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Dic 2024 - Edición 289

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El valor de lo técnico

Decano de la Facultad de Matemática de la Pontificia Universidad Católica de Chile, puntaje nacional de Verbal y Matemática y estudiante de La Gratitud Nacional (Salesianos Alameda), Mario Ponce reconoce el valor de sus profesores y sus estudios técnicos en su formación. Conversamos con él sobre la formación de los jóvenes de hoy y los desafíos futuros.

Por: Marcela Paz Muñoz I.
El valor de lo técnico

Fue elegido decano cuando solo tenía 36 años, pero su vida estaba ya cargada de historias, aventuras y muchos progresos. “Nunca pensé llegar a la universidad. Mi papá y mis cercanos me decían que era imposible”.

-Estudié en el Liceo Industrial de La Gratitud Nacional (actual Centro Educativo Salesianos Alameda) la especialidad de electrónica, establecimiento al que ingresé en primero medio porque venía de otro colegio.  

Cuenta que en esos años, en su colegio le señalaron que le iban a proporcionar herramientas para entrar al mundo del trabajo. “Por ello, yo pensaba que no podía ingresar a la universidad, más aún: mi papá me lo hacía saber”. 

Mario Ponce cuenta que actualmente la trayectoria a la que pueden acceder los alumnos provenientes de la EMTP es muy diversa. Un técnico en electricidad o en mecánica automotriz puede seguir sus estudios en un CFT o bien convertirse en filósofo.

En sus palabras reconoce el valor y las habilidades que entrega a los alumnos la formación técnico profesional. “Como académico de la Universidad Católica, aprecio que nuestros ingenieros y bioquímicos vengan de diversos ámbitos. Pueden ser filósofos y haber estudiado mecánica automotriz”.

A su juicio, la educación técnico profesional entrega a los alumnos habilidades “mal llamadas blandas, como la capacidad de trabajar en equipo y de ser personas responsables por el bienestar del equipo, por ejemplo”. 

-Desde el ámbito universitario, creo que nos beneficia a todos contar con alumnos provenientes de ambientes más diversos, y la educación media técnico profesional es un gran aporte. 

Profesores que dejan huella

Cuando le preguntamos por su etapa escolar, Mario recuerda con cariño a su profesor Jacinto Larenas del Liceo Industrial de la Gratitud Nacional. Él se dio cuenta de que su cabeza “funcionaba distinto” y lo invitó a estudiar y practicar su pasión: en un colegio particular vecino al suyo y con 14 años, empezó a participar en las Olimpiadas de Matemática. 

-Larenas fue un gran docente. Me abrió muchas puertas y seguimos siendo muy buenos amigos. Al ingresar a la selección chilena de las Olimpiadas, empecé a relacionarme con todos quienes participaban allí. Fue en esos momentos en que noté que tenía la posibilidad de estudiar también en la universidad. 

Y ahora Mario es un profesor también. “Debemos formar a nuevas personas que cultiven nuevas disciplinas. Me interesa que les vaya bien a todos mis alumnos, que sean personas honestas”. 

¿Es difícil enseñar Matemática? “Se trata de una asignatura que hay que transmitirla bien siempre. Es una disciplina transversal a todas las profesiones”. 

Los jóvenes de hoy 

Como decano, señala que el mundo se ha dado cuenta de que las habilidades blandas son esenciales para el mundo del trabajo. “Por ello, como universidad, creemos que la formación en valores es clave y hemos creado un Instituto de Éticas Aplicadas y otros proyectos de habilidades comunicativas para los alumnos”.

Sin embargo, señala que se han perdido en la formación otros aspectos como parte de la enseñanza de los estudiantes, como por ejemplo el que no copien, que se respeten a sí mismos y a otros. “Tenemos a muchos alumnos con falta de integridad académica. Durante la pandemia, los jóvenes subieron mucho sus notas, pero el problema era que estaban copiando. Eso es muy malo para la formación ciudadana completa. Estamos perdiendo en estos temas y eso me preocupa”.

Antes de ser decano, trabajó en la nivelación de matemática, ya que cerca del 80% de los alumnos de carreras como Construcción o Agronomía reprueban uno o dos cursos de matemática en el primer año. “Era algo que se sabía, pero nadie hacía nada”.

Pese a que se creó el programa de inserción en matemática y se sinceraron los currículos de primer año, hoy la brecha se ha incrementado a niveles del año 2013. “La pandemia nos hizo un flaco favor: se enseña menos la asignatura y los niños están copiando. Por ello, debemos trabajar en un proceso continuo y formal para abordar esa brecha”.

Termina la entrevista resaltando lo importante que es el esfuerzo, pero que al mismo tiempo deben existir condiciones parejas para todos. “Me incomoda cuando se usa mi ejemplo en ese sentido”. 

Más sobre el decano Ponce

Sus áreas de interés en investigación son los Sistemas Dinámicos y la Geometría clásica. Doctor en Matemáticas por la Université Paris Sud (Orsay, 2007), bajo la dirección de Jean-Chistophe Yoccoz. Ha dirigido cuatro proyectos FONDECYT, participado como investigador asociado de dos proyectos Anillo PIA, además de otras iniciativas asociativas. En el ámbito de gestión, ha sido director de Gestión Docente de la facultad y decano desde 2016. Ha servido como director y secretario de la Sociedad de Matemática de Chile. Ha colaborado en la gestión con diversas iniciativas de promoción y búsqueda de talentos matemáticos como la Olimpiada Nacional de Matemáticas, el Campeonato Escolar de Matemáticas, el Premio al Talento Matemático Joven del Colegio de Ingenieros, el Taller de Razonamiento Matemático de la UC, entre otras. En el ámbito de la difusión de la matemática y la ciencia dicta habitualmente charlas de divulgación para todo público en múltiples plataformas. En 2015 recibió, junto con su estudiante Patricio Santibáñez, el Halmos-Ford Award a la excelencia expositiva por la Mathematical Association of America.

Mensaje a los profesores

“Mi respeto a los docentes. Cuando parto una charla, les digo que me demoré meses en hacerla, con una buena oficina y un buen salario. Pero creo que otra cosa es con guitarra… Es difícil hacer clases a más de 40 alumnos. A todos les digo que, como universidad, podemos colaborar con ellos y decirles que lo que hacen es una misión difícil. Cuenten conmigo”. 

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