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Regístrate y accede a la revistaConversamos con Diego Vallejos, cofundador de Radar y Pulso Escolar, dos plataformas que usan analítica avanzada de datos, Big Data y encuestas para apoyar a equipos directivos y sostenedores a tomar decisiones. A partir de esos datos, obtenidos de más de 200 colegios, Diego nos cuenta sus conclusiones sobre las brechas de aprendizaje en este tiempo de educación en línea.
“Capturamos información desde Google Classroom y Google Meet, donde se pueden ver las conexiones de los estudiantes, cómo se están conectando y si están entregando las tareas o no”, cuenta Diego Vallejos, cofundador de Radar Escolar, una empresa de data que, por un lado, cuenta con una plataforma digital de obtención de datos y, por otro, tiene Pulso Escolar, donde realizan encuestas. A través de la primera opción y de estas plataformas de clases online (Google Meet y Google Classroom), complementado con los resultados obtenidos en sus encuestas, han podido obtener una serie de conclusiones sobre los aprendizajes de clases online.
Brecha en la misma sala de clases: “Se habla de colegios que tienen brechas entre ellos, esas brechas sí las vimos, son bien visibles, pero son temas de los que se tiene harta conciencia. Lo que nosotros vimos ahora es que lo que está pasando súper fuerte es que dentro de los compañeros de curso, dentro de un grupo de curso del mismo colegio, la brecha es gigante, y eso no pasa siempre. Y esas brechas son explicadas por quien se conecta poco y hay un grupito de estudiantes que se conecta a la mitad o menos, que el que más se conecta del curso”.
Alumnos desconectados son el 20 por ciento de la sala de clases: según estos datos, Diego explica que, por ejemplo, si Juanito se conectó siete veces en una semana, un compañero de él, solo lo hizo una o dos. “Y si vas acumulando todas las semanas, de repente aparece un grupo de estudiantes que está súper desencajado, a los que seguramente les está costando muchísimo este mundo online, y ese es un 20 por ciento de la muestra total. Es mucho y está pasando en todas partes, a nivel de colegios particulares, subvencionados, y en el fondo eso reviste un desafío gigante”. En la práctica, de los 40 o 45 alumnos, ocho ya están muy atrasados respecto a sus compañeros.
“El rendimiento académico explica mucho”. Al ver quiénes eran estos alumnos, el cofundador de Radar Escolar señala que la vulnerabilidad de los niños no es la explicación y tampoco se explica por si tienen o no conexión; “es mucho más que eso”, afirma. “Cuando lo empezamos a cruzar con los promedios del 2019, 2020, ahí sí vimos una buena explicación, y esa buena explicación es que son alumnos que, como ya les costó el colegio mucho antes, ahora es más fácil para ellos desenganchar”.
“Aquellos estudiantes que tuvieron notas bajas el año pasado, son estudiantes que este año partieron rebotando. Parece ser que este formato favorece mucho que esos estudiantes se desenganchen completamente porque se pueden conectar a una clase y a otra no, es más fácil pasar piola, es más difícil hacerles un seguimiento, porque pueden estar ahí, pero no están, no se ven”, agrega Diego.
Ojo con alumnos entre prekínder y 4° básico y alumnos TP: estos alumnos que “se desenganchan”, como señala Vallejos, están en todas partes, “pero se ve más fuerte en los niveles más chicos, de prekínder a 3° básico, y tiene sentido porque una hipótesis detrás de esto es que, en esos cursos, no es solo su voluntad y capacidad para conectarse, sino que además tiene que estar involucrado el papá o el apoderado”.
El segundo ciclo básico parece ser el menos afectado, de 4° a 8° básico, según explica Diego, y agrega que “donde es súper fuerte, casi a nivel de prekínder a 3° básico, es en la media técnico-profesional, de 3° a 4° medio, y ahí se pone complicado. Esos 3° y 4° medios eligieron una carrera técnica profesional, donde es “hacer” y el hacer en un mundo online es difícil, y eso hace que se desenganchen más fácilmente”.
Atentos a alumnos que están mal socioemocionalmente: al cruzar la información de ambas plataformas de datos, según explica Vallejos, la plataforma de Pulso Escolar envía alertas de alumnos que, a partir de encuestas socioemocionales, no se muestran bien, y suelen ser también los mismos alumnos a quienes les cuesta más y con quien se está “desenganchando” de la clase.
“Todo esto se puede detectar”, esta es la última conclusión de Diego, y añade: “Hay señales bien claras que se pueden ir abordando: por un lado, no conectarse; por otro lado, son alumnos que no entregan las cosas. Si les haces una encuesta, van a saltar los patrones socioemocionales; por otro lado, las notas son más bajas.
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