Suscríbete a nuestra revista y podrás leer el contenido exclusivo online
Regístrate y accede a la revistaNunca es tarde para recuperar el vínculo con un estudiante que, por distintos motivos, ha abandonado la escuela. De aquello conversamos con Raimundo Larraín, quien es profesor, jefe de la División de Educación General del Ministerio de Educación y bioquímico de la UC.
El año pasado más de cuarenta mil alumnos salieron del sistema escolar y por ello, mientras antes puedan reingresar, es fundamental, según nos contó Raimundo Larraín, quien es profesor y jefe de la División de Educación General del Ministerio de Educación, además de cofundador de Impulso Docente y alumni de Enseña Chile.
—¿Por qué crees que es clave trabajar para evitar la exclusión de los alumnos? ¿Cuáles son las medidas más urgentes de tomar?
—Nunca es tarde para recuperar el vínculo con un estudiante que, por distintos motivos, ha abandonado la escuela. El año pasado cuarenta mil niños y jóvenes salieron del sistema escolar. Mientras antes se pueda recomponer la relación con cada uno de ellos, más auspicioso será su reingreso al sistema escolar.
Para ello, cuenta Raimundo Larraín, se requiere primero identificar a esos alumnos, “saber quiénes son, dónde y con quiénes viven, y luego implementar estrategias tales como visitas domiciliarias, acercarse a los apoderados y elaborar un plan de apoyo remedial para esos estudiantes, que les permita motivarse de nuevo con la continuidad de sus estudios”.
“Un indicador altamente asociado a la deserción escolar es el ausentismo escolar o la participación de los estudiantes en las actividades de educación a distancia. Por ejemplo, un estudiante que falta más de 3 días a clases en los primeros dos meses, es una señal suficiente para apoyarlo con estrategias más personalizadas”.
—¿Qué se debe hacer, entonces?
—Lo que más se aconseja es levantar alertas a tiempo. Mientras antes detectemos factores de riesgo, más posibilidad de éxito. Un indicador altamente asociado a la deserción escolar es el ausentismo escolar o la participación de los estudiantes en las actividades de educación a distancia. Por ejemplo, un estudiante que falta más de 3 días a clases en los primeros dos meses, es una señal suficiente para apoyarlo con estrategias más personalizadas.
—Algunas estrategias concretas…
—Se recomienda: trabajar el sentido de asistir a clases, establecer metas factibles de lograr por el estudiante, trabajar rutinas de levantada y de dormir, y trabajo codo a codo con los apoderados. Por último, es fundamental reflexionar y mostrar ejemplos, sobre el valor de la educación, con aquellos estudiantes que tienen inquietudes respecto de seguir estudiando.
—En este sentido, ¿cómo nos ha afectado la pandemia?
—La pandemia ha debilitado el vínculo familia-escuela, que es un factor protector por excelencia para prevenir la deserción escolar. Asimismo, la falta de socialización de los estudiantes, de aprender a convivir y a relacionarse con otros, son factores que gatillan la pérdida de identidad y una dificultad mayor para identificar y gestionar las emociones. Por eso, las experiencias de reencuentro en clases presenciales han sido tan valoradas por los estudiantes, porque les han permitido recuperar el sentido más profundo de lo que significa educarse.
Revisa nuestro contenido en todas las plataformas desde un teléfono hasta nuestra revista en papel.
Mantengamos la conversación, búscanos en twitter como @grupoEducar
Tweets by grupoEducarIngresa a nuestra comunidad en Facebook y profundicemos el debate.