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Regístrate y accede a la revistaEn julio pasado, el Parlamento francés adoptó de forma definitiva la prohibición de los móviles en los centros de educación primaria y secundaria, una promesa de campaña del Presidente Emmanuel Macron. En Chile no existe consenso aún entre los especialistas sobre qué medidas adoptar. ¿Qué opinan los expertos? Aquí, lo que nos contaron…
CHARO SÁDABA, decana de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra, quien dictó una conferencia sobre “La gestión de la reputación en un entorno digital”, como parte del seminario Seduc 3.0, “Tecnología y Educación” en octubre pasado. “Lo digital es el nuevo normal. Tenemos que asumir lo digital como nuestro contexto cotidiano. Éste es el mundo en que vivimos”.
RICHARD A. FRIEDMAN, destacado psiquiatra estadounidense en entrevista en Revista YA:
“La llegada de una nueva tecnología provoca por lo general un pánico médico y moral. ¿Recuerda todas esas advertencias de que la televisión iba a descomponer el cerebro? Jamás sucedió”.
“La pregunta real es si la tecnología digital puede producir los cambios perdurables en el cerebro que causan las drogas adictivas. Hay poca evidencia de que este sea el caso. Y si bien un alcohólico al que se le priva de su bebida puede padecer un síndrome de abstinencia potencialmente mortal, yo aún no he visto a un adolescente en la sala de urgencias con síndro-me de abstinencia de smartphones, sino solo a un adolescente hosco que quiere que le devuelvan su teléfono”.
“Las cosas no son tan terribles. Porque hay pocos estudios que indiquen mayor ansiedad entre los adolescentes, y estos se basan en mediciones autodeclaradas –de los niños o de sus padres–, las que tienden a sobreestimar los índices de desórde-nes porque detectan síntomas suaves, no síndromes clínicamente significativos”.
PEDRO HEPP, académico de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso: “En mi opinión, el docente tiene un gran desafío sobre para qué y cómo usar celulares en aula; es decir, debe haber un propósito pedagógico y una metodología para el uso. El profesor puede recurrir a la literatura para ver ejemplos de uso y hacerlo gradualmente, a través de ejercicios cortos en que se usa el celular. Por ejemplo, aprendiendo a buscar información sobre un evento histórico o contenido científico y reflexionar sobre su veracidad”.
“Creo que en un colegio, antes de decidir prohibir o permitir celulares, debe informarse bien a los profesores y apoderados sobre los beneficios y riesgos. Además, a los profesores hay que ofrecerles metodologías, ejemplos de uso y tiempos de práctica para incorporarlos. Existe literatura que sugiere que los estudiantes no utilicen tecnología en los colegios antes de los 16 años (o al menos no usarla en educación básica), lo cual es una estrategia válida si los docentes no han sido formados en el uso en aula. El celular siempre podrá permitirse en el recreo y en el hogar, pero en la sala de clases debiera ser decisión del docente (no del Estado ni de una ley)”, dice el académico de la PUCV.
CAROLINA PÉREZ STEPHENS, educadora de párvulos UC, licenciada en Estética UC y máster en Educación de la Universidad de Harvard, sostiene que “nadie podrá decir que esto (la tecnología) llegó para quedarse y que no podemos hacer nada al respecto. Es cosa de ver los productos que venden para guaguas, sillitas nido con portatabletas y protectores para celulares para bebés de seis meses de edad. Nadie en su sano juicio debería pensar que ésta es la nueva normalidad”.
“Los científicos llevan cerca de diez años estudiando el fenómeno y los daños que producen las pantallas interactivas en cerebros de niños en desarrollo. El problema es que en ciencias una década de investigación es muy poco para señalar causalidad, hoy solo se puede hablar de asociaciones. Entonces, la pregunta es ¿queremos esperar diez años más para ver los estragos que al final produjeron?, ¿quiere que su hijo sea conejillo de Indias? Medio siglo atrás, los doctores y dentistas decían que fumar cigarros no traía consecuencias ni para la salud ni para los dientes. El tiempo y las investigaciones probaron lo contrario”.
SANTIAGO BLANCO, gerente general de SIP Red de Colegios, quien por su experiencia dice que “el uso de los celulares es sumamente adictivo y disruptivo en la vida de las personas, pero cada vez más necesario por el contexto en el que vivimos. Creo que los colegios no deben incorporar el celular como herramienta en la sala de clases, pues es una potencial fuente de distracción enorme”.
“Y aun cuando las tecnologías se han ido desarrollando de forma explosiva y por lo tanto no necesariamente de una forma orgánica, el uso regulado de otro tipo de dispositivos en donde se puede tener un mayor control, como computadores o tabletas, no elimina el uso de las tecnologías en la sala y no impide que en un futuro los adolescentes puedan aprender a usar un celular. Personalmente, creo que este dispositivo, mientras más tarde se les entregue a los jóvenes, mejor”.
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