Llega la navidad y los padres ya se encuentran comprando juguetes, celulares, ropa, entre otros artículos que sus hijos pidieron, pero ¿por qué no regalar un buen libro? Según el estudio “Frecuencia de lectura de los libros” realizado por Adimark y publicado en abril de 2017, la lectura no es una práctica habitual entre los chilenos. De acuerdo al informe tan sólo el 40% de la población chilena afirma leer al menos una vez a la semana, tema que podría justificar la poca motivación que tienen los niños con la lectura.

Según Montserrat Sepúlveda, Psicopedagoga de la Clínica de la Universidad Católica, un libro es un regalo igual de “bueno” o incluso “mejor” que los juguetes o aparatos tecnológicos, depende de “cómo los padres le expliquen a los niños y le muestren esta actividad”, afirma. Ver a sus padres leer y que estos “disfrutan” los libros influye muchísimo en la perspectiva que los niños tienen con la lectura ya que “desde chico encontrarán que un libro es un buen regalo”, explica Sepúlveda.  

Leer es una actividad clave y necesaria que se inicie y promueva en el hogar ya que ayuda a desarrollar múltiples capacidades en los niños. Además de fomentar la capacidad de análisis, comprensión, la creatividad, concentración y desarrollo del vocabulario, la lectura ayuda “a la compresión lectora que hay hoy en día para los colegios”, tema fundamental cuyos “padres olvidan su importancia”, manifiesta la Psicopedagoga.

Ofrecer libros adecuados a la edad de cada niño es la clave para que los niños disfruten de la lectura. Regalar libros con géneros, sonidos y que se vayan examinando las texturas, son ideales para “desarrollar lo sensorial de los más pequeños”, comenta Montserrat. Luego regalar libros más interactivos, donde se van introduciendo un párrafo por página preguntando al niño que explique la imagen, los colores que se encuentran ahí o los animales es un “gran ejercicio para la memoria”, garantiza la experta.

Sin embargo, hay una edad “en la que es súper complicada y que los niños no les gusta leer, porque ya se dan cuenta que es una obligación como pasa en el colegio”, declara Sepúlveda. Según la experta, los niños que tienen entre ocho y trece años de edad “les aborrece leer” ya que se encuentran en una etapa de “transición” en la que “ya no son niños y tampoco son grandes” por lo que hay que dejar a un lado los libros infantiles, y regalar libros que “tengan que ver con sus gustos como el fútbol, música, robótica, que los ayude a descubrir estas aéreas que le llaman la atención y a la vez estudiarlas a fondo”, advierte.

Acostumbrar a los niños a los libros desde muy pequeños, variando entre los libros típicos tradicionales y los interactivos, y que los padres sean participe de su lectura, ayuda a que “disfruten y se vayan familiarizando con los libros”, concluye la Psicopedagoga.

Si quieres conocer más sobre esto ingresa: http://www.adimark.cl/estudios/documentos/estudio%20gfk%20global_lectoria%20de%20libros.pdf