Cuando pensamos en deporte y en destacados nadadores se nos viene a la mente el conocido nadador norteamericano Michael Phelps. Se le conoce como el deportista olímpico más premiado de todos los tiempos, con un total de 28 medallas, además de poseer los récords de más galardones olímpicos de oro (23), más de oro en eventos individuales (13) y más medallas olímpicas en eventos masculinos (15).

Sin embargo, lo que muchos desconocen es que a través del deporte logró superarse también en el ámbito educativo. Comenzó a nadar a la edad de siete años, influenciado en parte por sus hermanas y la necesidad de controlar su hiperactividad. Cuando estaba en sexto grado (11 años), fue diagnosticado con trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH). Sin embargo, gracias a la motivación y habilidades que le daba el deporte, años después obtuvo un récord nacional para los nadadores de su edad, y comenzó a entrenarse en el North Baltimore Aquatic Club.

Una de sus frases más difundidas es “No voy a predecir la historia. Pero nada es imposible”. Es que además de los conocidos beneficios para la salud, con el deporte no solo se mejoran los resultados Simce, sino que también se desarrollan en los alumnos habilidades y aptitudes necesarias para su formación integral.

Por ello, recibimos con optimismo los anuncios de la actual ministra del Deporte, Pauline Kantor, quien prometió mejorar la eficiencia de las clases de educación física de los alumnos, para que de verdad contribuyan y generen en los niños los beneficios antes señalados.