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Regístrate y accede a la revistaConvencidos de la importancia de actuar a tiempo y antes de que los hechos sucedan, en el tema de las drogas y alcohol en el Centro Educacional Luis Rutten, que pertenece a la Red de colegios de la Fundación Irarrázaval, trabajan estos temas en conjunto con la orientadora y el coordinador de Evangelización del colegio. Se trata de un establecimiento ubicado en Talca, que atiende a 418 alumnos con un índice de vulnerabilidad del 96.5%.
En concreto, ¿cómo trabajan con adolescentes el tema?
—Es evidente que el consumo de drogas por los adolescentes ha aumentado a nivel nacional y nuestro centro educacional no es ajeno a este problema. Por ello, creemos que la prevención del consumo de drogas y alcohol es el principal medio de que disponemos en el colegio para ayudar a los jóvenes a evitar los daños que puede causar su consumo y que a la larga se convierte en un difícil regreso a una vida saludable.
—¿Cuáles son los factores que estarían protegiendo a los alumnos?
—Para proteger a los estudiantes de insertarse en el mundo de las drogas se les ofrecen oportunidades al interior del aula como la instalación de un proceso de aprendizaje basado en su participación y colaboración, potenciando un ambiente y un clima favorables al aprendizaje. Por otra parte, se incluye la sensibilización directa a toda la comunidad educativa, a docentes y asistentes de la educación y a los estudiantes sobre los riesgos del consumo. También, darles la oportunidad de participar en actividades variadas permite satisfacer sus intereses y focalizar sus energías.
Factores protectores son los programas de orientación escolar que contemplan la prevención del consumo con temas sobre la autoestima y autoconcepto. Abordar los temas a la vez con los apoderados significa reforzar la responsabilidad ineludible de los padres y madres en la prevención: revisión del trato entre ellos, el conocimiento de las actividades y amistades de los hijos, la instalación de normas claras de convivencia familiar.
—¿De qué modo la escuela es un aliado?
—El colegio se convierte en un aliado de la prevención de las drogas generando instancias de sensibilización hacia el no consumo, habilitando espacios de encuentro de los jóvenes en torno a proyectos culturales y deportivos de vida sana, implementando programas que ayudan a la prevención. En nuestro centro educacional se aplican programas Senda que incluyen talleres para estudiantes y apoderados. Los principales aliados para prevenir el consumo son los padres de los estudiantes, que necesitan comprender no solo el alcance de los riesgos de sus hijos, sino que ellos sean los facilitadores de un ambiente sano de convivencia en el hogar. A los apoderados se les forma con temas específicos como es la parentalidad positiva y la relación papás-estudiantes.
—¿Qué otras orientaciones?
—Un modo interesante de prevención y que puede ser efectivo entre los estudiantes consiste en formar monitores entre ellos mismos para que puedan intervenir en talleres específicos para los grupos curso. Esos monitores se forman en neurobiología para explicar el funcionamiento del cerebro y el sistema nervioso y cómo las sustancias ingeridas provocan serios daños al sistema neurotransmisor que apoya la vida del ser humano. Entonces, son los mismos compañeros y compañeras de vida, quienes, en lenguaje común, transmiten la necesidad de una prevención temprana.
No existen varitas mágicas a las que recurrir para frenar el impacto demoledor del consumo, pero a corto y largo plazo una formación continua de prevención será la que instale el camino a decisiones fundamentales que cada joven puede tomar para una vida digna de ser vivida.
Más info: www.celuisrutten.cl
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