En una entrevista realizada a la subsecretaria de Educación, Valentina Quiroga, señaló tajantemente que “la educación Técnico Profesional (TP) no está al margen de la Reforma Educacional”, sino que, por el contrario, el gran desafío es generar un sistema articulado de formación técnico-profesional que permita vincular la Educación Media Técnica Profesional  (EMTP) con la Superior y que tenga como resultado una formación para el trabajo de miles de estudiantes chilenos.

Resulta clave focalizarnos en este sector, que  atiende al 49% de la matrícula de alumnos del país  y que actualmente presenta graves falencias. Como por ejemplo, una baja tasa de titulación de sus estudiantes, problemas de empleabilidad en varias de las especialidades y, en muchos casos, perspectivas salariales poco atractivas y con débiles proyecciones laborales hacia el futuro.

De hecho, quienes conocen de cerca el sector, advierten que históricamente las políticas educacionales han resultado débiles en la dirección de dar el apoyo necesario para que pueda  expresar  todo su potencial. Durante los últimos años se hizo algún esfuerzo por mejorar el equipamiento técnico de los establecimientos, pero pareciera  no existir actualmente claridad de cómo afectarán las medidas anunciadas y en qué pie quedarán esos miles de jóvenes.

Pese a lo anterior, existen algunas instituciones, como grupoEducar que están realizando un fuerte trabajo para mejorar la EMTP, mediante la articulación con las empresas y además, fijando importantes alianzas que les permitan a los establecimientos ajustar y articular ciertos contenidos con los centros de formación técnica de nivel superior. Gracias a ello, se han logrado generar  mejores oportunidades para los futuros técnicos de nuestro país.