Sala cuna universal es lo que busca un proyecto de ley presentado por el ejecutivo, que permitiría que cerca de 250 mil mujeres tengan este derecho y puedan dejar a sus hijos en estos establecimientos para acceder al mercado laboral.

Lo que se hace principalmente, es derogar un artículo del Código del Trabajo, que termina con el requisito de la presencia de más de 20 trabajadoras en una empresa para la instalación de una sala cuna, al incluir a todos los trabajadores cotizantes.

Algunos estudios estiman que este nuevo beneficio social, necesitará 11 mil nuevas educadoras de párvulos, lo que al parecer el sistema educacional no está en condiciones de abastecer.

Según datos del Mineduc, al año se titulan 1500 educadoras, y aunque la matrícula de la carrera ha aumentado en más de 50% según datos de SIES, aun así no se daría abasto con la demanda de profesionales.

María Jesús Sánchez, investigadora experta en infancia y directora del área de Estudios de Elige Educar, señala que “las raíces del problema tienen relación con varios elementos, entre ellos la valoración de la carrera de educación de párvulos que, siendo una de las más importantes de nuestra sociedad, pues sienta las bases del desarrollo humano, aún no es valorada como es requerido. Lo anterior influye en la demanda de estudiantes por estas carreras”.

Existe un factor que se debe considerar también, Sánchez explica que “la falta de interés por la profesión puede tener relación con las remuneraciones y condiciones laborales del sector, que cuentan con grandes desafíos, a pesar de que se han hecho avances en ambos temas”.

En efecto, la ley de Desarrollo Docente, compromete mejoras laborales para los profesores del país. Esta ley tiene un conjunto de beneficios que implican un aumento sustancial de las remuneraciones que están asociadas a un sistema de evaluación continua de los docentes y de perfeccionamiento. Sin embargo, las educadoras de párvulo recién entrarían en el sistema en 2025.

El principal problema, pareciera ser que sala cuna es visto más como una guardería que como una instancia en que los niños inician su vida social, interactuando con pares y además, un lugar donde, a través del juego, se produce aprendizaje fundamental.

Sánchez señala que “el rol de los educadores de párvulo es central para el desarrollo integral de los niños y niñas. Prácticas pedagógicas efectivas, que consideren las necesidades y el contexto de los niños, permiten que se desarrollen tanto habilidades sociales, emocionales y cognitivas que sientan la base para el aprendizaje y las habilidades requeridas para la vida de todas las personas”.

Una buena estimulación por parte de los educadores contribuye a disminuir las amplias brechas socioeconómicas que existen en nuestro país e invertir en este nivel educativo es la política más costo-efectiva que puede hacer un gobierno, enfatiza.