No había tiempo que perder. Los alumnos no se pueden quedar atrás y la materia hay que pasarla. Pero no se trata de una tarea fácil porque primero había que revisar la conexión a internet de los estudiantes, por ejemplo. “En esa línea, nuestro primer esfuerzo se enfocó en asegurar los aprendizajes base que por ningún motivo se pueden poner en peligro. Con esto me refiero, por ejemplo, a la fluidez lectora, el manejo de operaciones básicas matemáticas, comprensión lectora, entre otras”, cuenta Tomás Rivadeneira, el director del establecimiento, que también pertenece a la red educativa de Fundación Irarrázaval.

Tomás Rivadeneira, director del Colegio Cree.

–¿Qué desafíos presenta para el colegio el periodo que estamos viviendo?

–Es evidente que estos tiempos han sido extremadamente desafiantes para todos y aún es incierto cómo vamos a salir y los daños que van a dejar. Tengo esperanza en que estas situaciones sacan lo mejor de las personas, y los chilenos hemos demostrado muchas veces tener una capacidad sorprendente de unirnos frente a la adversidad y salir adelante.

Ese espíritu, señala el director, “lo he podido ver claramente en nuestro equipo y en las familias del colegio. Los establecimientos cumplen un rol fundamental en una situación como la actual. En esa línea, nuestro primer deber es ponernos al servicio de las autoridades para lograr asegurar necesidades básicas como el reparto de las canastas de comida de la Junaeb, apoyar en la vacunación de los estudiantes y estar disponibles para todo lo que se requiera. Esta crisis, además de poner en riesgo la salud de las personas, va a tener un gran impacto en la situación económica de las familias, especialmente en lugares de mayor vulnerabilidad, como lo es donde se ubica nuestro colegio, por lo cual debemos monitorizar muy de cerca la situación de cada estudiante, buscando siempre asegurar que se mantenga un proceso educativo de calidad”.

–¿Cuáles fueron las primeras acciones que tomaron?

–Como colegio, desde que comenzó la suspensión de clases, nos pusimos a trabajar con una mirada de largo plazo, asumiendo que esto sería por varios meses. Obviamente, ha sido muy desafiante, pero nos hemos sorprendido con la cantidad de herramientas y estrategias que se pueden desarrollar para que los estudiantes puedan seguir aprendiendo a distancia.

“Adicionalmente, hemos ido complementando la estrategia con cápsulas de clase preparadas por nuestro equipo de profesores, que llegan a los estudiantes a través de YouTube”, señala Tomás Rivadeneira.

–¿Cómo han desarrollado con sus estudiantes la educación a distancia?

–La primera semana de suspensión hicimos un buen catastro para entender el nivel de tecnología con que cuentan nuestras familias, ya que es fundamental que la estrategia a seguir llegue a todos los estudiantes. En esa línea nuestro primer esfuerzo se enfocó en asegurar los aprendizajes base que por ningún motivo se pueden poner en peligro. Con esto me refiero, por ejemplo, a la fluidez lectora, el manejo de operacio es básicas matemáticas, comprensión lectora, entre otras.

Estos aprendizajes los trabajamos a través de tareas diarias con material impreso del colegio que todos los niños tienen en sus casas. Estamos monitorizando la ejecución de estas tareas a través de fotos que envían los apoderados al email del curso o por WhatsApp. Actualmente tenemos certeza de que el 80 por ciento de nuestros estudiantes están haciendo estas actividades y recibiendo retroalimentación de sus profesoras, esperamos que ese número vaya en aumento. Adicionalmente, hemos ido complementando la estrategia con cápsulas de clase preparadas por nuestro equipo de profesores, que llegan a los estudiantes a través de YouTube. Hace algunas semanas no estaba ni en la imaginación tener nuestro propio canal de YouTube. Ahora, incluso nos han llamado apoderados de colegios privados que lo están utilizando con sus hijos. (Canal CREE Cerro Navia). Por otro lado, es clave no perder del radar a los estudiantes con necesidades educativas especiales, para lo cual el equipo del proyecto de integración ha estado muy activo haciendo llegar las adecuaciones de las actividades a los niños que lo requieren.

–¿Algunas reflexiones que quieras compartir?

–Ha sido un proceso de mucho aprendizaje para todos, nos hemos visto obligados a buscar nuevas herramientas y poner la creatividad a trabajar al máximo. Estamos contentos con los resultados y sabemos que aún podemos hacer mucho más. El factor clave como siempre es la motivación, el compromiso del equipo con los estudiantes y trabajar muy coordinados.

–¿De qué manera están enfrentando la salud emocional de los alumnos y docentes?

–En situaciones como la actual es fundamental ser muy proactivos para mantener el bienestar emocional de los estudiantes y del equipo docente. Es un tema complejo, con muchas aristas, y hemos tenido que ir aprendiendo e investigando sobre la marcha.

En esta línea, cuenta el director acerca de una interesante estrategia que han utilizado: “Estamos implementando con los estudiantes mandarles desafíos lúdicos que no impliquen uso de tecnología. Pueden ser desde hacer un instrumento musical con envases de plástico, experimentos entretenidos, hasta darle un sentido novedoso a ser ayudante en las tareas de la casa. También, a través de videos hechos por nuestro equipo de formación, buscamos mantener las prácticas de mindfulness que hacemos cotidianamente en el colegio. El deporte también juega un rol importante, por lo que diariamente enviamos tareas y videos para que los estudiantes puedan realizar actividades deportivas en espacios reducidos. Finalmente, los equipos psicosociales siguen haciendo su trabajo y se mantienen en contacto con los alumnos y familias con los cuales trabajan”.

–¿Y el equipo de profesores?

–Respecto al equipo docente, esto también ha sido un gran desafío, Estamos fomentando constantemente el tener espacios importantes durante el día desconectados de la tecnología y ser estrictos con mantener horarios de trabajo definidos para poder llevar una vida equilibrada. Una actividad que nos ha servido para mantener la motivación y el sentido de equipo, es juntar a los 80 miembros en una reunión por Zoom al final de la semana; allí nos reencontramos, nos vemos las caras y compartimos experiencias motivantes que ocurrieron durante la semana.