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Regístrate y accede a la revistaA través de cuatro cuentos, que relatan la historia de cuatro animales diferentes, cada uno con necesidades educativas especiales, María Paz Errázuriz y Catalina Tapia buscaron abordar la inclusión desde situaciones cotidianas y de manera atractiva y así crear conciencia de la importancia del respeto de las diferencias entre todas las personas. ¿Cómo lo hicieron? Aquí nos cuentan.
Fue la pandemia lo que motivó a María Paz Errázuriz, psicopedagoga, y Catalina Tapia, fonoaudióloga, a animarse a escribir cuentos de inclusión. Se conocieron trabajando en una fundación para personas con síndrome de Down, donde vivieron de cerca esta realidad. “En plena pandemia, se nos dio la casualidad de que las dos estábamos buscando cómo aportar desde nuestras profesiones con algo concreto a este proceso de inclusión y creímos que a través de los cuentos se podían tocar estos temas”, cuenta María Paz.
Ambas veían que había poco material y el que existía trataba los temas desde una perspectiva descriptiva de estas necesidades o más enfocado en el ámbito escolar. “Quisimos que se abordara en situaciones cotidianas y sin poner etiquetas, para que también fueran los libros favoritos para leer en familia y que los niños comprendan las diferencias de manera atractiva y lúdica”, aclara Catalina.
Así, se pusieron manos a la obra: “Primero pensamos en necesidades educativas especiales que fueran recurrentes en el ámbito escolar y que nosotras conociéramos debido a nuestra experiencia. A partir de eso, surgieron las tres primeras temáticas: síndrome de Down, trastorno del espectro autista y déficit atencional. A partir de esto, decidimos que los personajes de los cuentos fueran animales, porque los niños empatizan con ellos, los llevan a imaginar y a conectarse de manera lúdica con estas realidades”, señala María Paz.
Con eso en mente, hicieron una lluvia de ideas, pensando en las características de cada condición. Por ejemplo, cuenta Catalina, “el personaje del mono es perfecto para retratar el déficit atencional y de a poco fueron naciendo las distintas historias, el tigre se llama Teo porque tiene TEA (trastorno del espectro autista), entre otras. El último libro que escribimos es en relación a los inmigrantes debido a que es una realidad muy común en los colegios hoy y que es importante abordar”.
Finalmente, para llevar el libro al papel, María Paz afirma que “nos preocupamos de que las ilustraciones fueran llamativas, con colores vivos y a la vez tiernas, porque sabemos que son fundamentales para la interacción del niño con el cuento. Por eso, escogimos a Pilar Parro, quien supo representar a nuestros personajes y sus historias, superando nuestras expectativas”.
“Además de fomentar la lectura, imaginación, lenguaje oral, comprensión, entre otras habilidades que potenciamos a través de la literatura infantil, estos cuentos en particular tienen la finalidad de crear conciencia de la importancia del respeto de las diferencias entre todas las personas. A través de ellos se genera una reflexión y un diálogo súper enriquecedores acerca de la inclusión, y se instalan temas desde chicos de forma natural y entretenida”, reflexiona María Paz.
“Ha sido muy enriquecedor para nosotras saber que nuestros libros han generado impacto tanto en niños como en adultos. Los niños empatizan y/o se identifican con los personajes, disfrutan las historias, participan activamente en el proceso de lectura y piden leerlos una y otra vez. Los padres han ido aprendiendo características sobre estas condiciones y han podido conversar con sus hijos de manera natural sobre las diferencias entre todos, y los educadores han agradecido esta herramienta para abordar los temas dentro de la sala de clases con los compañeros”, agrega Catalina.
“Estos cuentos en particular tienen la finalidad de crear conciencia de la importancia del respeto de las diferencias entre todas las personas. A través de ellos, se genera una reflexión y un diálogo súper enriquecedores acerca de la inclusión, y se instalan temas desde chicos de forma natural y entretenida”. María Paz Errázuriz.
“Creemos que hemos tenido una excelente recepción de los cuentos”, afirma Catalina. Aunque ha sido un gran trabajo ya que, como cuenta, el libro lo editan ellas mismas, sin editorial, y eso las ha llevado a realizar un gran trabajo de boca a boca. “Aún así, nos hemos sorprendido cómo, entre las mismas pymes, nos ayudamos, con el apoyo de varias pequeñas librerías físicas y online nos hemos ido dando a conocer y llegando cada vez a más personas”, agrega.
También les han llamado la atención las distintas experiencias que han vivido las familias luego de leer los libros. “Por ejemplo, nos han contado que se enojan con los personajes que molestan a la osita Mora. Además, nos mandan fotos por redes sociales de los niños abrazando sus cuentos, o que los han metido en la mochila para llevarlos al colegio. Varias personas nos han comentado que incluso han tenido que esconder los libros porque quieren leerlos todo el día”, dice Catalina.
María Paz cuenta que tienen muchas ideas en mente: “La inclusión es un tema que puede abarcarse desde muchísimas necesidades o situaciones. Acabamos de lanzar nuestro cuarto libro y por ahora estamos enfocadas en eso y en potenciar los cuentos que ya escribimos. De todas maneras, a corto plazo se vienen nuevas sorpresas, estamos creando actividades complementarias imprimibles que los padres puedan descargar desde nuestra página web y así ir desarrollando diferentes habilidades. Pensando un poco más a futuro, por supuesto que queremos seguir creando personajes e historias”.
“Se habla de inclusión en todas partes y suena muy bonito en el papel; no obstante, creemos que queda mucho camino por recorrer”, reflexiona María Paz y agrega: “Hoy día se plantea la idea de que el medio es quien debe adaptarse al niño, en este caso los colegios o los jardines; sin embargo, creemos que en la realidad el peso recae en el profesor. Es él quien gracias a su disposición y compromiso logra ser un verdadero aporte en el proceso de inclusión, que tiene que tener como base a una familia alineada con el colegio; es decir, que lo que la familia espera sea congruente con lo que el colegio ofrece”.
María Paz, quien también es profesora de enseñanza básica, cuenta que, si bien conocen a muchos educadores dispuestos a apoyar este proceso, muchas veces les faltan herramientas. “Yo estudié pedagogía y son pocas las herramientas que se entregan en la carrera, es gracias a mi postítulo en Dificultades de aprendizaje que logré comprender las distintas necesidades educativas especiales. Además, es fundamental el continuo perfeccionamiento en los colegios, no basta con la teoría que uno aprende en la universidad”.
¿Dónde encontrar los cuentos de inclusión?
Instagram: @cuentos.inclusion
Página web: www.cuentos-inclusion.com/
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