Son números felices para la educación en Chile las postulaciones a pedagogía que hubo este año, sobre todo considerando las mayores exigencias que existen desde el 2016 para postular a esta carrera: haber sacado al menos 500 puntos en la PSU -600 en el caso de la PUC-, estar en el 30% superior del ranking de notas o haber aprobado un programa de acceso a la educación superior reconocido por el Mineduc.

Fueron en total más de 93 mil estudiantes los que postularon a distintas casas de estudios donde se imparte la carrera en Chile (15 mil más que en 2017), lo que además se complementa con el aumento de universidades que están en el Sistema Único de Admisión, haciendo que hubiera un 19% más de seleccionados en 2018 que el año pasado.

Mejores condiciones y mayor prestigio

 Para Andrés Bernasconi, Director del Centro Justicia Educacional y profesor de la Facultad de Educación UC, este fenómeno responde a dos grandes razones. Primero, a las nuevas condiciones establecidas por el Sistema de Desarrollo Profesional Docente -aprobado por ley a inicios de 2016-, y además el hecho que varios gobiernos e instituciones estén trabajando con el objetivo de dignificar la profesión.

“Los factores que han contribuido al aumento de postulaciones a pedagogía son, primero, las mejores condiciones que ofrece el Sistema de Desarrollo Profesional Docente, que, entre otras cosas, aumenta las remuneraciones de los profesores y expande las oportunidades de formación en servicio de estos. El otro factor es el éxito de las campañas para dignificar la profesión que han tenido varios gobiernos y la sociedad civil”, explica Andrés.

En concreto, a lo que se refiere este experto en educación, es al trabajo que han hecho instituciones sin fines de lucro como Elige Educar, Educación 2020 e incluso nuestra fundación, Grupo Educar, quienes a través de sus distintos programas de capacitación e injerencia en los medios han empujado este cambio cultural.

En este sentido, las mismas futuras generaciones de profesores deberían contribuir a acrecentar el prestigio que está viviendo su carrera mediante el ejercicio de sus carreras con calidad, lo cual depende directamente de las universidades formadoras y cómo estas hacen su trabajo”.

Para Andrés Bernasconi, este aspecto es algo que también ha considerado la nueva ley de carrera docente: “esta ha hecho más exigentes los requisitos para ofrecer carreras de pedagogía, poniendo puntajes mínimos y acreditación obligatoria, lo que ha causado el cierre de muchos programas precarios”. Todo, asegurando que el revival de la pedagogía en nuestro país no sea un fenómeno de algunos años, sino algo que perdure en el tiempo.