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Regístrate y accede a la revista“La adolescencia siempre es una etapa complicada, pero llena de oportunidades”, afirma la psicopedagoga española Sonia López. Aunque las cuarentenas y los problemas asociados a la pandemia han hecho más complejo aún este momento del desarrollo para muchos jóvenes y sus familias, esta experta entrega luces para aprovechar lo positivo de lo que hemos vivido.
Como una “enamorada de la adolescencia”; así se describe Sonia López, psicopedagoga española y madre de dos jóvenes de 13 y 16 años. Ha dedicado su carrera a ayudar a familias y profesores a conocer y llevar de la mejor manera posible esta compleja etapa de la vida de sus hijos y alumnos.
Para ella, acompañar a un adolescente es una tarea muy difícil, llena de retos y de estrategias por aprender, pero también repleta de oportunidades de conexión y crecimiento. Sin embargo, reconoce que la pandemia ha complicado aún más el escenario al forzar a miles de jóvenes a encerrarse, sin la cercanía de quienes más los entienden en este momento: sus pares.
De acuerdo con esta psicóloga española, las cuarentenas han complicado una parte de la vida de los más jóvenes, que ya es muy difícil para ellos. “La identidad social es el pilar de un adolescente. Si bien sus padres pueden ser un referente, en esta etapa los amigos son mucho más importantes pues les ayudan a construir el ‘quién soy’ ”, aclara.
La Unicef informó en marzo de 2021 que uno de cada siete niños o adolescentes –es decir, 332 millones en todo el mundo– ha vivido bajo políticas de confinamiento durante al menos nueve meses desde el comienzo de la pandemia de COVID-19, lo que supone un riesgo para su salud mental y su bienestar.
Por otra parte, la psicóloga explica que la pandemia ha hecho vivir a esta generación de adolescentes momentos de incertidumbre, de cambios constantes y de contextos complejos para gran parte de sus familias. “Entonces, es normal que ellos presenten altos niveles de estrés, de irritabilidad y de ansiedad”, señala.
¿Qué debemos hacer como padres ante esta situación? En primer lugar, la psicóloga recomienda mantener la calma y convertirnos en modelos asertivos a la hora de gestionar todos los cambios, ayudándolos a entender que todo esto pasará y que pronto recuperaremos la normalidad. Luego, entender y enseñarles qué es la “resiliencia proactiva”.
—¿Qué es la resiliencia proactiva?
“Es la capacidad de buscar respuestas a los problemas. Consiste en desarrollar las habilidades necesarias para enfrentarse a una nueva realidad repleta de cambios”, señala Sonia López. “La pandemia nos ha mostrado lo cambiantes y volátiles que pueden ser las cosas, y que el mundo en el que crecerán nuestros hijos va a ser tremendamente incierto”, explica. Aconseja aprovechar esta etapa para entregar a niños y adolescentes herramientas para superar las adversidades, desde una actitud realista, pero muy optimista.
La resiliencia proactiva también implica entender el error como parte imprescindible del aprendizaje. Es esencial que los padres les expliquemos a nuestros hijos que el cambio es una parte indiscutible de la vida y los contratiempos son una oportunidad para aprender, para mejorar y para buscar la mejor versión de uno mismo.
Para ello, Sonia López dice que es necesario explicarles a los niños que el problema no reside en lo que les pasa, sino en qué hacen con eso. “Enséñenles a hacerse preguntas y no sólo a contestarlas, sino a reflexionar sobre el porqué de las cosas. Fomenten su creatividad y la flexibilidad ante las adversidades como la mejor arma para buscar soluciones, donde el humor y ver las cosas con distancia sean parte fundamental de su vida”, señala.
Un 44% de los más jóvenes está desanimado o muy desanimado y un 20% señala que está animado; cifras que contrastan con el segmento de mayor edad.
Uno de los principales motivos de preocupación de las familias con hijos adolescentes es la falta de comunicación. Sin embargo, este debe continuar siendo uno de los pilares más importantes en nuestro acompañamiento durante esta etapa y por esta razón debemos encontrar estrategias que nos permitan crear espacios para que esto ocurra. “La base de una buena comunicación con un adolescente es elegir bien el momento y el lugar”, explica Sonia López. Debe haber ganas de entenderse, sin interrogaciones, ni comparaciones.
Sonia López Iglesias es psicopedagoga, maestra y formadora de familias y equipos docentes. Experta en educación emocional y comunicación. Es columnista del diario español El País y es colaboradora de la comunidad El Club de las Malasmadres.
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