En 2009 y 2010, Fundación Educacional Arauco publicó dos libros de apoyo al profesor, que incluyen pruebas y orientaciones para evaluar la comprensión lectora y la producción de textos en los alumnos de kínder hasta octavo básico. Sobre la importancia de este trabajo y sus principales beneficios conversamos con la Directora Técnica de Desarrollo de la institución, Blanca Cuadrado.

Las “Pruebas de Comprensión Lectora y Producción de Textos (CL-PT) se han convertido en textos prácticos que “buscan ayudar a los profesores en el diagnóstico de comprensión, de lectura y la producción de textos, que además entregan orientaciones sobre cómo abordar estos temas”.

Su realización significó un arduo trabajo, nos contó Blanca Cuadrado, quien explicó que se debió diseñar una muestra de doce establecimientos, 6 en Valparaíso y 6 en Santiago, con buenos desempeños en las pruebas Simce. “A ellos se les aplicaron las pruebas y de allí inferimos las conclusiones y validamos este trabajo”.

Las “Pruebas de Comprensión Lectora y Producción de Textos (CL-PT)” son una herramienta que busca evaluar a los alumnos en lo que se refiere a la comprensión lectora y producción de textos, pero además, permiten realizar un detallado perfil de cada niño, de su curso, de su establecimiento y eventualmente hasta del total de escuelas de una comuna. “Ello, gracias al programa computacional incluido en un CD en cada uno de los textos”.

¿Cómo nació la idea de crear estos dos libros?

En Chile existen escasos instrumentos adaptados o estandarizados que permitan evaluar la lectura en forma objetiva, válida y confiable. Es por ello que Fundación Arauco se animó a su realización, en especial porque llevamos más de 20 años trabajando y capacitando a profesores porque creemos fundamental y necesario contar con una herramienta como esta.

¿Cuáles fueron las principales conclusiones obtenidas a partir de la elaboración de las “Pruebas de Comprensión Lectora y Producción de Textos (CL-PT)”?

Observamos que en compresión lectora, los alumnos entre 5 y 8 básico, en general se sitúan en el nivel de desempeño “en desarrollo” por debajo del nivel “satisfactorio” (bajo 60% del logro). Las únicas excepciones se dan en los niños de 8 básico de los niveles socioeconómicos medio-alto y alto, que presentan un nivel satisfactorio.

¿Por qué se producen esas diferencias?

Es cierto que dependiendo el nivel socio económico, los resultados en el Simce difieren. Por ejemplo, en el de octavo básico (2007), el 56% de los alumnos de nivel socioeconómico alto obtuvo puntajes superiores a 300 puntos en comprensión de lectura. Pero, sólo el 7% de los escolares de niveles bajos obtuvo puntajes similares.

Sin embargo, al existir en todos los niveles alumnos con puntajes superiores a 300 puntos, es decir, con un nivel de desempeño avanzado, &ldqldquo;se constata que todos los niños pueden aprender, siempre que la familia y la escuela les entreguen el apoyo adecuado.

¿Qué buscaron con este trabajo?

Entregar una evaluación diagnóstica y orientar al profesor sobre lo que deben “saber hacer los alumnos” en lectoescritura. Para ello, se incluyen ítems que buscan desarrollar asociaciones, inferir y releer textos, como un cuento o una poesía.

Por otra parte, el año 2004 publicamos otro instrumento que permite evaluar el dominio lector de los alumnos de 2 a 8 básico al inicio del año escolar, es decir el nivel de fluidez y velocidad lectora. Estas “Pruebas de dominio lector” son una herramienta complementaria a la evaluación de comprensión lectora y producción de textos que publicamos el 2009 y 2010.

¿Qué otros programas aplican para mejorar y elevar los índices de lectoescritura?

Estamos implementando además, el “Plan Provincial de Fomento Lector: Arauco Lee” en la provincia de Arauco, para desarrollar el hábito y el gusto por la lectura en los escolares. Este Plan contempla dos iniciativas que benefician a las 123 escuelas básicas municipales, a más de 600 profesores, a más de 11.000 alumnos y ha significado la donación de unos 23.000 libros. Para las escuelas urbanas, esta iniciativa contempla la participación de los docentes en el programa “Plan Lector”, donde son capacitados en herramientas de trabajo orientadas a fomentar la lectura. En las escuelas rurales, esto se hace a través de un bibliomóvil que vista las escuelas periódicamente motivando a los alumnos a leer.

Un aspecto clave, porque tal como aseguran los entendidos, para mejorar la comprensión lectora hay que desarrollar el querer leer, “que es el factor más poderoso para generar hábitos de lectura” (Silvana Salazar en “La importancia de Querer Leer”).

Se supone que la práctica aceleraría el desarrollo de las habilidades lectoras, y por ello “quizás un buen consejo sería que los docentes destinen más tiempo de los niños a la lectura en la clase y fuera de ella, y también que les fomenten el gusto por leer”, sugiere Blanca Cuadrado.