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Regístrate y accede a la revistaHombre multifacético y perfeccionista, en las mil tareas que emprendió, desde la educación al periodismo, su norte fue siempre contribuir a construir un Chile mejor.
En su oficina, Gonzalo Vial Correa, trabajaba con ahínco. A menudo se tendía en el suelo, rodeado de textos legales. Pedía que le releyeran lo escrito, corregía aquello que no le parecía del todo bien y consultaba frecuentemente el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española (RAE).
Fue un hombre esforzado y de una inteligencia a toda prueba, que no se conformaba con resultados a medias. Ya en sus años de estudiante se destacaba: en el Colegio Los Padres Franceses fue el primero del curso; en la Facultad de Derecho de la UC, el mejor de su generación. No es de extrañar entonces que con el paso de los años se transformara en un historiador y en un abogado de primer nivel, en un profesor universitario exigente y -por qué no decirlo- en un maestro del periodismo de opinión.
Contribución en distintos frentes
Fernando Silva Vargas, quien se desempeñó como presidente de la Academia Chilena de la Historia hasta abril de este año, recuerda cuánto costaba tomar en la Escuela de Derecho de la UC un curso con Gonzalo Vial. ‘Cuando llegué a inscribirme, ya se había completado su cuota de alumnos, por lo que hice Historia del Derecho con Armando de Ramón’, reconocería en ‘El Mercurio’ el 1 de noviembre de 2009.
Sus contactos con Gonzalo Vial se iniciarían muy pronto. Y cómo no, si Gonzalo se daba tiempo para todo: participó en la Fundación del Instituto de Investigaciones Históricas de la UC e intervino activamente en la preparación de los primeros números de la revista ‘Historia’. La revista no sólo recogía trabajos de profesores de la universidad, sino que se transformó en un excelente medio para poder ejercer una labor crítica de la producción histórica sobre Chile.
Pero como todo hombre multifacético y perfeccionista, Gonzalo no iba a darse por satisfecho analizando los aciertos y desaciertos de otros. Una idea que comenzó a concebir en esos años, se plasmaría en realidad en 1979, cuando terminó el primer tomo de su mayor obra: ‘Historia de Chile’.
‘En las mil tareas que emprendió, desde la educación el periodismo, su norte fue siempre contribuir a construir un Chile mejor. Ese mismo propósito está presente en su Historia de Chile, toda vez que lo que él pretendía finalmente era explicar la crisis de 1973, para que nunca más se experimentara una tragedia semejante y el país anduviera al tranco histórico que correspondía’, explicaría Juan Eduardo Vargas Cariola, profesor de Historia y Geografía de la Pontificia Universidad Católica de Chile, en una crónica publicada recientemente en ‘El Mercurio’.
Aporte a la Educación
La profunda convicción de que los niños y jóvenes de escasos recursos podrían romper el círculo de la pobreza si recibían una buena educación, es el motor detrás de la misión que asumieron Gonzalo Vial Correa y su señora, María Luisa Vial Cox, al crear la Fundación Lo Barnechea en 1979.
Actualmente esta entidad es sostenedora del Colegio San Rafael y de la Escuela Técnica Francisco Antonio Encina. Las metas de ambos son muy elevadas, pues se estima que con la excelencia en los estudios y formación esmerada en lo religioso y moral, se logrará sacar a los niños de la pobreza material y espiritual. Sin duda, el buen resultado académico alcanzado por los colegios de la Fundación demuestra que con un sistema educativo adecuado, los niños de familias de bajos ingresos pueden lograr resultados tan buenos como aquellos que provienen de colegios con un nivel socioeconómico más alto. Este colegio es un gran modelo a imitar.
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