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Nov 2024 - Edición 288

La necesidad de un estrecho vínculo entre los liceos TP y la empresa

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Reinsertarse sí es posible

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Juan Gabriel González Jara fue un joven que abandonó su colegio, Juan Luis Undurraga, cuando apenas tenía 15 años. Pero gracias al apoyo y gran ayuda de CreceChile retomó sus estudios  y ahora está muy entusiasmado con  su nuevo emprendimiento.

Por Marcela Paz Muñoz Illanes

Esta es la impactante historia de un joven que desertó por problemas de drogas y excesiva vida social nocturna, y luego gracias al apoyo de CreceChile recuperó su vida y sus estudios. CreceChile es una comunidad educacional que, desde los valores cristianos, promueve el crecimiento integral de la persona a través de la generación de proyectos educativos en sectores de escasos recursos.

¿Por qué terminaste abandonando la escuela a tan temprana edad?
—El mundo en que me encontraba inmerso. Estaba metido en la delincuencia, la droga, el andar carreteando de lunes a lunes. Pensaba que llevar esa vida era algo normal para los jóvenes de mi edad. La pobreza que me rodeaba me hizo pensar que la droga era mi única salida. Era una persona muy llevada a mis ideas, aquello no me dejaba ver y mirar la vida de otra forma.

¿Cómo da un vuelco su vida?

—La madre de mi hija me hizo cambiar y empezar a pensar diferente. Empecé a buscar colegio y no me aceptaban porque, como ya me conocían algunos alumnos, se corría la voz de quién era yo y no resultaba. Un día decidí ir a buscar a mis hermanos al colegio Juan Luis Undurraga y me encontré con un cartel: “Termina tus cursos en la nocturna” y ahí yo me dije “esta es la mía”. 

Juan Gabriel era un niño, tenía 18 años y no sabía qué era estudiar de noche. “Me decidí y fui a CreceChile. Surgió en mí algo nuevo, me transformé. Mi familia me empezó a ver distinto, más maduro”.

¿Qué sucedió?

—Dejé de vender drogas, pero en un comienzo no fue fácil. En CreceChile me apoyaron, me dieron la mano. Recuerdo con mucho cariño al profesor Hernán, coordinador de la sede en ese momento, 

quien me dio la fuerza necesaria. Doy gracias a los profesores que me ayudaban sin saber que yo era una persona con problemas. Me sentí muy cómodo en los primeros días y hoy en día puedo decir que pude hacerlo. Logré recuperar el sentido de mi propia vida.

¿Cómo fue la experiencia de retomar los estudios en CreceChile?

—Algo emocional, muy lindo. CreceChile es una familia de gente que no se conoce, pero que integra una gran familia. Yo me sentí muy bien acogido. Soy otra persona, pero nunca me olvido de dónde vengo. Con frecuencia regreso a la sede de Quilicura, acompaño a los chiquillos y les doy consejos a los alumnos. Siempre le tendré un gran cariño a esa institución.

Actualmente Juan Gabriel González está en la universidad estudiando gastronomía y preparando un desafío muy grande: crear su propia productora de eventos, “Dejavu”. “Pero, además, estoy haciendo planes para armar una amasandería en mi casa. Fabrico pasteles y tortas a pedido. Un abrazo para aquellos que creyeron en mí. Mi vida es un libro que nunca dejaré de leer”, cuenta muy emocionado este joven a quien la vida le brindó una segunda oportunidad.

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