”Lo que está sucediendo es una transformación educativa”, cuenta Ana María Fernández, fundadora de Edu1st, organización que lidera un equipo de aproximadamente 150 profesionales de la educación y también creadora del modelo educativo VESS, el cual se enfoca no solo desde la teoría o la investigación académica, sino también desde la visión, la práctica y la experiencia; tanto del usuario (estudiante), como de los directivos y docentes de cualquier institución educativa.

Fernández explica que, en esta transformación educativa, la docencia, tal como la conocemos, está en vía de extinción; es decir, el docente “dando información y dictando una clase” ya no debiera existir. Agrega que hoy se valora que personas de otras disciplinas, con conocimientos pedagógicos, también sean docentes y, por otro lado, se valora que los mismos docentes se actualicen.

“Ya no es ‘tú eres profesor de matemáticas y vas a ir a dictar estos conceptos’, ahora es cómo se construye la comprensión, para qué se aprenden las matemáticas, cómo construyo las matemáticas del hacer. Es una pedagogía muy distinta”, señala Ana María. “Sí se va a necesitar un conocimiento específico, de pedagogía, de cómo aprendo, mucha neurociencia, pero neurociencia aplicada”.

“Los profesores hoy no tienen la formación de lo que el mundo les está pidiendo y hace falta un movimiento gigante de actualización docente.Tenemos unos docentes que llevan 20 años de práctica con unos paradigmas antiguos, a ellos les va a doler el cambio, pero nosotros hemos tenido ejemplos fantásticos de gente que rápidamente hizo esa transformación”.

“Los profesores hoy no tienen la formación de lo que el mundo les está pidiendo y hace falta un movimiento gigante de actualización docente. Sin embargo, en esa actualización, uno tiene que ser justo y entender que venimos con unos paradigmas muy fuertes, tenemos unos docentes que llevan 20 años de práctica con unos paradigmas antiguos, a ellos les va a doler el cambio, pero nosotros hemos tenido ejemplos fantásticos de gente de muchísima experiencia, pero que rápidamente hicieron la transformación”.

Docentes del futuro: "Flexperto"

“Un buen profesor, espero que no dentro de 10 años, sino que ya, debiera ser un profesor actualizado”, enfatiza Ana María y explica: “El docente tiene el mundo en sus manos, porque tenemos internet, entonces debiera tener hambre de saber, de maravillarse con las cosas que están pasando en el mundo. Un docente debiera entender que mi tiempo fue mi tiempo, pero el del estudiante es otro y yo no le puedo dar las herramientas que a mí me dieron, las herramientas que me sirvieron tal vez sí, pero las herramientas que me sirven para adaptarme a un mundo desconocido. Entonces, un docente debiera focalizarse en qué vale la pena aprender que te sirva para un mundo desconocido”.

La fundadora de Vess agrega: “Debiera ser un docente de mente abierta. Un docente que tenga una autonomía intelectual. Si yo estoy actualizada, yo sé, tengo un conocimiento. El Dr. Perkins de la Universidad de Harvard usa un término que a mí me gusta mucho, que tiene flexperticia, que puede saber mucho de una cosa, pero en conexión con otras. Soy flexperto, me hago experto en algo, pero con una mirada que se conecta con el resto”.

“Por último, me parece fundamental un docente que entienda al individuo como ser humano y no como ser intelectual solamente. Nosotros en los colegios y en el espacio educativo estamos formando un ser integral, y hoy más que nunca se necesita esa integralidad de lo ético, de los valores, el conocerme a mí mismo, el tener este desarrollo emocional, pero también el desarrollo de mi integridad, de mi carácter”.

3 características clave del profesor del futuro, según Ana María Fernández:

• Profesor actualizado: el docente debiera tener hambre de saber, de maravillarse con las cosas que están pasando en el mundo.
• De mente abierta: que tiene flexperticia, que puede saber mucho de una cosa, pero en conexión con otras.
• Que entienda al individuo como ser humano: se necesita esa integralidad de lo ético, de los valores, el conocerme a mí mismo, el tener este desarrollo emocional, pero también el desarrollo de mi integridad, de mi carácter.