Este año, se realiza la trigésima versión de la competencia y se espera que, en la primera prueba  en agosto de 2018, participen más de 4 mil alumnos. La motivación que dio vida a este campeonato es la convicción que en Chile hay talento matemático en los colegios pero hay que descubrirlos y potenciarlos. Además, ésta es una muy buena instancia para que tanto profesores y alumnos prueben su nivel de preparación en la materia.

Quien impulsó la idea y buscó los apoyos en su primera realización, el Doctor en Matemática y académico de la USACH,  Samuel Navarro, señala que “en los establecimientos siempre hay apoyos para alumnos que tienen dificultades, existen programas especiales y recursos destinados para lograr que alumnos con dificultades aprendan de mejor manera”

“Sin embargo, hay pocos programas destinados para alumnos más talentosos y destacados. La Olimpiada tiene ese sentido, que esos alumnos destacados, en este caso en matemáticas, tengan una instancia de desafiarse y perfeccionarse”, señala Navarro.

En las 29 versiones ya realizadas de la Olimpiada de Matemáticas, alumnos medallistas se han destacado posteriormente como reconocidos investigadores. Tal es el  caso del actual decano de la Facultad de Matemática de la Universidad Católica, Mario Ponce. Después de ser medallista olímpico y representante de Chile en competencias internacionales, estudió Licenciatura en Ciencias de la Ingeniería en la Universidad de Chile, luego realizó un magíster en el Instituto Nacional de Matemática Pura y Aplicada (IMPA) en Río de Janeiro. El doctorado lo realizaría entre 2004 y 2007 en la Universidad de París Sur, en Francia.

El actual presidente de la Sociedad Matemática de Chile, el Doctor Andrés Navas, también es un destacado medallista olímpico. Ha reconocido que desde participó en las Olimpiadas de Matemáticas, se interesó en la materia de forma particular. Estudió Licenciatura en Matemáticas en la Usach, luego hizo un magíster en el Instituto de Matemáticas Puras y Aplicadas (IMPA)  y luego el doctorado en École Normale Supérieure de Lyon y  Post-doctorado en Instituto Hautes Études Scient.

Además existen medallistas olímpicos que se han dedicado a la pedagogía. Un ejemplo es el profesor David Painequeo que, sin estudiar pedagogía, descubrió que era más feliz enseñando que siendo ingeniero, que fue para lo que estudió en la universidad. Por largo tiempo se dedicó a preparar a alumnos para participar en las Olimpiadas, de los cuales, muchos clasificaban para la etapa final, incluso obteniendo medallas.

Para Samuel Navarro, fundador de las Olimpiadas, “esta competencia vino a ocupar ese espacio de nadie: los talentosos, pero además fue el ejemplo a seguir por químicos y físicos que a partir de esta competencia organizaron las de su especialidad. Otra creación interesante, producto de las olimpíadas de matemática, fue la creación del Programa Explora de Conicyt. Una iniciativa destacada de ese programa ha sido la actividad 1000 científicos 1000 aulas. Consiste esta en jornadas de contacto directo de un científico con estudiantes. Ese solo hecho marca la acción pionera que tuvo la olimpiada de matemática acercando a los matemáticos al colegio”.

En agosto de este año se realizará la primera etapa de la trigésima versión de la Olimpiadas, organizadas por SOMACHI, y se espera que, como cada año, más de cuatro mil alumnos participen. De ahí saldrán los medallistas que representarán a Chile en competencias internacionales, donde nuestro país ha obtenido destacadas participaciones en años anteriores.

Si quieres inscribirte y obtener más información, ingresa a www.olimpiadadematematica.cl