Cerca de 70 personas, pertenecientes a la red de establecimientos de la Fundación Irarrázaval participaron en el seminario sobre alcohol y drogas realizado este 8 de mayo en la Fundación Telefónica.

El Seminario comenzó con la intervención de Carolina Pérez, gerente general de Fundación Previene, ex Fundación la Esperanza, quien expuso sobre diferentes modelos internacionales sobre la prevención de drogas y otras adicciones, sin embargo recalcó la importancia de adecuar estos programas a la propia realidad.

Fue clara, al enfatizar en que “el gran problema es normalizar el consumo” y por otro lado, que padre y madre y colegio no tengan una opinión clara ni similar al respecto. “¿Cómo van a tener una postura clara los adolescentes y niños si ni si quiera la tienen sus papás? Difícil”, afirmó.

Concluyó su presentación señalando que “la prevención tiene que estar incorporada a fuego en nuestros proyectos educativos en todas las etapas de los niños”, ya que comenzar en la media, es tarde.

Después de Carolina, el doctor Mario Valdivia, psiquiatra de la Universidad de Concepción, explicó cómo funciona el cerebro, y específicamente cómo éste es más vulnerable en la etapa de la adolescencia, y enfatizó en que es por eso que la droga y adicciones a esa edad son sumamente peligrosas y pueden modificar comportamientos y en definitiva cultura, si se consumen a esa edad.

El doctor Valdivia llamó a los profesores y autoridades presentes a convertir en “placenteros los deberes”, los desafió a hacer igualmente atractivo una clase de matemáticas o en definitiva a mostrar que es “cool”, una persona que hace un deporte o tiene un interés especial, sin caer en las drogas y el alcohol: “tenemos que mostrar un modelo atractivo del no consumidor”. Concluyó señalando que “nadie ha demostrado que el consumo de marihuana no es dañino en adolescente”.

El seminario continuó con el emotivo testimonio de Mario Oyarzún, Asistente Comercial y de Gestión Fundación Esperanza Previene. Quien contó como el alcohol lo marginó de la sociedad, sin embargo hoy ya rehabilitado, ha vuelto a tomar las riendas de su vida.

Después de almuerzo, los asistentes continuaron el seminario con la realización de un taller grupal experiencial: “Formándonos para ser agentes activos y propositivos” realizado por el equipo de la Fundación Esperanza Previene.