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Regístrate y accede a la revistaEn el libro Mindsight, el psiquiatra Daniel Siegel aporta un valioso punto de vista de la libertad desde la neurociencia. Los padres y educadores pueden enseñar a los niños y adolescentes a usar su espejo interior para comprender sus emociones y las consecuencias de nuestras reacciones, y escoger conductas favorables a su bienestar y futuro. Aquí explicamos algunas de las ideas más motivadoras de su libro.
La protagonista de la película Red, de Disney y Pixar, es un perfecto ejemplo. Cuando llega a la pubertad, la niña toma la forma de un panda rojo enorme cada vez que siente emociones intensas. Las primeras veces que ocurre la niña se asusta, siente rabia y rompe cosas. De a poco, va aceptando el cambio, analiza en qué situaciones aparece ese animal y aprende a usarlo a su favor. La niña pasa de sentir que está poseída por un panda rojo, a tomarlo como parte de su identidad y a integrar ese rasgo a su vida de manera constructiva.
A eso se refiere el término “mindsight” acuñado por Daniel Siegel, psiquiatra estadounidense, académico e investigador de la Universidad de California (UCLA). Puede traducirse como “visión de la propia mente” y se define como “una capacidad exclusiva del ser humano que nos permite examinar detenidamente y a fondo los procesos por los que pensamos, sentimos y actuamos. Nos permite cambiar y reencauzar nuestras experiencias interiores para tener más libertad de elección en nuestros actos cotidianos y más poder para crear el futuro y convertirnos en autores de nuestra propia historia”, explica Siegel en el libro titulado Mindsight.
Al revisar lo que ocurre en nuestra mente, las razones que nos mueven, lo que produce cada emoción en nosotros, o cómo se gatilla esa emoción, nos convertimos en protagonistas más potentes, pues dejamos de vernos arrastrados por lo que ocurre en nuestro interior.
Para Dan Siegel es esencial que los padres y profesores estén al tanto de esta capacidad del ser humano. “Un padre, en vez de pensar que debe controlar el comportamiento del hijo, debería darse cuenta de que su tarea es enseñarle esta habilidad del ‘mindsight’, que es observarse a uno mismo. Los estudios muestran que cuando los padres enseñan esto, los niños aprenden a regular su comportamiento. Los padres que no lo entienden acaban muy centrados en repetirles a sus hijos pequeños lo que deben hacer y controlar su comportamiento, sin que el niño tenga la habilidad para regularse a sí mismo”.
En cambio, cuando los niños aprenden que todo lo que hacen es porque han sentido un impulso inicial, consiguen entender mejor ese impulso y controlar su comportamiento mucho más profundamente. Pueden darse cuenta de que no funcionan de forma automática, sino que pueden escoger qué hacer.
¿Todos podemos cultivar el “mindsight”? Sí. Es un lente a través del cual mirar el día a día y se va cultivando hasta volverse un hábito, es decir, se graba en el cerebro como una forma de respuesta. Porque todo este trabajo mental no es solo a nivel psicológico o espiritual, sino que va transformando el cerebro, pues estimula nuevas conexiones. “La neurociencia apoya la idea de que desarrollar la capacidad reflexiva del ‘mindsight’ activa los mismos circuitos que crean entereza y bienestar y que subyacen a la empatía y a la compasión. Por otro lado, la neurociencia también ha demostrado claramente que podemos cultivar estas conexiones nuevas en cualquier etapa de la vida, no solo en la infancia”, señala el libro.
Tan potente es este lente del “mirarse a uno mismo” que es la base de terapias para personas con enfermedades mentales, traumas o lesiones en el cerebro. En esos casos la persona no puede emprender por sí mismo este crecimiento, pero con la ayuda de un terapeuta y de la mano de técnicas como el mindfulness son capaces de ver los cauces de acción de su mente y hacer los cambios necesarios para sentirse más libres y relacionarse mejor con las otras personas.
La idea no es juzgar a otras personas ni estancarnos en la culpa. Pero debemos aceptar que no somos esclavos de nuestras emociones y que siempre hay algo que podemos hacer para romper las malas inercias.
Algunos conceptos iluminadores que explica el libro Mindsight:
Equilibrio emocional
Cuando estamos en equilibrio emocional nos sentimos vivos y a gusto. Los sentimientos se despiertan lo suficiente para que la vida tenga significado y vitalidad, sin llegar a descontrolarse ni a abrumarnos. Ante los retos que plantea la vida, hasta la persona más sana puede sentirse confundida y perder el equilibrio alguna que otra vez, pero analizando nuestro actuar podemos encontrar la raíz de esas explosiones y escoger encontrar la manera de mantener la mente amplia ante estímulos externos o internos.
Flexibilidad de respuesta
La capacidad de hacer una pausa antes de responder es una parte muy importante de la inteligencia emocional y social. Nos permite ser plenamente conscientes de lo que sucede y frenar nuestros impulsos el tiempo suficiente para elegir la mejor respuesta. Es una capacidad que todos procuramos demostrar y enseñar a nuestros hijos y que podemos seguir reforzando toda la vida.
Conciencia moral
Se refiere a la capacidad de pensar y de actuar para el bien común o de la sociedad. A todos nos pasa que la emocionalidad exuberante puede llevarnos a actuar de manera incorrecta o irracional para los parámetros de nuestra propia conciencia moral. Por eso, es esencial estar atentos para enmendar y volver a ser capaces de ver las cosas como realmente son y no según nuestras emociones.
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