Hablar del color blanco en el arte es, sin duda alguna, hablar de la luz, ya que ambos conceptos son inseparables. En su origen etimológico, blanco viene del germánico “blank”, que significa “brillante”. En griego viene de “luecos”, que significa “luz” y “brillo”. Fue uno de los primeros colores utilizados en las expresiones que en nuestros días consideramos como artísticas junto con el rojo, ocre y amarillo, y para ello usaron minerales como la calcita o tiza.

A finales del año 1660, Newton experimentaba con la luz y el color. Fue en ese momento cuando descubrió que la luz del sol estaba compuesta por ondas de diferentes colores que al reunirse forman la luz blanca, y al descomponerla con un prisma, se logra observar rojo, naranja, amarillo, verde, azul y violeta. Para la ciencia, el blanco es un ente acromático; para el arte, un elemento fundamental, especialmente en la teoría del color, ya que sin él no existirían los demás colores. Aún se discute si debería ser considerado como un color, pues al carecer de matiz y croma, no debería ser integrado en aquel grupo y en algunas ocasiones se le llama “valor” y no color, ya que tiene la cualidad de oscurecer o iluminar los demás colores.  

En las obras de arte contemporáneas, el blanco ha sido utilizado principalmente para representar el minimalismo y los efectos luminosos. En 1918, el pintor ruso Kazimir Malévich (1879-1935) pintó una obra a la que llamó “Blanco sobre fondo blanco”. En ella, el cuadrado blanco representa la geometría en su estado más esencial, la síntesis misma del objeto y la pureza absoluta del color. Esta pintura rompe con todo el pensamiento anterior y plantea que el arte no depende de la representación de la naturaleza, sino que este, en su pureza, puede prescindir de cualquier contenido y volver a lo esencial. 

El norteamericano Dan Flavin (1933-1996) continuó explorando en estos términos en su obra “The Nominal Three (To William of Ockham)” del año 1963, obra compuesta por tubos fluorescentes de luz blanca y fría montados intercalados verticalmente sobre un muro, conformando con gran rigurosidad y pureza un espacio pulcro y simple. El empleo de estos tubos son propios de la estrategia minimalista del arte contemporáneo, sumado al afán del artista por utilizar objetos manufacturados posibles de obtener en el comercio.

Kazimir Malévich, "Blanco sobre fondo balnco", 1978, 79 x 79 cm, pintura al óleo, Museo de Arte Moderno (MOMA), Estados Unidos.

Actividad plástica

Recomendada para primer ciclo (correspondiente de 5º a 8º básico)

Comenzar la actividad dialogando con las y los estudiantes sobre lo que representa para ellos el color blanco. Posteriormente, realizarán un disco de Newton que les permitirá comprender cómo se forma el color blanco a partir de la combinación de los colores del arcoíris. Primero, dibujarán y recortarán un circulo en cartón y lo dividirán en seis partes, dibujando radios desde el centro; posteriormente, colorearán cada sector de uno de estos colores: rojo, naranja, amarillo, verde, azul y lila. Finalmente, hacer dos agujeros cerca del centro y pasar dos hilos de unos 70 cm para ligarlos en los extremos. También pueden hacerlo girar como una pirinola, poniendo un lápiz o un palo de brocheta grueso. ¡Está listo para hacerlo girar y descubrir el color!

Finalizarán la actividad compartiendo los resultados de su experiencia con sus compañeros y compañeras.