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Regístrate y accede a la revistaPozo Almonte, Región de Tarapacá. Ñuñoa, Región Metropolitana. Profesionales de la educación de cada uno de esos lugares, nos contaron su experiencia. Mientras en el norte del país la asistencia, debido a la conectividad, es de un 40-50% de los alumnos, en el centro llega al 90%, lo cual refleja una gran diferencia en cuanto al aprendizaje digital y en el cómo lograrlo.
Doscientos cuarenta y dos alumnos tiene la escuela básica Fuerte Baquedano, en la comuna de Pozo Almonte, Región de Tarapacá, en su mayoría hijos de funcionarios militares que viven en la brigada del Ejército del lugar. Para Mariana Zarricueta, coordinadora UTP Comunal, Departamento de Educación de la Corporación Municipal de Educación de Pozo Almonte, ha sido difícil poder lograr el aprendizaje a través de medios digitales: “Sólo el 60 por ciento de los estudiantes tiene conectividad y el resto lo contactamos vía telefónica, es por ello que se utiliza la flexibilidad al máximo para analizar cada acción y replantearse los procesos”.
Mariana cuenta que, tras una encuesta realizada a los alumnos sobre su estado de ánimo, se dieron cuenta de que más del 80 por ciento de los estudiantes presentaban miedo, frustración y ansiedad. “Esta información nos cambió el foco de trabajo (antes centrado en entrega de guías) y nos dedicamos a fortalecer el aprendizaje socioemocional antes que los contenidos y habilidades. Para ello diseñamos el proyecto de vinculación: ‘Hoy más que nunca todos unidos’, el cual tiene como objetivo establecer un vínculo con la comunidad educativa, a través de diversas estrategias que conforten el día a día durante la suspensión de clases en contexto COVID-19”, cuenta Mariana.
Algunas de esas acciones del cambio de foco son publicar afiches y videos por Facebook con efemérides, implementar salas de Facebook o Zoom, para estrechar lazos entre profesores y estudiantes, tal como solicitaron los apoderados en las asambleas. “Después decidimos implementar la retroalimentación y aplicamos una autoevaluación después de cada set de trabajo, para conocer cuáles son los contenidos que necesitaban retroalimentar. Y así nacieron las sesiones de retroalimentación por Zoom o Meet una vez al mes”, señala Mariana.
Distinto es el caso del Liceo República de Siria perteneciente a la Corporación Municipal de Desarrollo Social de Ñuñoa, donde trabajan Marcela Silva, jefa de la Unidad Técnica Pedagógica de Preescolar y Primer Ciclo, y Claudia Pavez, jefa de la Unidad Técnica Pedagógica de Segundo Ciclo.
“Dada la diversidad de familias existente en nuestra comunidad educativa, en un inicio del trabajo remoto la participación en el trabajo online a través de la plataforma era baja, las razones eran múltiples. Al transcurrir el tiempo se incorporaron cada vez más estudiantes debido al seguimiento y apoyo por parte del colegio, ya que nuestro objetivo era que en lo posible el ciento por ciento de nuestra población escolar accediera a su aprendizaje”, cuentan las profesionales del Liceo República de Siria.
“Para esto se recurrió a redes de apoyo como padres y apoderados de cada grupo curso, solicitándoles y motivándolos a participar de esta nueva forma de aprender. También los docentes haciendo un diagnóstico de las familias que contaban con dispositivos e internet, capacitando y motivando a participar en este trabajo remoto asincrónico. Con esto se logró tener una participación y asistencia del 90 por ciento aproximadamente de los estudiantes”.
Para Claudia y Marcela ha sido una buena y desafiante experiencia. Si bien antes utilizaban las TIC como apoyo, hoy han pasado a ser la manera de hacer clases. Cuentan que los docentes tuvieron que aprender sobre la base del ensayo y error, y donde los con mayores habilidades tecnológicas han apoyado a sus pares, compartieron tutoriales que les permitieran manejar de mejor manera la plataforma Google Classroom. “Además, la Corporación de Educación de nuestra comuna perfeccionó a sus docentes impartiendo el curso ‘Competencias Metodológicas y Digitales para Docentes del Siglo XXI: Aula Digital’, permitiéndoles conocer herramientas de Google Suite e instalar un modelo de clase digital al generar cápsulas multimedia para compartir con sus estudiantes y retroalimentar su comprensión a través de formularios en línea, entre muchas otras acciones”.
“A medida que ha transcurrido el tiempo se han apropiado del uso de la plataforma Google Classroom y de otros recursos tales como cápsulas explicativas, audios, creación de canal de YouTube para subir sus videos, presentaciones, entre otros que han permitido enriquecer el proceso, motivar el aprendizaje de los estudiantes y motivarse ellos mismos en esta tarea educativa”, complementan Claudia y Marcela.
Como señala Mariana, en la Escuela Básica Fuerte Baquedano no hay evaluaciones: “Por tener un 60 por ciento de conectividad de los estudiantes, no hemos podido cumplir con el artículo 4° del decreto 67, que dice ‘Tendrá un uso formativo en la medida en que se integra a la enseñanza para monitorizar y acompañar el aprendizaje; es decir, cuando la evidencia del desempeño de éstos se obtiene, interpreta y usa por profesionales de la educación para tomar decisiones acerca de los pasos siguientes’.
Estamos iniciando la implementación de la retroalimentación de forma paulatina, a partir de los resultados de las autoevaluaciones de cada set de trabajo, porque tenemos claro que no llegamos a todos los estudiantes y no tenemos las evidencias del desempeño necesarias para hacer un proceso evaluativo formativo y mucho menos obtener una calificación”, agrega Mariana.
En el caso del Liceo República de Siria, como cuentan Claudia y Marcela, la evaluación en prebásica y básica es formativa y se privilegia el proceso y progreso del aprendizaje de cada estudiante. “Si bien este tipo de evaluación no siempre finaliza con una calificación (nota), su orientación es evaluar para el aprendizaje, de esta forma el docente monitoriza y retroalimenta oportuna y constantemente a cada uno de sus estudiantes a través de la plataforma o vía mail. La retroalimentación es una oportunidad para los estudiantes respecto de sus aprendizajes y para los docentes respecto de la interacción entre sus prácticas pedagógicas y los aprendizajes de sus estudiantes. La retroalimentación es una de las estrategias más efectivas para avanzar y mejorar en los aprendizajes, es un factor importante para motivar a los estudiantes”.
“Creemos que es fundamental que los padres y apoderados estén presentes en la escuela, es por eso que los integramos a las actividades remotas que hacemos, tanto en la celebración del Día de la Madre, como la celebración de las efemérides, entre otras actividades que publicamos en nuestra página de Facebook, además de eso tenemos monitorización cada 15 días de los profesores a sus estudiantes; pero si alguien lo necesita, se puede hacer más seguido. Se ha instalado un sistema de derivación a Convivencia Escolar para aquellos estudiantes que necesiten apoyo adicional del psicólogo de la escuela o las redes cercanas al establecimiento”, relata Mariana sobre lo que viven en Pozo Almonte.
Lo mismo ocurre en Ñuñoa: “El colegio ha mantenido una comunicación permanente con las familias a través de la página web, plataforma, vía mail, reuniones virtuales y telefónicas. Se han utilizado estos canales de comunicación con las familias para entregar información de tipo pedagógico, socioemocional, beneficios sociales a los cuales podían acceder, infografías con medidas sanitarias” , afirman Marcela y Claudia.
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