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Regístrate y accede a la revistaDurante 2015, 1 de cada 3 alumnos chilenos se ausentó 10% o más de clases. Conscientes de esa situación, en el Centro Educacional San Esteban Mártir mejoraron notablemente los índices de asistencia de sus alumnos, gracias al apoyo del programa Presente. Aquí, cómo lo lograron.
“En el 2016 las cifras alcanzaban a más del 45% de ausentismo escolar crónico. Nos preocupamos y comenzamos a trabajar el año pasado con Presente y logramos reducir la cifra, con lo que llegamos a alrededor del 32%. Estos números corresponden a un promedio donde el preescolar aún mantiene una alta tasa de ausentismo dado que ahí se ve afectado por enfermedades de los niños y la falta de compromiso de los padres en la asistencia de sus hijos”, cuenta Marco Astengo (MA), director del Centro Educacional San Esteban Mártir, perteneciente a la RED de la Fundación Irarrázaval, satisfecho, cuenta el director que el “indicador porcentaje de asistencia en el 2016 era de 88,8% y en 2017 logramos mejorar a casi 92%”.
Lo grave es que, si un alumno falta a clases, su aprendizaje se afecta. Así lo señala Rebeca Molina (RM), directora del programa Presente, quien asegura que “faltar más de un 10% del año a clases daña gravemente el aprendizaje y puede llevar al fracaso académico de los alumnos”.
De hecho, explica la directora, “los establecimientos que presentan un promedio superior al 40% de ausentismo crónico (AC) de sus alumnos, obtienen menos de 200 puntos en el Simce”. Asimismo, colegios en cuyos niveles segundo, cuarto, sexto y octavo básico hay cerca de un 10% de ausentismo, obtienen cerca de 300 puntos en el Simce.
Coincide con ello claramente el director del Centro Educacional San Esteban Mártir porque “el tema tiene una alta correlación con el aprendizaje, ya que un alumno que falta a clases es un estudiante que deja de aprender y queda en desventaja respecto a sus compañeros, por lo tanto, la inasistencia es una causa del fracaso escolar”.
Las regiones más afectadas por el ausentismo crónico (AC) corresponden a las regiones de Atacama (43% de alumnos con AC), Magallanes y de la Antártica Chilena (43%) y la Región Metropolitana (38%).
—Ustedes, en Presente, han intervenido colegios que mostraban alarmantes cifras de ausentismo, ¿cuáles han sido los resultados?
—(RM) La experiencia ha sido excelente. En 2017, los colegios con los que trabajamos lograron subir en promedio 2 puntos su asistencia anual, como resultado de un trabajo formativo y de valoración de la asistencia, y no como consecuencia de premios y castigos.
Además, la gracia que tiene el programa de asistencia de Presente es que genera un cambio cultural. Los equipos directivos nos reportan que nuestro programa genera un cambio en el ambiente del colegio. Los profesores recuperan el sentimiento de autoeficacia — la sensación de que son capaces de generar cambios en sus alumnos—, los apoderados se reconectan con el colegio y se logra una comunidad escolar más alineada.
—¿Cómo trabajaron el tema en el Centro Educacional San Esteban Mártir?
—(MA) Hasta el 2016 ocupamos las mismas estrategias que probablemente usa la mayoría de los colegios en Chile, con un enfoque más bien del punto de vista punitivo, sin reflexionar respecto a las verdaderas causas que hay detrás de este fenómeno. Por otra parte, este tema era prácticamente solo de responsabilidad del equipo de inspectores.
En 2017 contratamos la asesoría de Presente, con una mirada totalmente nueva a las estrategias para resolver el ausentismo. La de mayor impacto fue establecer la corresponsabilidad de los profesores jefe en el tema, dado que ellos son la primera línea entre el colegio y la familia. Así, las pautas de acción fueron:
—¿Qué aspectos son claves para trabajar a favor de la asistencia?
—(RM) Hemos identificado cinco claves que son muy importantes:
1°. Enfocarse en generar una cultura escolar que valore la asistencia.
Tratar de alejarse de las estrategias de aumento del control. Los alumnos deben ir a clases porque se la juegan por su futuro y no por el premio que les van a dar.
A través de nuestra experiencia hemos comprobado una y otra vez que los alumnos mejoran su asistencia cuando entienden la importancia que ésta tiene para sus vidas y valoran el ir a clases. Por ello, el foco debe ser educar a la comunidad escolar en torno a la relevancia de la asistencia y asegurarse de que el servicio que da el colegio vale la pena.
2°. La asistencia debe ser una prioridad en la gestión.
Para instalar una cultura de asistencia se requiere que el propio director y su equipo den visibilidad y protagonismo a la importancia de ir a clases. Debemos lograr que sea un tema que se hable, se vea y se evalúe permanentemente. La asistencia no debe ser relegada a uno o dos miembros del colegio, pues de esa manera no se logrará darle la relevancia y fuerza que se requiere.
3°. Asumir una visión pedagógica de la asistencia.
La asistencia es una pieza clave en la formación de los alumnos. Por eso, debemos integrar la asistencia a todos los procesos y acciones pedagógicas y no tomarlo como un tema paralelo. Esto significa que los coordinadores de ciclo, jefes de UTP, jefes de departamento, orientadores, equipo de integración y todos los profesionales que apoyan al colegio en lo pedagógico deben estar interesados y asumir su rol en promover la asistencia.
4°. Poner el foco en la asistencia individual.
La mayoría de los colegios conoce su asistencia promedio, pero muy pocos saben cuántos estudiantes están faltando más de la cuenta. Esto genera que el problema del ausentismo crónico se mantenga invisible, que se tomen decisiones basadas en generalidades y se creen estrategias que no necesariamente responden a las necesidades de los alumnos.
Los promedios no nos permiten saber qué y cuántos alumnos presentan ausentismo crónico en nuestro colegio o curso; para esto debemos centrar la atención en la asistencia individual. Solo así podremos saber la magnitud del problema en el establecimiento y se podrá comenzar a realizar el trabajo de identificar qué alumnos necesitan atención, conocer las causas de su ausentismo y, de esta manera, brindar el apoyo adecuado y crear estrategias eficaces.
5°. Educar a la comunidad respecto de la importancia de la asistencia.
En este sentido, el rol del profesor jefe adquiere protagonismo pues es quien mejor conoce y más instancias tiene para el contacto con los apoderados y alumnos. Es fundamental que desde su rol genere conciencia en su curso, aprovechando las horas de orientación y consejo de curso, entrevistas personales y reuniones de apoderados para generar conciencia respecto de la importancia de ir a clases.
—¿Cómo trabajar esas estrategias en colegios rurales y escuelas unidocentes?
—(RM) Las estrategias son las mismas y se pueden aplicar en todos los establecimientos. Esto es importante señalarlo, pues la mejora de la asistencia no se logra gracias al aumento de los recursos, a más tecnología, más equipos o premios. Más bien, se logra con un cambio de foco: ver la asistencia como una prioridad de la escuela, porque es la base del aprendizaje, poniendo el acento en generar una valoración a nivel de comunidad.
A nivel nacional, el porcentaje de alumnos con AC en la enseñanza básica es más alto en los primeros años y tiende a disminuir hacia sexto básico. En el tercer ciclo vuelve a aumentar la proporción de estudiantes con ausentismo, llegando a su máximo en 4° año de enseñanza media (43,5%).
—¿De qué manera capacitar a los profesores, para que logren mejorar las tasas de asistencia de sus alumnos? ¿Qué rol juegan los profesores?
—(RM) Los profesores son muy importantes porque son los que mayor tiempo pasan con los alumnos y ellos definitivamente marcan la diferencia en la asistencia. En este sentido, es importante capacitarlos especialmente en la visión pedagógica de la asistencia, en el impacto del ausentismo en los alumnos y en cómo el ausentismo también daña el trabajo de los docentes.
En Presente ponemos especial énfasis en desarrollar competencias para que los profesores logren transmitir el valor de la asistencia a los apoderados y alumnos de sus cursos. Más que intervenir a cada alumno, es importante que los docentes logren cursos en que la asistencia sea primordial para todos. Además de técnicas concretas, les entregamos talleres y material que asegura que este objetivo se logre.
Al mismo tiempo, es clave que el acompañamiento y seguimiento al profesor sea permanente en lo que respecta a la asistencia de sus alumnos. De otro modo, las urgencias del día a día harán que el ausentismo sea un problema más en la lista de los pendientes olvidados.
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