Joaquín Torres García (1874-1949), pintor y escultor uruguayo, se eleva como una figura muy importante en la historia del arte latinoamericano, especialmente en el contexto del constructivismo. Su legado artístico, marcado por una profunda exploración de las formas, los colores y la estructura, ha dejado una huella perdurable en la escena artística internacional. Torres García nació en Montevideo y desde muy joven demostró una inclinación innata hacia la creatividad. A lo largo de su carrera, experimentó en diversas corrientes artísticas, pero en la década de 1930 se consolida como pionero del constructivismo de América Latina. Este movimiento, que buscaba la creación de formas artísticas basadas en la estructura y la geometría, resonó fuertemente en la obra del artista.  

Joaquin torres García, "Composición", 1931, óleo sobre tela, 91,7 x 61 cm. The Museum of Modern Art, Nueva York.

El constructivismo, influido por el trabajo de la Bauhaus y el suprematismo ruso, propugnaba la abstracción geométrica y la objetividad en la creación artística. Torres García tomó estas ideas y las fusionó con una visión muy propia y personal, creando un estilo único que él denominó “constructivismo universal”. En sus obras, se observan composiciones meticulosamente estructuradas, con formas geométricas que buscan la armonía y síntesis de la realidad. 

Una de las contribuciones más destacadas de Torres García al constructivismo fue un manifiesto artístico que hablaba sobre la necesidad de una expresión visual que trascendiera las fronteras culturales y de los países, en búsqueda de una forma de arte verdaderamente universal. Esta perspectiva influenció a muchos artistas y movimientos posteriores en América Latina y el mundo. 

Entre las creaciones más emblemáticas de Torres García se encuentra “América invertida”, un dibujo a pluma y tinta de 1943 del artista uruguayo Joaquín Torres García. La imagen presenta una representación de América del Sur que se ha cambiado de su representación estándar y, en cambio, está orientada con el sur en la parte superior. Esta obra simboliza su deseo de cambiar las perspectivas convencionales y afirmar la identidad cultural de esta parte del continente. No solo dejó su marca en la pintura, sino que también en la enseñanza artística. Fundó la Escuela Taller García en Montevideo, un espacio donde buscó transmitir sus ideales constructivistas a las nuevas generaciones de artistas. Su legado perdura hasta nuestros días en la influencia real que ejerció sobre sus alumnos, quienes a su vez contribuyeron significativamente en el arte moderno de la región.

Joaquín Torres García, "América invertida", 1943, dibujo a pluma y tinta, 38 x 48 cmMuseo Torres García, Uruguay.

Sugerencia de actividad:

Reunir a los estudiantes para observar algunas imágenes de las obras del artista,  motivando el diálogo mediante algunas preguntas, tales como: ¿qué es lo que vemos? ¿Qué colores utilizó el artista? ¿Por qué habrá escogido estos colores? ¿Qué formas geométricas utiliza? ¿Qué pueden imaginar al ver estas obras?, entre otras.

Posteriormente, invitar a los estudiantes a realizar una composición inspirada en las obras del artista Joaquín Torres García utilizando solo dos formas geométricas, las que pueden repetir hasta armar la composición de su creación y escoger también solo dos colores para completarla. Es importante que con este ejercicio logren reducir y sintetizar la expresión y el mensaje que deseen comunicar a lo más simple y ordenado posible. 

Para finalizar, reunir a los estudiantes y observar las obras realizadas, para hablar sobre ellas y las decisiones que tomaron los alumnos para crear sus diseños.