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Regístrate y accede a la revistaPor un lado, compartiendo experiencias, y, por otro, con un laboratorio creado para ello, así lo afirman desde SNA Educa, Red educacional de 20 colegios, y desde el Liceo Obispo Labbé de Iquique. Aunque son instituciones distintas, desde ambos lugares enfatizan en que sí se puede innovar, y que hoy el aprendizaje requiere, sin duda, de innovación docente.
“Para recuperar los aprendizajes se requiere mucha creatividad e innovación”, así lo afirma Patricia Morales, coordinadora académica de la Red de colegios SNA Educa.
Patricia cuenta que los profesores de la Red se reúnen semestralmente para compartir experiencias de innovación docente con un foco y este año, fue precisamente recuperar los aprendizajes perdidos por la pandemia. En este encuentro, se reunieron más de 120 profesores durante el mes de enero, en el colegio People Help People de Pilmaiquén, y fue entonces cuando los docentes compartieron sus experiencias de innovación.
“Creemos que la innovación ha tomado cada vez más fuerza en la institución, a partir del proceso de transformación profunda, que es transversal a todas las áreas del colegio”, dice Aileen Flores, del Liceo Bicentenario Obispo Labbé.
Como señala Patricia, los profesores “abordan diversas temáticas en torno a metodologías, currículum u otros tremas de interés corporativo” y agrega: “Este año quisimos enfocarnos en el desafío que ha significado para los docentes la restitución de aprendizajes pospandemia. Hoy, nos encontramos en cada sala de clases a estudiantes que presentan uno, dos o más años de rezago en sus aprendizajes. Para nivelarlos en forma efectiva, se requiere de método, a través de una secuencia clara de habilidades y contenidos, acompañado de evaluaciones permanentes que permitan ir reenseñando aquello que los estudiantes aún no logran aprender”.
Es en este marco, según cuenta la coordinadora académica de SNA Educa, que se realizó la reunión este 2023, en la que “cada uno de nuestros establecimientos presentó innovaciones pedagógicas que han surgido a raíz del plan corporativo, teniendo la posibilidad de explicar sus prácticas, compartir y profundizar experiencias a través de una feria de buenas prácticas, las que fueron premiadas en una votación realizada por ellos mismos”. En definitiva, como explica Patricia, el encuentro mismo también es una innovación.
Entre las 20 prácticas presentadas, Morales destaca dos: “Torpeo visado”, práctica realizada en el Liceo Bicentenario Minero S.S. Juan Pablo II de Alto Hospicio, que forma parte de RED Irarrázaval: “El recurso consiste en confeccionar pequeñas tarjetas de síntesis de contenidos, conceptos, fórmulas y procedimientos de la asignatura y luego agruparlas en un llavero”, comenta Patricia.
Otra práctica destacada, llamada “Transformación digital y entornos visuales”, fue presentada por el Colegio Bicentenario Santa María de Paine, la cual consiste en una estrategia que realiza el colegio con los docentes para que conozcan y utilicen al máximo herramientas tecnológicas en el aula, con la finalidad de favorecer el aprendizaje de los alumnos.
Distinta es la forma como fomentan la innovación en el Liceo Bicentenario Obispo Labbé de Iquique. El año 2002 comenzó a operar en ese establecimiento un equipo de innovación, liderado por Aileen Flores, conformado por profesores de diferentes áreas disciplinarias y niveles. Según relata Aileen, Coordinadora de Innovación, la misión de este equipo es “promover la innovación y aportar valor en todas las áreas de gestión institucional, funcionando como un laboratorio que busca detectar necesidades y también oportunidades de innovación, diseñar alternativas, pilotear estos prototipos, recibir feedback y transferir estas soluciones al equipo directivo del colegio para que se puedan implementar”.
La agenda del equipo está marcada por tres líneas generales, señala la líder del equipo. “La primera es desarrollar capacidades en las personas fomentando la motivación y la autoestima profesional para, de esta manera, influir en la práctica pedagógica de los docentes, porque sabemos que esto va a repercutir en el aprendizaje de los estudiantes”. En esa línea, han desarrollado espacios tipo workshop en temáticas de innovación docente, metodologías activas, liderazgo, entre otras.
El segundo eje clave trabajado por el equipo, continúa Flores, es “la promoción de prácticas pedagógicas que promueven el aprendizaje profundo en esta línea, por ejemplo, se desarrollaron proyectos como ‘Go Jump Tarapacá’, que articula las asignaturas de lengua y literatura, historia, religión e inglés a partir del desarrollo de distintas competencias”.
“La última línea es la promoción del cambio sistémico”, como cuenta Aileen, donde se promueve la creación de vínculos y redes con agentes estratégicos y con el entorno, de manera que se promueva el cambio sistémico. “En este sentido, hemos ido generando distintas instancias de intercambio, por ejemplo, con el colegio católico Nazaret de Alto Hospicio, con el Liceo Bicentenario Sagrada Familia de Tocopilla e incluso con otras instituciones, como el Obispado de Iquique”.
Aileen comenta que estas innovaciones docentes han sido destacadas por los mismos alumnos, quienes resaltan el creciente desarrollo de la autonomía y la capacidad de tomar decisiones sobre lo que quieren aprender. “Otro aspecto fundamental, valorado por los estudiantes, es la relación que están construyendo con sus profesores, dando valor al desarrollo socioemocional como un elemento clave que influye en sus relaciones con el entorno y con su propia autoestima académica”.
Aileen cuenta que el área técnico profesional del Liceo Obispo Labbé ha sido pionera en innovación docente, “en la implementación de distintos proyectos. Por lo mismo, uno de los docentes que forma parte del equipo de innovación, el profesor Víctor Flores Veliz, ha acompañado a sus estudiantes en distintos concursos interescolares, como ‘Los creadores’, ‘Explora’ o ‘Innova’, entre otros, siempre con una destacada participación”.
“Creemos que la innovación ha tomado cada vez más fuerza en la institución, a partir del proceso de transformación profunda, que es transversal a todas las áreas del colegio. Sentimos que tenemos el deber de preparar a los ciudadanos que se van a enfrentar a condiciones inciertas, a empleos que todavía no se crean, para que cuenten con la capacidad de gestionar eficazmente la incertidumbre. Entonces, esto implica concebir e integrar nuevas formas de aprender y enseñar, además de ir sistematizando distintas prácticas educativas que promuevan el aprendizaje profundo”, concluye Aileen.
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