Soledad Garcés
“Carlos es profesor jefe de 8º básico. Desde hace algunos días, ve caras de angustia y ansiedad en su clase y escucha conversaciones de pasillo que empezaron a generar sospechas de que algo no andaba bien entre sus estudiantes. Aunque ningún alumno quiso hablar, el docente supo que algo malo ocurría.
¿Qué hago ahora como profesor jefe?, ¿cómo protejo a mis alumnos?, ¿cómo evito que esto siga?, ¿cómo les explico esto a los apoderados?, ¿a quién le aviso en el colegio?”.
Debido a la naturaleza dinámica de este tipo de situaciones, es importante abordarlas con premura, precisión y mucho cariño, entendiendo siempre que los padres son los primeros educadores y los profesores significan un gran apoyo a esa labor.
Una situación de ciberbullying es:
- Una acción de acoso a través de medios digitales entre pares
- Donde hay una supremacía de poder entre victimario(s) y víctima(s)
- Hay un daño o agresión sicológica y/o moral
reiterada en el tiempo.
La ley 20.536 de Violencia Escolar, exige a los establecimientos educacionales que dispongan protocolos de actuación para poder enfrentar los casos de ciberacoso que involucren a sus estudiantes.
Ya que es una obligación más para los profesores, se hace entonces necesario enseñarles a los niños y jóvenes a convivir en el mundo virtual.
Consejos clave
- Escuche atentamente a los alumnos que le piden ayuda. Pregunte a los estudiantes víctimas y testigos, por lo que está sucediendo, escúchelos atentamente y ayúdelos a expresar sus emociones y preocupaciones.
- Procure que los alumnos entiendan la problemática asociada al ciberacoso y sus consecuencias, haciendo hincapié en que no están solos, que usted está allí para ayudarles a resolver la situación con la dignidad y el respeto que toda persona se merece. Sea positivo, reconozca su valentía por haber pedido ayuda y/o dejarse ayudar, y hágales saber que todo pasará.
- Comunique la situación al equipo de Convivencia Escolar. Es importante que todos los casos se encaucen bajo el debido proceso que establece el reglamento de Convivencia Escolar. Es importante actuar con prontitud y evitar que el caso genere mayor daño en los estudiantes involucrados.
- Alerte de la situación vivida, relatándola por escrito al equipo a cargo, con la mayor objetividad posible y mantenga una actitud discreta para evitar perjudicar a sus alumnos.
- Evite asumir responsabilidades que no tiene. Contactar a las familias de los alumnos involucrados no siempre es tarea del profesor que recibe la solicitud de ayuda. Esto debe estar debidamente establecido en el protocolo de actuación frente a casos de acoso y ciberacoso que determine el colegio. No se recomienda al profesor pedir pruebas de los hechos que sucedieron ni requisar teléfonos de los alumnos, sin la autorización ni respaldo del colegio.
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