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Regístrate y accede a la revistaReflexionar sobre la importancia del rol del Estado en la provisión de educación para nuestros alumnos es un tema relevante para directores, decanos y académicos. Concuerdan que la educación pública no es la panacea para los problemas que aquejan a nuestros establecimientos y, además, en la necesidad de fortalecerla.
Desde la ciudad de Ovalle, Jaime Rojas, director del colegio Santa María, también está interesado en ser parte de la discusión acerca de quién debería entregar educación a los alumnos, según se está discutiendo en la Convención. Señala que, de acuerdo con los años que lleva inmerso en el mundo educativo, “creo que puede existir un equilibrio entre la educación que entrega el Estado y los particulares. No soy partícipe de decir que solo el Estado o solo los particulares van a entregar una mejor educación. Creo que, así como existen instituciones educacionales estatales excelentes, también las hay particulares, todo va a depender de la gestión interna y, sobre todo, del apoyo de las familias en el desarrollo de sus hijos, es decir, del contexto inmediato de los estudiantes”.
En esa línea explica que los colegios son distintos unos a otros, y todos cuentan con un proyecto educativo único, “pero lo importante es que la motivación y el objetivo siempre sea que los niños, niñas y jóvenes desarrollen la integralidad del ser humano”, señala el director desde la ciudad de Ovalle, en la Región de Coquimbo.
Jaime Rojas, Director del colegio Santa María en Ovalle.
“Nosotros consideramos a la familia como núcleo del establecimiento, de hecho, decimos que somos una ‘familia mariana’ y nos autodefinimos como coformadores en la educación de nuestros estudiantes, de otra manera ni siquiera lo imaginamos”.
Por tanto, todos los avances que se logren en materia educativa son claves. Por ejemplo, para la decana de la Facultad de Educación de la Universidad del Desarrollo, Josefina Santa Cruz, “la responsabilidad del Estado con la educación pública es ineludible y no me parece contradictoria con el apoyo del Estado a las familias que quieran elegir un proyecto educativo diferente”.
Señala la decana ser partidaria de que los padres puedan tener la posibilidad de elegir entre una diversidad de proyectos educativos, y esa posibilidad la da la provisión mixta. “Hoy, los colegios subvencionados son fundaciones educacionales sin fines de lucro, donde el acceso es regulado centralmente por el Estado y el lucro está prohibido. La existencia de más colegios que provean una educación de calidad y diversa, tanto estatales como no estatales, es indispensable para que el derecho preferente de los padres para educar a sus hijos sea realmente un derecho”.
En ese sentido, el director del colegio Santa María explica ser partidario de que en el establecimiento se enseña y en la casa se educa. “Nosotros consideramos a la familia como núcleo del establecimiento, de hecho, decimos que somos una ‘familia mariana’ y nos autodefinimos como coformadores en la educación de nuestros estudiantes, de otra manera ni siquiera lo imaginamos”.
En tanto, Joaquín García-Huidobro, académico, columnista y miembro del Grupo de Investigación en Filosofía Práctica del Instituto de Filosofía en la Universidad de los Andes, señala respecto de la libertad de los padres de elegir la educación de sus hijos que la tarea de los padres no se reduce simplemente en engendrar a sus hijos. “Ella apunta a introducirlos en la vida social, a transmitirles una cultura. La pretensión de reemplazarlos en esta labor única me parece totalitaria”.
Josefina Santa Cruz, Decana de la Facultad de Educación de la Universidad del Desarrollo. “Pienso que la responsabilidad del Estado con la educación pública es ineludible y no me parece contradictoria con el apoyo del Estado a las familias que quieran elegir un proyecto educativo diferente”.
Advierte García-Huidobro que resulta disparatado que funcionarios o un partido oficial sepan mejor que los padres lo que conviene a los hijos. “Ciertamente puede haber casos excepcionales donde los padres no estén en condiciones de cumplir esa función, y habrá que resolverlos, pero desde luego no se puede construir el modelo social tomando esas patologías como si fueran la regla”.
Por otro lado, y a propósito de provisión mixta, indica Josefina Santa Cruz que hay un dato interesante y poco conocido: los colegios subvencionados en Chile, elegidos por el 69% de los padres en primera preferencia en el Sistema de Admisión Escolar (reporte MINEDUC 2021) y donde estudia más de la mitad de los niños y jóvenes en nuestro país, reciben menos subvención que los colegios públicos. “Esto quiere decir que, si en una misma familia un hijo va a un colegio subvencionado y el otro a uno público, el primero recibe menos subvención que el segundo. Si consideramos que todos los estudiantes de Chile son iguales, independiente del colegio que eligen, entonces todos merecen el mismo apoyo del Estado, pero esto hoy en Chile no ocurre”.
Por tanto, pensar que la educación pública será la solución a todos los problemas que tiene Chile en materia educativa, “no es cierto y esa es la razón de que las dificultades en materia educativa en Chile son de gran envergadura, muy complejos y como sabemos, se han agravado a propósito de la pandemia, que produjo una tragedia en términos de aprendizaje y graves dificultades de convivencia escolar”, recalca Santa Cruz.
Sobre este tema, advierte Jaime Rojas: “Creo que ni uno es bueno, ni lo otro es malo, más juegan las definiciones de los proyectos educativos, la gestión interna de los establecimientos educacionales y, por supuesto, el contexto. Que resulte va a ser tarea de todos: autoridades, sostenedores, directivos, docentes, asistentes de la educación, estudiantes y familia, porque la complejidad estará determinada siempre por el contexto. Ahí está el rol profesional de la educación para asumir tanto los desafíos técnicos como los adaptativos.
Sobre el desempeño de la Convención, apunta García-Huidobro: “Aparece como particularmente desorientada. Gran parte de sus integrantes fueron elegidos porque representaban intereses o causas muy particulares. Pero una Constitución es exactamente lo contrario: en ella se trata de establecer o mejor dicho precisar (porque no se debe partir de cero) el diseño institucional para la vida en común. Por eso no nos puede extrañar que cometa errores precisamente en estas materias que nos interesan a todos”.
En otro tema, explica la decana que la educación escolar debe ser declarada prioridad nacional y deben disponerse recursos para mejorar las condiciones de los profesores, “al tiempo que se brindan todos los apoyos humanos y financieros que permitan no solo compensar lo perdido, sino avanzar en calidad, entendida como la certeza de que la escuela realmente ofrece oportunidades de desarrollo integral a todos sus estudiantes y los prepara para ser ciudadanos que saben vivir con otros y buscar el bien común”.
Joaquín García-Huidobro, Académico, columnista y miembro del Grupo de Investigación en Filosofía Práctica del Instituto de Filosofía en la Universidad de los Andes.
Sobre si está en riesgo la libertad de educación: “Todos tenemos dentro un pequeño dictador y es necesario mantenerlo a raya. De lo contrario, ese dictadorzuelo arremeterá contra las libertades más básicas y una de las primeras víctimas ha sido siempre la libertad educativa de los padres”.
A juicio de la académica de la UDD habría que llevar a la escuela todo el saber acumulado en innovación, “pues ahora sí deberá empujar sus límites y para eso necesitará mucha ayuda ya que, si el sistema escolar no es prioridad en serio, no habrá quién quiera ir a la escuela, ni a aprender ni tampoco a enseñar”.
Erika Muñoz, directora de la Confederación de Padres y Apoderados de Chile.
-¿Qué piensas de las discusiones que están ocurriendo ahora en la Convención?
-Para nosotros es muy desesperanzador el panorama. Muchos vieron en la Convención la oportunidad de consagrar derechos que no mencionaba la anterior Constitución y mejorar la realidad de vida en el país, pero jamás nos imaginamos que la propuesta nos quitaría derechos inalienables, como el derecho preferente que tenemos como padres a elegir la educación de nuestros hijos, y menos que rechazara el derecho de los padres a criar a sus hijos en sus creencias y valores. Asimismo, no podemos confiar en que el Estado se hará cargo de formar o elegir lo que es mejor para nuestros hijos porque este ha demostrado no ser un buen cuidador. Además, somos los padres quienes mejor conocemos a nuestros hijos y sabemos cuáles son sus necesidades, sus habilidades, sus fortalezas, y en ese contexto es que elegimos el proyecto educativo que se suma en el desarrollo integral de los niños, niñas y adolescentes.
-¿Cómo afectaría el hecho de que se limitara la libertad de elección? ¿Aquello rompería con la tradición que ha existido en el sistema educacional chileno?
-La libertad de enseñanza es mucho más que una tradición, al contrario, creo que es la diversidad del sistema lo que nos permite tener elección en la educación que queremos para nuestros hijos. Cada proyecto educativo, con sus propias características, ha respondido a las necesidades de nuestras familias. Si esta libertad no existiera, terminaría con el sueño de miles y miles de familias que han visto en la educación el verdadero motor de movilidad social y les ha permitido a sus hijos romper con el círculo de la pobreza, alcanzando una educación superior, o técnico profesional.
-¿Qué avances, si es que han ocurrido, han logrado en la lucha para que quede consagrado el derecho a la no discriminación arbitraria del Estado?
-Desgraciadamente no hemos visto ningún avance, muy al contrario, impera una mirada sesgada y una discriminación que lleva a algunos convencionales a aprobar solo el fortalecimiento en recursos, gestión e infraestructura para la educación pública y no para el sistema particular subvencionado. Hoy, nuestros hijos no tienen asegurada la subvención para su educación si no están en un establecimiento de educación público, porque en todo lo presentado por la Comisión de Derechos Fundamentales no se menciona. Y ya no hablamos solo de discriminación en beneficios que entrega el Estado, sino en lo fundamental, que es que ese mismo Estado se haga cargo de financiar la educación de los millones de niños, niñas y adolescentes que hoy estudian con financiamiento público, como son los alumnos de los colegios públicos estatales y particulares subvencionados.
-¿Qué ha sucedido respecto de la ley SEP (Subvención Escolar Preferencial)?
-El único avance que hemos visto en la ley SEP es la flexibilidad en el uso de los recursos, pero aún los alumnos de las escuelas especiales son discriminados en ese sentido, ya que no pueden recibir la SEP.
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