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Regístrate y accede a la revistaDespués de que se aprobara la realización del Simce para los alumnos de cuarto año básico y de segundo medio para este mes y ad portas de la implementación de la PAES (Prueba de Acceso a la Educación Superior), conversamos con Luz María Budge, presidenta del Consejo Nacional de Educación, sobre la importancia de evaluar a todos los alumnos, incluidos los de Educación Media Técnico Profesional.
A juicio de la presidenta del Consejo Nacional de Educación (CNED), Luz María Budge, también parte del comité editorial de nuestra Revista Educar, la prueba Simce (Sistema Nacional de Evaluación de Resultados de Aprendizaje) o cualquier prueba que sea censal se debiese realizar con la frecuencia o periodicidad que se acuerde entre MINEDUC y CNED, ya que entrega una información valiosa, no solo para las políticas públicas, sino que para la gestión pedagógica de los colegios.
Señala que la evaluación es clave para diseñar, guiar y mejorar los aprendizajes de todos los alumnos, y los estudiantes del área técnico profesional no son una excepción. “Cada asignatura debe tener la evaluación que corresponde a lo enseñado y eso es válido para electromecánica o para lenguaje”.
-¿Es necesario realizar pruebas de evaluación diferenciada a los alumnos TP para, por ejemplo, ingresar a la educación superior?
-Un alumno bien preparado en los primeros dos años de enseñanza media de colegio técnico profesional podría tener buen rendimiento en esa prueba (PAES). Si esta estuviera enfocada única y exclusivamente en detectar conocimientos, podría ser considerada injusta. Esta era una de las grandes críticas a la PSU y, por lo tanto, se cambió. Pienso que la adecuación hecha (pruebas PAES, en página 26) es buena y creo que es una prueba que debería poder ser rendida por alumnos TP o HC en iguales condiciones de preparación.
“Sí, puedo decir que algo se han acortado las brechas y es una gran alegría el hecho de que, efectivamente, algunos colegios con alta vulnerabilidad han podido alcanzar buenos resultados. Necesitamos que sean muchos más, porque actualmente son del orden del 10%, pero confío en que, teniendo más información a la mano, los equipos directivos pueden tomar mejores decisiones”.
Luz María es una defensora de la importancia de las evaluaciones, herramientas clave para mejorar los aprendizajes en cualquier tipo de educación, también en lo técnico profesional. “Lo lógico es que la evaluación entregue mucha información acerca de cómo se están adquiriendo las competencias específicas que se necesitan para la aplicación de los conocimientos y eso es la educación técnico profesional. En ese caso, es aprender algo y aprender a usar ese conocimiento con un determinado uso y foco, por lo tanto, la evaluación es lo que permite saber si ese aprendizaje se está logrando. Si no es así, hay que cambiar la metodología de enseñanza”. TP tiene especial énfasis en habilidades y PAES avanzó en esa dirección.
-En esa línea, ¿qué beneficios entregan las evaluaciones para los alumnos TP?
-Evaluar es clave, es tan importante y aplicable a cualquier alumno y a cualquier colegio, también del área técnico profesional. En ellos, la evaluación debería estar más enfocada en medir competencias, y esto los colegios TP lo tienen bien claro. Yo creo que hay una tendencia a avanzar en esa línea.
-Desde el punto de vista de los colegios, ¿cuál sería el aporte del Simce?
-El Simce o cualquier prueba que sea censal permite entregar una información valiosa, no solamente para las políticas públicas que necesitan la información de todos los colegios, sino que valiosa también para los colegios que eventualmente podrían encontrarse con otros establecimientos que tienen el mismo nivel de vulnerabilidad, pero que obtienen resultados infinitamente mejores. Ahí hay una oportunidad de optimizar, de hacer trabajo colaborativo y aprender de las mejores prácticas. Creo firmemente en los beneficios de la comparación.
Señala Luz María que sería muy interesante acceder a los datos de los colegios y usarlos positivamente, “de modo que muchos establecimientos que lo están haciendo bien aprendan de otros que lo están haciendo mejor. Creo que el llegar a todos los niños de Chile es una obligación del uso de nuestros recursos públicos, significa un buen uso de ellos, no se invisibiliza a nadie. En una evaluación muestral, siempre existe una invisibilización de algunos establecimientos; ya sea de los más pequeños o de otros que se ubican en zonas más aisladas”.
-Creadores y defensores del Simce señalan que es una herramienta para evaluar y mejorar la calidad de las escuelas. ¿Qué beneficios trae para medir los aprendizajes?
-Cualquier prueba que sea bien estructurada sirve para evaluar bien los aprendizajes. Ahora bien, cuando se dice que es una herramienta para mejorar la calidad de las escuelas, parte del supuesto de que los datos que entrega esa determinada prueba se van a usar en la dirección correcta para ese establecimiento, es decir, que esos datos se analizan, que los profesores reflexionan sobre ellos, se hacen preguntas y buscan soluciones para las áreas más problemáticas.
“La evaluación de los aprendizajes debería estar más enfocada en medir competencias, y en ese caso los colegios TP lo tienen bien claro. Yo creo que hay una tendencia a avanzar en esa línea, siempre se podría mejorar.”
Lo anterior, explica Luz María, “permite revisar bien qué estrategia metodológica se está usando en una u otra escuela. Entrega la posibilidad de saber qué textos se están utilizando, conocer qué nivel de gestión de los aprendizajes hay en una o en otra, y eso permite mejorar la calidad de los establecimientos”. El solo hecho de que genere reflexión crítica y colaboración ya es un avance que evita seguir repitiendo escenarios pedagógicos que no reportan logros de aprendizajes.
-Ahora las escuelas pueden, de acuerdo con sus planes de mejora, determinar por sí mismas y con autonomía cuáles son las condiciones o situaciones más débiles de aprendizaje y qué quieren hacer para mejorarlas. Vale decir, si sus resultados de lenguaje están muy por debajo de la media del país y de su nivel socioeconómico, cabría pensar que los niños no están desarrollando todo el lenguaje que necesitan para poder tener una comprensión lectora adecuada.
En caso de que se descubra que no tienen un nivel de lectura adecuado para la edad, advierte Luz María, “se podría hacer una intervención con lectura guiada todos los días en la sala de clases, o también, incorporar a los padres en programas de lectura que desarrollen el vocabulario de los niños. O se puede intencionadamente buscar que los niños tengan acceso a oír un mejor nivel de vocabulario, ya sea en clase, con buenas charlas, o con buenas películas, etc. Indudablemente que la evaluación es parte del proceso de aprendizaje; es absolutamente imposible verlo como algo distinto. De hecho, cuando uno está enseñando, necesariamente está midiendo”.
-Uno de los comentarios que se le hace al Simce se refiere a la posibilidad de entregar información sobre los aprendizajes, pero respecto de años anteriores. Sin embargo, si existe equivalencia en las preguntas, se podrían, por tanto, hacer comparaciones en los resultados y comparabilidad con los años inmediatamente anteriores…
-Es importante la comparabilidad de las pruebas, especialmente para los efectos de políticas públicas. Por ejemplo, yo diría que cuando se implementaron los recursos CRA (Centro de Recursos del Aprendizaje) y se destinaron recursos económicos y humanos a las bibliotecas se buscaba que los alumnos ampliaran su mundo cultural, su desarrollo emocional, su vocabulario y su bagaje de referencias. Era necesario, por tanto, comparar los resultados del lenguaje de una prueba respecto de años anteriores para ver la progresión y el efecto que pudiera haber tenido esa medida. Asimismo, en el caso de la implementación de la jornada escolar completa, por ejemplo, una política pública que necesariamente debía medirse en su impacto, o sea, se suponía que aquellos niños que tenían menos horas de clases tenían necesariamente peores aprendizajes que aquellos que estaban el día completo. La verdad es que siguió siendo una pregunta no enteramente contestada, aunque podríamos decir que hubo análisis pero faltó saber más. Hubo muchas escuelas de bajo rendimiento que tenían media jornada y que, al pasar a jornada completa, mejoraron sus resultados en muchos ámbitos.
“Creo que una prueba censal diagnóstica es lo que le conviene al país, al menos en lenguaje y matemáticas”.
Lo anterior, indica la presidenta del Consejo, se aplica a los programas de PME (Proyectos de mejora de las escuelas). “Cuando las escuelas tuvieron que ponerse metas y trabajarlas desde adentro, sus equipos directivos generaron autonomía y yo diría que también generaron iniciativas, aprendizajes y conocimiento. Indudablemente, todo aquello es un efecto de una política. No tengo la respuesta cuando se me pregunta por qué estamos en una meseta si se han hecho tantas cosas, pero sí puedo decir que algo se han acortado las brechas y, aunque suene muy poquito, es una gran alegría para el país el hecho de que, efectivamente, los colegios con alta vulnerabilidad han podido alcanzar buenos resultados. A lo mejor se han ido incorporando demasiadas variables que no hemos aislado adecuadamente, hemos tenido Simce por más de tres décadas y no hemos mejorado, dicen los críticos. Yo aseguro que todo lo que sabemos acerca de la educación en Chile ha surgido gracias a las reflexiones de los resultados de pruebas estandarizadas tanto nacionales como extranjeras”.
-Se dice que el Simce estrecha el currículum a un solo tipo de conocimientos. ¿Cómo se podrían evaluar otros tipos de aprendizajes, como los trabajos de arte e investigaciones?
-Se dice que el Simce estrecha el currículum y eso haría pensar que los colegios solo enseñan lenguaje y matemáticas, entonces, si así lo hacen, cabe preguntarse por qué tenemos tantos colegios con malos resultados todavía. Tiendo a pensar que esto es un poco mito, al igual que la idea de que los colegios sacan de la sala de clase a los niños de peor desempeño el día que hay Simce.
El mismo mito se podría aplicar, explica Luz María, al hecho de que se estrecha el currículum: “Pienso que lenguaje y matemática son un pie o un peldaño en una larga escalera de conocimiento y aprendizaje, ya que difícilmente se puede aprender buena ciencia si no se tiene pensamiento matemático y si no se comprende lo que se lee. Me parece que no todo se puede medir, ni se debiera medir. No creo necesariamente que sean pruebas las que evalúen la creatividad de una clase de arte o que sea una prueba la que mida una discusión potente al interior de la sala de clase, como tampoco un proyecto colaborativo. Podrán existir distintas formas de evaluar y me parece que es importante para las diferentes asignaturas. También creo que es importante que se mida el desarrollo de la escritura, por ejemplo, con evaluaciones formativas; el primer ensayo no será tan bueno, el segundo será mejor, el tercero será otro poco mejor y a lo mejor el cuarto es publicable. Siento que la variedad evaluativa enriquece los procesos de enseñanza”.
“Respecto del ingreso a la educación superior, debe haber un sistema que permita a las universidades tener selectividad y que, al mismo tiempo, pueda ser un descriptor de las características de los alumnos que ingresan al sistema. Sin lugar a dudas la prueba, a nivel grueso, nos revela cómo están ciertas habilidades de nuestros alumnos a la hora de comprender lo que leen, o la hora de pensar en forma lógica.
Ahora bien, el que no esté fundada exclusivamente en conocimientos, la hace ser una prueba más equitativa porque pueden existir muchos alumnos que no tuvieron la suerte, por ejemplo, de estar en colegios donde se haya cubierto todo el currículum. Otros podrían haber estado en colegios que enfatizaron ciertas partes del currículum por sobre otras.
Creo que para las universidades es importante contar con la información a la hora de seleccionar a los alumnos, lo que también sirve para remediar todo aquello que no estaba bien en términos de habilidades y que necesita ser recuperado a la brevedad posible. Yo confío en el criterio de quienes han elaborado esta prueba y de quienes la han trabajado y pensado durante mucho tiempo. Nos hemos caracterizado por trabajar muy seriamente todo lo que significa el ingreso a la universidad desde hace muchos años. Se han cambiado las pruebas y se les han dado giros, y eso habla bien de nuestro sistema”.
Es profesora de inglés de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Se desempeñó durante 18 años como profesora de literatura inglesa en el colegio Santiago College, ocho años como profesora de inglés a profesionales de CEPAL y nueve años como directora del colegio San Joaquín de Renca de la Fundación Astoreca (niños de máxima vulnerabilidad con resultados equivalentes a colegio particular pagado). Fue también sostenedora de las escuelas de la Protectora de la Infancia.
Fue decana de las Facultades de Educación de la Universidad Finis Terrae y de la Universidad Andrés Bello. Fue directora de Sistematización de Contenidos de Aptus Chile y miembro de diversos directorios de instituciones y fundaciones educacionales
Presidenta del Consejo Nacional de Educación, miembro del comité editorial de Revista Educar, consejera de Elige Educar, directora editorial de Fundación Astoreca y hace más de 12 años es consejera de Políticas Públicas de Libertad y Desarrollo.
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