El descenso se produjo particularmente en aquellas que no están acreditadas. Pese a lo anterior, los Institutos Profesionales (IP) y los Centros de Formación Técnica (CFT) siguen al alza, lo que a juicio de los expertos revela que los jóvenes están optando por programas de calidad que no sean universitarios. Conversamos con Ignacio Irarrázaval, quien es el presidente del Consejo Nacional de Educación (CNED).

Por Marcela Paz Muñoz Illanes

¿Qué razones explicarían la baja del número de estudiantes en las universidades, principalmente las privadas no acreditadas?

La acreditación se ha convertido hoy en un tema importante, no sólo dice relación con resguardo de ciertos parámetros de calidad y fe pública en la institución, sino además está asociada al financiamiento CAE.

A partir de los datos, podemos inferir que los estudiantes están prefiriendo ingresar a instituciones acreditadas para tener acceso a financiamiento CAE, que está supeditado a esa condición. Sin embargo, respecto a los estudiantes que estudian en una institución que pierde la acreditación, es importante aclarar que no pierden el CAE (Crédito con Aval del Estado), este es un beneficio que “porta” el estudiante desde que se le otorga y si cumple los requisitos que este mismo le impone. Lo que sí eventualmente perderían estos alumnos es el prestigio o señal al mercado laboral, pudiendo no acceder a las mismas oportunidades de empleo de quien egresa de una casa de estudios acreditada.

 Sabemos que por otro lado, se han incrementado las matrículas en alumnos de IP y de CFT, pero que ello no ha significado un aumento y mejoría en los sueldos.  ¿Por qué?

Efectivamente la matrícula en Institutos Profesionales y Centros de Formación Técnica ha ido en aumento en los últimos años; más de la mitad de la matrícula de primer año del sistema corresponde a CFT e IP (56%) según INDICES 2014.

Respecto a la relación con los sueldos, por una parte INDICES no cuenta con datos de empleabilidad y sueldos, y por otra no necesariamente existe una relación causal entre matrícula y sueldos; y además, hay otros aspectos que sí impactan las remuneraciones que se deben considerar.

Para tener una mejor comprensión de lo que está ocurriendo con las remuneraciones se requeriría contar con mejor información. Por ejemplo, datos desagregados por área, a nivel de carrera e institución (en este sentido SIES ha logrado importantes avances pero el nivel de completitud es aún bajo para la Educación Superior Técnico Profesional), controlar por variables socio-económicas, identificar si la remuneración del titulado proviene efectivamente de una ocupación afín a lo estudiado; entre otros.

Además, la experiencia de países que han sido exitosos en formar técnicos de alta productividad, sugiere que la formación debe estar orientada al desarrollo de las habilidades y competencias pertinentes a los requerimientos de la industria. En este sentido, en estos países se ha trabajado en definir con mejor precisión los perfiles ocupacionales requeridos a través de colaboración entre empresas y las instituciones de educación superior; situación que afortunadamente ya se está dando en Chile, por ejemplo con el caso de la minería.

¿Significa entonces, que los jóvenes están buscando estudiar en instituciones de mayor calidad, aunque no se trate de centros universitarios?

La matrícula de los Institutos Profesionales de hecho tiende a aumentar en los últimos años. Respecto a estas cifras, podemos establecer algunas explicaciones, pero aún no concluyentes, por ejemplo que los IP se han transformado en alternativas válidas que proveen de educación de calidad; los IP son accesibles y proveen de oferta profesional y técnica. Por otra parte, hay algunas universidades que han perdido su acreditación y prestigio dando nuevos espacios a los IP.

¿Existe ahora una población que está más informada al momento de tomar sus decisiones, como el dónde estudiar y que obviamente le afectará su situación de empleabilidad futura?

Es muy probable que los jóvenes manejen más información sobre las distintas alternativas de educación superior ya que hay más datos en el sistema. Sin embargo, pese al mayor acceso a información (características de los estudiantes, aranceles, acreditación, docencia, programas, etc.) hay evidencia que los jóvenes eligen carrera con menos información de la que desearíamos, y que los estudiantes más desaventajados son los menos informados y a los que más cuesta llegar con información.

Por ejemplo, respecto a la situación de acreditación o no acreditación los postulantes a la educación superior sí averiguan, quizás sin detalle (cuantos años, en qué áreas) y por eso también, en ocasiones muchos se sorprenden porque ingresan a una universidad acreditada y en medio de los estudios la institución se desacredita.

 Respecto a la empleabilidad futura, como señalé anteriormente los datos del CNED no reportan ni empleabilidad ni expectativas de remuneraciones futuras.

¿Cómo afectará a este panorama la creación de los CFT estatales y las dos nuevas universidades estatales que propone la presidenta en su reforma?

 Es importante la vinculación de las instituciones de educación superior con el medio y el tipo de actividades que se pueden implementar para fomentar el desarrollo regional. Sin embargo, falta investigación respecto al aporte o impacto en el desarrollo regional de las instituciones de educación superior; y también un mejor entendimiento de la trayectoria de los estudiantes.