica Móvil.

Nuestro país es uno de los 87 miembros de WSI y Fundación WorldSkills Chile es quien representa a la educación técnica en la organización. Al igual que los demás miembros, comparte, difunde, promueve y potencia la formación de jóvenes que ven en una profesión técnica la oportunidad de crecimiento e inserción laboral.

La actividad más destacada de WSI es su competición de habilidades técnicas que se desarrolla cada dos años, siendo la industria y sus sectores los que definen el estándar a evaluar. Las competiciones internacional y chilena tienen por objetivo medir los estándares para determinar la brecha que existe entre los procesos formativos y sus resultados con las exigencias del mercado. Además, Chile, desde 2016, realiza anualmente la Olimpiada de Habilidades Técnicas, buscando retroalimentar tanto a la Enseñanza Media TP como a la enseñanza superior TP, con relación a sus perfiles de egreso.

Los sectores identificados por WSI son seis y cada uno agrupa un número de habilidades afines que representan a todas las industrias del mundo. En total, son 62 habilidades, las que son revisadas año a año con el fin de definir su vigencia de acuerdo con la demanda que existe en el mercado laboral mundial. 

Su actualización incide en las diferentes pruebas con las que se evalúa a los competidores, por lo tanto, esto debería ser acogido por los establecimientos de formación técnico profesional para agregar valor a sus actividades prácticas formativas.

A continuación, se señalan los seis sectores y el número de habilidades que agrupa cada uno:

1. Transporte y Logística: ocho habilidades.
2. Tecnología de la Información y Comunicación: siete habilidades.
3. Tecnología de Fabricación y la Ingeniería: 19 habilidades.
4. Servicios Personales y Sociales: ocho habilidades.
5. Construcción y Tecnología de la Edificación: 14 habilidades.
6. Artes Creativas y de la Moda: seis habilidades.

Por iniciativa del presidente de Fundación WSChile, se diseñó la habilidad de Microrriego Tecnificado para presentarla en la Asamblea General de WorldSkills Américas (WSA). De esta manera, se pretende incorporarla en la competición americana y que sea asimilada por los distintos organismos que forman a los jóvenes técnicos en nuestro continente. 

Producto de lo anterior, Chile realiza su primera competición nacional de microrriego en 2017, con la participación de ocho establecimientos, tanto de enseñanza media como de educación superior.

Posteriormente, en 2018, Chile se convierte en anfitrión de la competición americana de todas las habilidades, siendo micrroriego, que se realizó en la ciudad de San Fernando y que contó con la participación de Colombia como país invitado.

A la fecha, esta habilidad ha tenido seis versiones de competición, a través de las que se ha evidenciado la tendencia de incorporar las tecnologías de la información y la comunicación en la eficiencia del uso de los recursos hídricos.

En un inicio, esta habilidad midió las competencias de los estudiantes en las formas tradicionales de riego, luego incorporó el riego hidropónico como una nueva alternativa. Pero es la pandemia la que, de manera indirecta, impacta al validar el uso de las TIC para hacer la evaluación a distancia, demostrando que esto se puede llevar al plano tecnológico, como, por ejemplo, con el uso de la telemetría.

Los futuros egresados de las especialidades o carreras asociadas a la agricultura, en donde aprenden riego, deben conocer y aprender herramientas tecnológicas, tales como telemetría, interpretación de información meteorológica, zonificación de recursos hídricos, trazabilidad para agricultura de precisión, entre otras.

La incorporación de estos conocimientos en los módulos de evaluación de nuestra competición es la tendencia que WSChile quiere marcar en el futuro de la formación técnica de quienes estudian agricultura o especialidades afines, de manera que las empresas del sector agrícola reciban técnicos idóneos para enfrentar los desafíos que este siglo nos plantea.