1. Contar con un diagnóstico, con datos: 

“Lo primero es tener un buen diagnóstico del año anterior. Es decir, saber cómo terminó cada curso, cada asignatura. Tener un panorama de lo que han aprendido los estudiantes y lo que no. Las brechas que aún persisten. Hay que tener los datos del año anterior. Un poco de data para planificarse”. 

2. Planificar colaborativamente: 

“Es clave poder hacer la planificación de manera colaborativa, no de manera individual. El tema individual puede producir vacíos curriculares, por ello, siempre es bueno ser parte de un departamento, de un equipo para trabajar juntos en eso”. 

3. Fijar metas: 

“Establece metas de logro de aprendizaje y, en la práctica, estas se verán reflejadas en las evaluaciones finales, evaluaciones estandarizadas, pruebas de nivel, de unidad, etc. Con esto se puede comenzar a elaborar un camino que me lleve a disminuir las brechas que detecté”. 

4. Planificar con calendario en mano:

“Aunque puede pasar desapercibido, es muy relevante: trabajar con calendario en mano desde cosas tan simples como cuándo empiezan las clases, cuándo terminan, de cuántas semanas dispongo, cuántas horas tendré, cuándo son las evaluaciones generales, cuándo son los feriados, cuándo no habrá clases, cuándo es el día del colegio, etc. 

Tenerlo muy a la mano para que la planificación se asemeje a la realidad lo más posible. Sabiendo que hay que ser flexible también, que pasan cosas en el año que son impredecibles”.

5. Priorizar: 

“Tener muy en cuenta qué es lo más importante y enfocarse en eso primero”.

6. Ojo: incluir la propia evaluación: 

“Un último tip que nosotros usamos y que nos ayuda es: incorporar a la planificación de clases el proceso evaluativo, el monitoreo de aquello como parte de la planificación. A veces, uno encuentra profesores que planifican sus clases pero no incorporan el alto para evaluar, y eso también significa tiempo. 

El monitoreo de sus enseñanzas en los niños requiere tiempo, hay que preparar el instrumento y, si no lo hago, va a tener que evaluar y le va a faltar tiempo, no le va a cuadrar. Para evitarlo, mejor incorporar el proceso evaluativo como parte de la clase”.