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Regístrate y accede a la revista“Escuela en Comunidad” es una iniciativa mexicana que tiene como objetivo unir a padres de familia, docentes, alumnos y líderes de la comunidad en un objetivo común: mejorar la calidad educativa. Karla Hemuda, nos explicó las cinco etapas.
“Nuestro principal objetivo es regresar la escuela a la comunidad como el centro social desde donde se hacen proyectos de mejora y de desarrollo para todos”, señala Karla Hemuda, coordinadora general de Escuela en Comunidad, una organización mexicana con más de 11 años de experiencia en intervenciones territoriales. Agrega: “La idea es que las escuelas se conviertan en importantes centros comunitarios desde donde surgen proyectos para todos, creando un entorno donde la sociedad participa y busca oportunidades para cambiar sus vidas”.
A través de una metodología muy específica, se entregan diferentes herramientas de gestión y habilidades a los padres de familia, maestros, directores y líderes comunitarios, para que desarrollen pensamiento crítico, definir la problemática escolar y comunitaria, y así adquirir una mayor capacidad de organización y ser capaces, finalmente, de generar proyectos de inversión social. “En resumen, a través del fortalecimiento del tejido social, los miembros de la escuela y la comunidad se interesan de manera mutua en su desarrollo, lo que aporta al bienestar social general”, señala Karla Hemuda.
“La idea es que las escuelas se conviertan en importantes centros comunitarios desde donde surgen proyectos para todos, creando un entorno donde la sociedad participa y busca oportunidades para cambiar sus vidas”. Karla Hemuda, coordinadora general de “Escuela en Comunidad”, México.
El equipo de “Escuela en Comunidad” está formado por expertos en desarrollo social, educación, sociología, pedagogía, psicología y gestión pública. Para escoger el colegio a intervenir, este equipo busca que la zona de implementación tenga un alto grado de marginación o vulnerabilidad, que cuente con escuelas públicas de educación básica –ya sean federales o estatales– y, si es posible, que acredite otros organismos o asociaciones civiles que estén realizando algún tipo de desarrollo comunitario en la zona.
En cada escuela en que intervienen implementan un programa a través de cinco etapas, durante tres años:
La base del trabajo está en el mejoramiento del Consejo Escolar, formado de manera voluntaria por padres de familia, maestros, directivos y líderes comunitarios. Su primera tarea es definir en conjunto los problemas que más afectan a la comunidad y a la escuela y elaborar un diagnóstico. A través del vínculo con diversas organizaciones especializadas se les capacita en habilidades blandas para elaborar un plan de acción para resolverlos. “Esta iniciativa no sería lo que es sin la formación que se les da a los padres y a los docentes con la idea de propiciar un ambiente de colaboración y diálogo entre todos”, explica la coordinadora general.
“Escuela en Comunidad” le enseña al Consejo Escolar a gestionar soluciones a diferentes problemáticas que pueden estar afectando no solo a los colegios, sino a toda la comunidad, enseñándoles a buscar apoyo en las distintas organizaciones públicas y privadas para resolverlas. También enseña a promover la participación ciudadana, a desarrollar una agenda escolar en común y a procurar más recursos económicos de manera autogestionada.
En esta etapa del programa se les enseña a los padres de familia y a los docentes cómo fortalecer la comunicación y los aspectos afectivos de los niños para así prevenir conductas de riesgo que pueden significar problemas emocionales no resueltos. Para Karla Hemuda, esta etapa es fundamental, ya que es muy importante conocer cuál es la problemática psicoemocional de los niños y poder ayudarlos a encontrar soluciones, además de lograr un equipo de profesores y padres de familia comprometidos con la institución.
Junto con los profesores, voluntarios y empresas asociadas implementan técnicas novedosas de aprendizaje que elevan la calidad educativa del establecimiento, el interés por el conocimiento y el gusto por continuar con sus estudios. También han hecho alianzas con importantes empresas tecnológicas, las que, a través de concursos, invitan a los alumnos ganadores a conocer desde adentro cómo funcionan sus instalaciones, lo cual es una experiencia tremendamente enriquecedora para niños que vienen de contextos sociales difíciles.
Además de ello, durante la pandemia vieron que era importante crear nuevos recursos educativos y material pedagógico para acompañar a los niños y los docentes en la educación a distancia. Así, crearon una cartelera de experiencias virtuales en vivo enfocadas en las ciencias, con el objetivo de profundizar aún más el desarrollo integral de los niños y niñas.
Con la nueva capacidad de gestión, adquirida en las capacitaciones iniciales, en conjunto con el Plan de Acción elaborado por el Consejo Escolar, “Escuela en Comunidad” apoya a los establecimientos con recursos económicos para que junto con programas gubernamentales existentes resuelvan sus necesidades de infraestructura más apremiantes. Pero no solo para obras dentro de la escuela. En algunos casos han levantado fondos para realizar obras de alcantarillado en el barrio, para construir un parque público e incluso un recetario con preparaciones simples y de bajo costo en el que participó toda la comunidad.
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