Así de categórico es el jefe de la carrera de Pedagogía en Educación Física de la UST. Pero junto con este lapidario diagnóstico, reconoce que esta prueba es una forma de justificar los gastos en que se incurrirá para implementar un mayor número de horas en la asignatura de Educación Física.

Nos acercamos al Instituto de Ciencias del Deporte de la Universidad Santo Tomás (Centro de Entrenamiento Olímpico) en Ñuñoa, para averiguar qué piensa el jefe de Pedagogía en Educación Física de esa casa de estudios, Marcelo Zúniga, sobre el nuevo Simce en Educación Física que se aplicará a más de 16 mil alumnos de Octavo Básico en octubre.

Le preguntamos qué ventajas tendrá contar con esta medición y su respuesta fue inmediata: ‘Por lo menos ahora se habla de Educación Física, es un asunto que está en el tapete’.

-¿Los resultados que arroje esta prueba serán valiosos?
– En cuanto a los resultados no hay que ser muy inteligente para saber que serán malos. El Ministerio de Salud tiene indicadores que señalan que el 90% de la población es sedentaria y el 20% de los niños de Cuarto Básico tienen algún problema de obesidad. Hay datos que están a la mano y, por ende, lo más probable es que los resultados sean muy malos.

Por otra parte, esta prueba es una forma de justificar los gastos de aumento de horas en Educación Física. Ese proyecto tiene necesariamente que contar con recursos para poder implementarse, porque estamos hablando de duplicar las horas de Educación Física; en los colegios municipales, de dos pasan a cuatro. Eso implica gasto. Entonces, ante la opinión pública el aumento de gasto por el aumento de horas en Educación Física va a estar totalmente justificado. Eso es positivo, porque en el caso de nosotros que somos profesores formadores, se va a ampliar el campo de trabajo de nuestros alumnos, de los futuros egresados. Eso es bueno.

-Pero, ¿la información que el gobierno recabará con el Simce de Educación Física servirá para adoptar alguna política útil?
– Servirá, en el sentido que obligará a hacer políticas orientadas a la Educación Física. Ahora, si uno va al fondo del problema tampoco ayuda, porque lo que indica la Corporación Mundial de la Salud es que una persona para superar los problemas de sedentarismo y obesidad tiene que hacer al menos tres veces a la semana actividad física en intensidad moderada. Entonces, tampoco serviría. Va a ser una política pública a medias.

Lo que el profesor de Educación Física sí debe lograr hacer es motivar a los alumnos para que hagan deporte por su cuenta en su tiempo libre.

– Usted señaló en una carta a La Tercera que ‘cuando se quiera diseñar un auténtico Simce para Educación Física, sugerimos pedir la opinión a las escuelas formadoras. De otra manera, se destinarán recursos, tiempo y, sobre todo, se someterá a los alumnos, a una prueba que no reflejará los reales niveles de aprendizaje que debería enseñar nuestra disciplina’. ¿Qué es necesario para diseñar un auténtico Simce para Educación Física?
– Partiendo de la base de que las pruebas que están planteadas hasta ahora son las más fáciles de aplicar, porque se hacen rápido y en poco espacio, hay que ver que si se quiere medir la ‘calidad de la educación’. En ese caso, hay que evaluar el proceso terminal de Octavo Básico: seleccionar cuáles serían los ejes de los contenidos más relevantes de Quinto, Sexto, Séptimo y Octavo, para poder evaluar.