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Regístrate y accede a la revistaSalidas a terreno, talleres de distintos tipos y una importante actividad de la pastoral, son algunas de las prácticas que realizan en el Complejo Educacional Padre Óscar Moser (CEPOM), en la comuna de Padre Las Casas, en La Araucanía. “Procuramos formar hombres y mujeres íntegros, que contribuyan a engrandecer la sociedad”, señala su director, José Gaete.
Treinta y cinco años cumplió este 2018 el Complejo Educacional Padre Óscar Moser, perteneciente a la Fundación Magisterio de La Araucanía, y que también es parte de la Red de Colegios de la Fundación Irarrázaval. La iniciativa que comenzó el año 1983 con el fin de continuar la tarea de evangelizar y mejorar las condiciones de vida de la localidad de Padre Las Casas y de las comunidades mapuches. Hoy cuenta con 1.088 alumnos, quienes pueden elegir entre ocho especialidades, en modalidad dual o sistema modular, donde un 60% es de ese origen étnico.
Conversamos con su director, José Gaete, sobre el alumno del siglo XXI y qué herramientas utilizan en el Complejo Educacional Padre Óscar Moser (CEPOM), en la formación de estos jóvenes y mujeres que tendrán que ser capaces de desenvolverse en un mundo cambiante.
—¿Qué alumno busca formar el Colegio Padre Óscar Moser?
—Buscamos formar hombres y mujeres íntegros, con un desarrollo intelectual, afectivo, físico, artístico, técnico, social y moral que les permita contribuir a engrandecer la sociedad chilena, tanto con sus conocimientos, como con sus valores. Durante los cuatro años que los estudiantes permanecen en el establecimiento se entregan los conocimientos teóricos y morales que les permitirán desempeñarse en una fuente laboral o bien crear su propia microempresa. También se les forma para que sean capaces de desenvolverse con éxito en la sociedad del siglo XXI, una sociedad globalizada que requiere la preparación en el uso de la tecnología y la comunicación.
Los alumnos que ingresan a nuestro establecimiento provienen de toda la región, con un alto nivel de vulnerabilidad, cuyas familias luchan día a día para que sus hijos logren adquirir una especialidad que les dé un futuro llevadero y confían en este liceo para que ese sueño se haga realidad. Por lo tanto, cada persona que integra la comunidad educativa se compromete a alcanzar esa meta.
—¿Qué competencias cree importante que tengan los jóvenes del siglo XXI? ¿Qué hacen en su colegio para lograrlo?
—Hoy en día, en una era globalizada como esta, se necesitan jóvenes y mujeres con competencias que les permitan desenvolverse con éxito, es decir, competencias instrumentales, habilidades cognitivas, capacidades metodológicas, destrezas tecnológicas y lingüísticas. Por otro lado, se deben incluir las competencias que integran la personalidad, aquellas que se demuestran en el trabajo en equipo, en el desarrollo de su vida cristiana, en la convivencia y relación con el medio, tomando las decisiones adecuadas para resolver los problemas que se les presenten.
El CEPOM entrega a los estudiantes esas competencias, habilidades que les permiten el uso de nuevas tecnologías a través de computadoras para buscar y analizar información proveniente de fuentes diversas, así como equipos, software y maquinarias. No podemos descuidar u olvidar lo importante que es el desarrollo de las habilidades lingüísticas, las cuales les otorgan la facultad de expresarse con propiedad tanto en forma oral como escrita.
—¿Qué conocimientos y herramientas tienen sus alumnos, que los preparan para el futuro?
—Los estudiantes cuentan con los conocimientos teóricos que corresponden a cada una de las especialidades que se imparten en el liceo. Son ocho especialidades: Contabilidad, Gastronomía, Atención de Párvulos, Servicios de Hotelería en modalidad dual; y en sistema modular Electricidad, Mecánica Automotriz, Construcciones Metálicas y Construcción.
Por otro lado, reciben el estímulo en el desarrollo de habilidades en su formación personal que les capacitan para desenvolverse en la sociedad de hoy con propiedad. Poseen herramientas lingüísticas que les permiten potenciar la comunicación y con ello encontrar el éxito.
—¿Qué buenas prácticas tienen para la formación integral de los jóvenes?
—Cada día se están desarrollando prácticas educativas, tanto a nivel de aula, como en los talleres o en los centros duales, donde los estudiantes adquieren las competencias que les permitirán desenvolverse en un futuro próximo con éxito en sus proyectos de vida.
Los docentes se esmeran en elaborar planificaciones orientadas a desarrollar unidades didácticas que favorezcan los procesos de enseñanza-aprendizaje, permitiendo a los estudiantes tener experiencias distintas con el conocimiento.
Ejemplos de estas estrategias son las salidas a terreno, desarrolladas por lo menos una vez al año. Estas salidas surgen de los profesores, quienes las proponen al equipo de UTP y son financiadas con recursos SEP y promueven el desarrollo de diversas habilidades y conocimientos pertinentes al currículum.
—¿Qué caracteriza a los alumnos egresados?
—Nuestros estudiantes egresados se caracterizan por ser personas con un alto espíritu de servicio, y que han internalizado los valores enseñados en su colegio, los cuales se ven reflejados en sus puestos de trabajo, de acuerdo a lo que señalan los propios empresarios. En las empresas donde desarrollan su profesión técnico-profesional, ya sea de origen modular o modalidad dual, demuestran una capacidad técnica relevante, dando prestigio a su colegio y sirviendo de apoyo a las nuevas generaciones.
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