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Regístrate y accede a la revistaMinistro de Economía desde el 28 de octubre de 2019, no le han tocado tiempos fáciles para dirigir esa cartera; aun así, se dio un momento para conversar con Revista Educar sobre la situación actual y también sobre sus recuerdos escolares. Lucas Palacios nos cuenta.
Han sido tiempos revueltos, eso bien lo sabe Lucas Palacios, actual ministro de Economía desde octubre del año pasado. Anteriormente fue Subsecretario de Obras Públicas entre los años 2012 a 2014 y 2018 a 2019. Padre de cuatro hijos, “todos muy cariñosos” como él mismo señala. Hablamos de los tiempos desafiantes, de anécdotas y profesores escolares, del teletrabajo y más.
—Una época difícil y desafiante para ser ministro de Economía, ¿cómo la ha vivido?
—La he vivido con mucho trabajo y humildad, ya que la economía relaciona a unas personas con otras y en este período las relaciones humanas están cargadas de múltiples emociones, como son el temor, la angustia o incertidumbre. Por eso, se necesita tener mucha oreja para ponerse en el lugar de quienes están viviendo una situación más complicada, y eso exige humildad para reconocer que uno no se las sabe todas. Muchas personas están perdiendo sus trabajos, disminuyendo sus ingresos o directamente con sus negocios cerca de la quiebra. La situación económica actual es muy compleja en lo social y humano.
—Sí, son momentos difíciles, y llenos de cambios. Uno de esos es el teletrabajo, que con la contingencia se ha visto implementado rápidamente en muchos lados. ¿Cómo ha sido el experimentar el teletrabajo?
—Tuve que estar cinco días en mi casa con cuarentena preventiva y estuve todo el día trabajando con videoconferencias. Fue bastante cansador, pero eficiente. Además, desde el Ministerio también me tocan reuniones con muchas contrapartes que están teletrabajando. En definitiva, creo que el teletrabajo es una herramienta que ayuda mucho, pero igual yo prefiero el contacto directo con las personas.
“Se necesita tener mucha oreja para ponerse en el lugar de quienes están viviendo una situación más complicada, y eso exige humildad para reconocer que uno no se las sabe todas”
—Me imagino que no hay mucho tiempo, pero ¿le ha tocado ser profesor en estos días, de sus hijos?, ¿cómo ha sido esa experiencia?
—Tenemos cuatro hijos y todos muy cariñosos. Cuando llego a la casa se me tiran al cogote y necesitan tiempo, el cual busco entregárselos. Mi trabajo es muy exigente, pero eso no implica ni justifica dejar de darles su espacio. En estos meses mis hijos me han preguntado mucho por temas que están pasando en el país, primero con el estallido social y ahora con el coronavirus. Les trato de explicar en sencillo, lo cual es muy difícil, porque a veces los temas son complicados. Ser profesor, aunque sea de tus propios hijos, es un gran desafío.
—Remontémonos a cuando era escolar, ¿qué memoria tiene de esos días?
—Tengo muy lindos recuerdos. Siempre estudié en el Manquehue (SSCC Manquehue). Era un colegio grande, en donde uno se podía perder en las canchas que tenía, muchas de las cuales hoy están ocupadas por edificios o casas. En esa época era solo de hombres, ahora es mixto. Tuve grandes profesores y muy buenos amigos, varios de los cuales conservo hasta el día de hoy.
—¿Algún chascarro o anécdota de esos tiempos?
—Recuerdo muchas anécdotas. En esa época, los alumnos éramos muy cercanos a los profesores e inspectores. En los recreos tirábamos la talla con varios de ellos, y hasta recuerdo algún caso de pelea entre alumno e inspector... Por supuesto, después todo volvía a la normalidad con rapidez. Nos reíamos mucho. Y, por supuesto, algún caso en que nos fugamos y nos pillaron. Ahí los castigos o “arrestos” –como les llamaban– eran de temer.
—¿Alguna materia que le costaba más? ¿Era un estudiante disciplinado?
—No tenía muchos problemas con el estudio. Me sacaba buenas notas. Me acuerdo que por ahí por octavo básico me tuve que poner las pilas en Matemáticas, porque me empezó a costar un poco más y me quería preparar bien para la enseñanza media.
—¿Recuerda a algún profesor o profesora en particular?
—A varios les tengo especial cariño, al igual que a ciertos inspectores, ¡a quienes conocí por los famosos arrestos! De los profesores, la miss Miriam, Eduardo Sotomayor, Wilfredo Muñoz, Juan Estadella, Juan Negrete, Dagoberto Campos, Alberto Sotomayor, entre varios otros.
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