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Regístrate y accede a la revistaHace pocos años la libreta de comunicaciones era prácticamente la única interacción periódica entre apoderados y profesores. En caso de necesitar algo urgente, debían ir o llamar directo al colegio. Pero las nuevas tecnologías hacen que los padres quieran una respuesta inmediata a sus preguntas, para lo que muchas veces hacen uso de Whatsapp.
“Recuerdo cuando hubo un temblor más o menos fuerte en Santiago. Una apoderada escribió al grupo de Whatsapp que tenían como curso: Pasó algo en el colegio. El problema es que olvidó poner un signo de interrogación y el pánico cundió. Nos llegaron al menos 50 mensajes en pocos minutos preguntando si sus hijas estaban bien, y varios apoderados llegaron al colegio”, cuenta Verónica Cerda, profesora y parte del equipo de Dirección de un colegio de la zona oriente.
Lo que ahora es una anécdota en ocasiones se ha convertido en casi una pesadilla para los docentes. “Aunque no solemos entregar nuestros contactos a las familias, muchos se consiguen los teléfonos. Y hay apoderados que se sobrepasan y quieren que estemos disponibles 24/7 para contestar por la materia de una prueba, por la pelea que tuvo el hijo, o dónde está el chaleco que perdió”.
Y es que, como en muchas ocasiones, la tecnología se ha convertido en un arma de doble filo. No sólo es un problema para los docentes cuando los padres transgreden las vías oficiales de comunicación. Verónica explica que esto además perjudica la autonomía de los menores. “Ellos debieran estar al tanto de sus responsabilidades, y de no estarlo ver cómo pueden solucionarlo. Pero si sus apoderados se preocupan de averiguar las tareas no se les permite desarrollar su independencia”.
El llamado es a revisar toda información por los medios oficiales que cada institución tiene, como la página web o la libreta de comunicaciones, y a llamar directamente al colegio si se quiere hablar con un profesor. “Queremos tener papás cercanos y preocupados, pero tienen que entender que hay canales establecidos para mantener una buena comunicación”.
Las aplicaciones como alternativa
A este problema tecnológico, la misma tecnología ha traído alternativas de solución. Las aplicaciones para celulares como canal de comunicación entre apoderados y profesores, o incluso los alumnos, son una herramienta cada vez más utilizada.
Papinotas, Bambinotes y Pixtoome, entre otras, son plataformas de comunicación online que cuentan con mensajería directa y privada, calendarios y circulares. Verónica Pérez es directora de un jardín infantil que utiliza Bambinotes y cuenta de su experiencia. “Antes recibíamos muchos llamados para saber cómo estaban los niños -que tienen entre 2 y 4 años-. Decidimos contratar este sistema porque como trabajamos con niños pequeños no contamos con agenda ni otro canal de comunicación oficial. Y ha sido un éxito. Por ahí comunicamos las fechas importantes, cumpleaños, actividades, y -lo más cotizado por los apoderados- fotos de los pequeños durante la jornada”, asegura. “Estas fotos se mandan de manera directa a los papás del niño que aparece, no es que todas las fotos se envíen a todos los apoderados”, aclara.
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