Rojo: El primer color del arte 

Para poder hablar sobre el color rojo en el arte, tenemos que ir muy atrás en la historia de la humanidad, a las primeras manifestaciones de la pintura hace unos 75.000 años. Ahí podemos encontrar una primera roca pintada con ocre, un mineral rico en hierro que al oxidarse se torna rojizo. Este descubrimiento sugiere que los primeros Homo sapiens habían aprendido a utilizar el ocre como pigmento para hacer arte y plasmar sus primeras impresiones sobre lo que les rodeaba. El color rojo es entonces, el primer color del arte y uno de los pigmentos más valiosos por tener orígenes naturales como es el caso de, por ejemplo, el carmín que se obtenía del insecto llamado cochinilla.  

Pero ¿qué sentimientos y sensaciones nos evoca el rojo? Culturalmente es un color que guarda gran cantidad de significado, el cual varía según época y lugar geográfico: para Oriente es el color de la buena fortuna y de la riqueza. Para los romanos fue el color de la libertad, en la Europa medieval es el color de la protección y el poderío, asociado al clero y los aristócratas. Durante el Renacimiento simbolizó el color de la sangre de Cristo en el martirio y la crucifixión, así como también el fuego del infierno que iluminaba la cabellera de algunas mujeres. Ya en el siglo XX, el pintor ruso Wassily Kandinsky, impulsor del arte abstracto, asoció al color rojo características musicales indicando que era un color ardiente e inquieto como los tonos claros de un violín. 

Desde los estudios de la psicología del color, se ha demostrado que el color rojo capta nuestra atención y estimula el sentido de la vista, incluso causa efectos en nuestra frecuencia cardíaca y produce una notable activación neuronal. Por esta misma razón, suele relacionarse con sentimientos intensos y enérgicos como el amor, la pasión o la ira. También puede darnos la señal de que ocurre algo que nos amenaza y activa las reacciones fisiológicas del estrés.

Para la artista japonesa Yayoi Kusama, el rojo ha sido el color con el que ha protagonizado algunas de sus más inquietantes alucinaciones. Conocidas son sus intervenciones de espacios interiores atiborrados de lunares de color rojo.

Actividad recomendada para SEGUNDO ciclo (correspondiente a 5º a 8º básico)

Comenzar la actividad, dialogando con los estudiantes sobre lo que representa para ellos el color rojo. Es posible dirigir la actividad iniciando con algunas preguntas: ¿dónde encontramos el color rojo en la naturaleza? ¿A qué sensaciones y/o emociones podemos asociar el rojo? Si observamos una obra donde este predomina, ¿qué sentimos? Luego, los estudiantes construirán un caleidoscopio siguiendo las instrucciones que podrán encontrar en el canal YouTube de Museo Artequin: https://www.youtube.com/watch?v=XRi-smsNALU&t=50s, pero en esta oportunidad solo pondrán objetos de color rojo al interior de él, como, por ejemplo, mostacillas, lentejuelas, papelitos, entre otros. De este modo, al girar el caleidoscopio podrán ver las tonalidades cambiantes de rojo en contraste con el espacio donde se encuentren.

Para finalizar, los estudiantes compartirán los resultados de su actividad y cómo se sintieron al realizarla.