Desde que hizo su tesis como ingeniero informático, Ricardo Mansilla se dedica a desarrollar tecnología educativa. Luego de realizar softwares como Clik Educa, con excelentes resultados, ingresó al mundo de las aplicaciones, donde ha desarrollado tres distintas apps ligadas a la educación, una de ellas es Gud, que busca generar una solución para mejorar el bienestar de los profesores.

Ricardo Masilla

“Todos sabemos que los profesores trabajan en un contexto bien difícil, no necesariamente se les reconoce como debiese, no ganan lo que debiesen ganar, es muy difícil pararse frente a 40 niños y la responsabilidad a su vez es muy grande. Con ese contexto más algunos datos, que tienen que ver con la cantidad de licencias médicas por salud mental, o con enfermedades profesionales, decidimos generar un proyecto que vaya en esa línea. Y así nació la idea de Gud, una integración de psicología positiva y tecnología que busca generar una solución para los profesores, atacando puntualmente un problema específico que tiene que ver con su bienestar”, señala Ricardo.

Lo que hace Gud, en concreto, es identificar las fortalezas de carácter que tenga más desarrolladas cada profesor. “Eso lo hace la aplicación usando instrumentos que no son nuestros, sino de Martin Seligman (padre de la psicología positiva), y que están absolutamente validados. Nosotros los incorporamos y les damos interactividad”, explica Mansilla.

El software hace un diagnóstico de cada profesor, después de que este responde una serie de preguntas en una etapa de levantamiento de la información. “Lo que dice la ciencia de la psicología positiva es que todos tenemos 24 fortalezas de carácter más o menos desarrolladas, pero presentes en todas las personas. Y lo que hace el software es potenciar las cinco que tiene más desarrolladas cada profesor, entonces trabaja con el ‘vaso medio lleno’. Busca lo bueno más que la problemática y con lo bueno genera un plan de trabajo de 30 días”.

El plan de trabajo consiste en una intervención, que guía el software, donde todos los días en las mañanas aparecen dos cosas en la app: la primera es una cápsula que es un pequeño video, que nutre la fortaleza; y lo segundo, un pequeño desafío para llevar a la práctica esa fortaleza. “Por ejemplo, si la curiosidad es una de esas fortalezas que tiene el maestro, le va a proponer cuatro desafíos en torno a la curiosidad; por ejemplo, hoy día tienes que conversar con un colega y preguntarle qué lo motivó a ser docente, por decir algo. La evidencia y la grabación quedan en el software” cuenta Ricardo.

En definitiva, agrega, “son desafíos muy lúdicos, muy simples, que no consumen más allá de 10 minutos y que buscan mejorar las relaciones humanas, mejorar el autodescubrimiento y nutrir esas fortalezas de carácter. Como es a base de psicología positiva, cosas positivas es lo único que pasa. No hay nada que busque o que pueda generar conflictos en esa lógica”.

“Creemos que no se puede hablar de calidad en la educación y de ningún resultado si el profesor no está bien. Y estar bien pasa por estar bien físicamente, mentalmente, en sus relaciones en el colegio, en su bienestar en el amplio sentido de la palabra. Para nosotros es un proyecto que, si bien trabaja estas habilidades humanas o blandas como se dice injustamente, es vital. Nos ha tocado un par de colegios donde las relaciones han estado súper malas y al final ver y constatar que hay una mejora en torno a eso es como un barniz, no es la cura definitiva a nada, pero creemos que es un aporte importante para que se den las cosas que se tienen que dar. Creemos que el bienestar de los profesores es una condición necesaria para poder hablar de aprendizaje”, enfatiza Ricardo.

Al alcance de todos

En marzo de este año nace la fundación Apptitudes con el fin de llevar Gud y las otras aplicaciones desarrolladas por Mansilla y su equipo a colegios vulnerables. Por un lado, siguen entregando las aplicaciones a establecimientos educacionales que estén interesados en mejorar el bienestar de sus profesores y, por otro lado, si existen establecimientos vulnerables que no pueden acceder a ellas, la fundación tiene un modelo donde una marca puede donárselas a un colegio. Es así como han logrado llegar a escuelas rurales de Chiloé, Puerto Montt y más de 12 en la comuna de Maule.

“Los profesores son muy abiertos y receptivos en estos colegios”, recalca Mansilla, y reciben de manera muy agradecida todo lo que pueda ayudar a mejorar su bienestar y, en definitiva, el aprendizaje de sus alumnos.