Rafael Sagredo es un fan de los docentes. “Soy un convencido de la importancia de la educación y de los profesores. Ellos se merecen todo nuestro respeto, porque antes que nada son profesionales”, dice el profesor en Historia, Geografía y Educación Cívica de la Pontificia Universidad Católica de Chile, lugar donde actualmente es profesor titular. El también magíster y doctorado en Historia, director y editor responsable del Centro de Investigaciones Barros Arana y Conservador de la Sala Medina de la Biblioteca Nacional, nos contó acerca de sus recuerdos escolares. 

-¿Recuerdas alguna anécdota de tu época escolar?

-Al recordar mi tiempo del colegio, se me viene a la cabeza que jugaba mucho fútbol y también que repetí quinto básico. Tengo muy buenos recuerdos de algunos profesores y buenos amigos. Eran cursos de 45 alumnos.

-¿Qué docentes recuerdas en particular? ¿Alguno que te motivó a ir por el camino de la historia?

-Quisiera resaltar a mi profesor de física y matemática, al que le decíamos el Loro Alder, un docente que me ayudó a entender las matemáticas cuando estaba en tercer año de enseñanza media, y también el de Castellano, Sergio Vásquez.  

-¿Qué haces en tu tiempo libre?

-Leer, me encanta leer y escuchar partidos de fútbol. Disfruto las novelas, pero también biografías. Uno de los libros que estaba leyendo es Sobre el juicio de la historia, de Joan Wallach Scott. Me gusta mucho leer tanto en mi trabajo como en mi tiempo libre. 

-¿Disfrutas ser profesor universitario?

-Es un privilegio. Enseñar a los jóvenes te mantiene al día y te revitaliza. Sabes lo que está pasando en el mundo, por ejemplo.

-Tu trabajo como editor responsable de la Biblioteca Fundamentos de la Construcción de Chile (2006-2014), fue una de las razones que te llevó a obtener el Premio Nacional de Historia 2022. Se trata de una colección de 100 volúmenes relacionados con el desenvolvimiento científico, profesional y técnico de Chile entre 1830 y 1950. ¿Qué asociaciones podrías hacer de aquello y de la importancia de la educación TP para el país?

-Yo me he dedicado a estudiar la historia y me propuse demostrar que los científicos, los profesionales y los técnicos son fundamentales para explicar el desarrollo de nuestro país. De hecho, la historia revela que el saber técnico y los técnicos son indispensables porque, por ejemplo, a Chile llegaba una trilladora, un horno o un locomóvil y otras máquinas que producen riqueza, pero ¿quién los puede manejar? Justamente los técnicos y, por ello, es que en el siglo XIX se creó la Escuela de Artes y Oficios, que luego se transformó en la Universidad Técnica del Estado.

Hoy, lo que necesitamos son precisamente técnicos que sepan manejar las grúas, los camiones sofisticados. Sin embargo, todavía existe un cierto desprecio por el saber y las carreras técnicas. 

En pocas palabras

• Educar: “El profesor maneja la palabra esperanza porque actúa sobre los estudiantes y sabe que pueden aprender, que tienen la potencialidad de hacerlo”. 
• Docentes: “Héroes y heroínas, sobre todo en un país como Chile. Lamentablemente, no se valora a los profesores. Ser profesor es una profesión. Actualmente, hemos perdido un poco el respeto por nuestros docentes”. 
• Educación técnico profesional: “Indispensable, fundamental, el futuro de Chile y la posibilidad de tener un país que les dé oportunidades a todos”.