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Regístrate y accede a la revistaLos invitamos aconocer la obra del artista francés Jacques-Louis David (1748-1825), considerado como uno de los pintores más influyentes del arte francés del siglo XIX. David fue representativo del Movimiento Neoclásico, estilo que se caracterizó por intentar recrear los valores de la Antigüedad Clásica. Puntualmente en el arte, y en el caso de David, este artista se inspira en modelos escultóricos y en la mitología griega para la realización de sus obras, pues algunos artistas de esta época consideraron vivir en tiempos heroicos, dignos de la historia griega y romana.
Jacques-Louis David fue un activo participante de la Revolución Francesa y estuvo alineado con las ideas de Napoleón Bonaparte. Tanto así, que siempre quiso realizar una obra para él. En 1800 Napoleón cruza los Alpes por el paso de San Bernardo, hazaña que les permitió a los franceses obtener la victoria en la Batalla de Marengo, ya que arribaron sorpresivamente por esta ruta. Este audaz episodio quiso ser conmemorado a través de una pintura que le hiciera justicia y fuese un registro para las futuras generaciones.
Fue así como se le encargó este hecho histórico a David, “Napoleón cruzando Los Alpes”, icónica obra que conocemos hasta el día de hoy. Esta pintura tiene cinco versiones realizadas por el artista entre 1801 y 1805. En ella, observamos a un Napoleón totalmente idealizado, representado con austeridad y severidad, muy en línea al estilo neoclásico. Aunque la historia cuenta que en realidad Bonaparte cruzó sobre una mula, pero fue él mismo quien solicitó que fuese representado “severo sobre un fiero caballo”. Muy distinta es la versión realizada por el artista francés Paul Delaroche, que al parecer se ciñó a las ideas de la pintura realista, que se estaba gestando en esa época.
Las diferencias entre ambas obras son abismales, y nos invitan a reflexionar sobre qué información nos entregan las obras de arte o las imágenes en general, ya que el arte, como cualquier sistema de códigos visuales, se trata de convenciones establecidas y ellas no necesariamente tienen como propósito ejemplificar la realidad tal cual es.
Invitamos a los estudiantes a observar ambas obras propuestas en el texto anterior. Se sugiere comenzar con la pintura de Jacques-Louis David, partir realizando una lectura visual de la obra. Pueden comenzar desde lo más básico, con preguntas tales como: ¿Qué vemos? ¿Qué elementos reconozco en esta obra? ¿De qué año se imaginan que es la obra? ¿Quién será este hombre a caballo? ¿En qué lugar se está desarrollando la escena? ¿Qué otros elementos puedo reconocer? Luego de ello, los invitamos a observar con atención la pintura de Paul Delaroche, para luego abrir el diálogo con las mismas preguntas y debatir respecto a las similitudes y diferencias entre ambas piezas. Sería interesante ahondar con los estudiantes sobre cuál de las dos obras, a su juicio, está más cercana a la realidad. Comentarles brevemente sobre el episodio histórico que representan ambas obras.
Para continuar con la actividad práctica necesitarán elementos como ropa, telas, accesorios y maquillajes. Se invita a los estudiantes a trabajar en grupo y escoger a un personaje de la actualidad que podría ser nuestro héroe o heroína. Se escogerá dentro del grupo a un compañero o compañera para que lo personifique, pero el objetivo es que reflexionen sobre cuánto hay de idealización en la imagen que promueven de este personaje y cómo sería una versión real, no idealizada.
Para terminar, cada grupo debe presentar su personaje, explicar al resto del grupo de quién se trata y por qué lo han representado de tal o cual manera.
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