Si bien el término Pop-Art aparece por primera vez a mediados de la década de 1950 y su apogeo llega en la década de los 60, gracias a la explosión de los medios de comunicación masivos y la sociedad de consumo, hay algo en él que nos puede parecer muy actual, especialmente en las palabras de Andy Warhol: “En el futuro, todo el mundo será famoso durante 15 minutos. Todo el mundo debería tener derecho a 15 minutos de gloria”. ¿No nos parece muy parecido al fenómeno de las redes sociales? Quizás Warhol solo se adelantó a su época. 

Andy Warhol

Pero volvamos al inicio. El Pop-Art es un movimiento artístico que surge a fines de la década de 1950 en Inglaterra y Estados Unidos como una reacción contraria al expresionismo abstracto, que era considerado un estilo sin contenido y exclusivo para las élites sociales. Se caracteriza por el uso de imágenes y temas tomados de la sociedad de consumo y de los medios de comunicación masivos. El Pop-Art utiliza elementos que antes no habían sido considerados dentro del mundo del arte: los materiales industriales, los carteles callejeros de tránsito, los personajes de dibujos animados y del cómic, las ilustraciones de las revistas de moda, la comida rápida y el mobiliario de las casas y cocinas. El formato de las obras se vuelve cada vez más espectacular, la expresividad pasa a segundo plano, dando paso a un estilo impersonal y “limpio” que se acerca más al mundo de la publicidad, de fácil lectura y conceptos básicos, lo que hizo que fuese rápidamente aceptado por todo público.

Andy Warhol, “Marilyn”, 1967. Serigrafía, tinta china y acrílico sobre tela, 101,5 x 101,5 cm. Colección particular.

Andy Warhol (1928-1987) fue uno de los artistas más destacados de este período; sin embargo, en sus inicios se dedicó al diseño en el área comercial y de la publicidad. Este antecedente es clave para entender cómo se acercó con gran facilidad a la cultura popular de los medios de comunicación, los objetos de consumo, los personajes del espectáculo y las imágenes que iban desde lo simple, como botellas de Coca-Cola, a lo glamoroso con retratos de estrellas de Hollywood, tales como Marilyn Monroe. Utiliza también varias herramientas del lenguaje visual de la publicidad como los colores llamativos, las figuras simples, la repetición y la impresión mecánica que permitía una reproducción rápida de imágenes casi idénticas. Esto será algo importante y decisivo para la época, ya que la obra pierde su sacralidad y su carácter de “único”. Warhol fue una figura clave en el arte del siglo XX y representa un punto de inflexión en el concepto que se tenía de artista y de la forma de hacer obra, acercándose más a un personaje que se vende como la propia obra, llegando incluso a no firmar sus cuadros con el fin de eliminar su huella y mantener su personalidad misteriosa y distante. Andy Warhol representa fielmente su frase, pues tuvo su minuto de fama, sin embargo, fue mucho más allá de 15 minutos.

Actividad Sugerida

Para comenzar, mostrar a los estudiantes algunas obras del artista estadounidense Andy Warhol y pedirles que describan lo que ven, si conocen las obras, qué objetos o figuras son reconocibles en ellos. Posteriormente, pedirles que, utilizando sus celulares, busquen algún objeto que para ellos represente algunos de los conceptos del artista, tales como: cultura de masas, objeto de consumo, publicidad, producción en serie, etc.

Pueden editar la imagen utilizando apps de diseño y edición de fotografía. 

Para terminar, utilizarán redes sociales como Instagram (pueden crear un perfil exclusivo para exponer su trabajo) y subir la fotografía con una breve descripción a modo de título. 

Luego de esto, realizar una reflexión sobre el arte actual: ¿es más simple? ¿Es más difícil? ¿Cómo son los artistas en la actualidad? ¿Se pueden usar los elementos tecnológicos y las redes sociales para hacer arte?