La Fundación para la Educación, el Desarrollo y la Cultura Regional FUNDAR Región acaba de publicar el libro ‘Emprendedores en el Aula’, de la educadora Silvia del Solar, experta de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación.

Esta publicación nació de la inquietud no sólo de contar con una metodología pertinente respecto del fomento del espíritu emprendedor en los jóvenes, sino que además, de la necesidad de contar con una base que permita al ‘docente- facilitador’ introducir el emprendimiento dentro de su malla curricular de enseñanza aprendizaje. Hoy esta metodología desarrollada por FUNDAR Región es aplicada por ENDEAVOR como experiencia piloto en un liceo de la ciudad de Puerto Montt.

Cómo nació esta publicación

Carlos Muñoz, economista y presidente de Fundar Región, explica que durante dos años FUNDAR Región, desde Marzo de 2008 hasta este año en que terminaron el programa,con 1.000 jóvenes de 31 liceos distribuidos en 19 comunas de las provincias de Cachapoal y Colchagua, desde Lolol a Mostazal, pasando por Santa Cruz, San Fernando, Rancagua y otras localidades de la Región de O’Higgins en Chile. ‘Nuestro recorrido hasta aquí, se ha orientado a fomentar actitudes y competencias de emprendimiento para la vida, relevando la confianza en sí mismo, la responsabilidad, la perseverancia, el respeto, la motivación, la autoestima, el optimismo, la creatividad, la planificación, el autocontrol; entre otras habilidades y disposiciones; así también, nos hemos orientado a potenciar y fortalecer la iniciativa y la capacidad de actuar en vistas a concretar los sueños; todos ellos, aspectos fundamentales a la hora de emprender’. trabajó

Justamente, por la experiencia mencionada, agrega Carlos Muñoz, ‘nos hemos podido dar cuenta de la existencia de un vacío en la formación para emprendedores, en especial en relación al docente en el aula y cuya mediación resulta clave para la tarea de fomentar y facilitar la enseñanza del Emprendimiento. Fue así que nos preguntamos cuáles son los modelos más asertivos para adentrarnos en un Proceso de Formación de Emprendedores, principalmente en sectores juveniles, cuyos entornos parecieran no ofrecer más que horizontes clausurados por un determinismo social cuya lente resulta absolutamente insuficiente para dar cuenta de la complejidad humana’.

La respuesta a esa pregunta se realizó convocando a una veintena de especialistas, entre psicólogos, educadores, antropólogas, sociólogas y economistas, quienes elaboraron un manual piloto de formación de emprendedores para ser aplicado en las aulas. ‘Luego de ese diseño metodológico, se capacitó a psicólogas y asistentes sociales de las propias comunas de la Región de O’Higgins que participaron de la iniciativa para que pudieran aplicarlo entre los alumnos y traspasarlo a los profesores de los Liceos. Con ellos, probamos cada una de las sesiones psicosociales durante un año, con clases dos veces por semana, validando los temas más atingentes así como el modelo técnico’, explica Carlos Muñoz.

Fue este primer manual piloto, el que constituyó el modelo psicosocial sobre el cual se trabajó posteriormente para mejorar y dar forma a una propuesta educativa integral para formar emprendedores. ‘Fuimos descubriendo que no bastaba desarrollar un manual de actividades a repetir por el profesor en el aula; precisábamos una propuesta que se aproximara a la indispensable resignificación del rol docente, desde aquellas miradas que se esfuerzan por partir de un equilibrado balance entre teoría y praxis… Este libro escrito por Silvia del Solar y su equipo llega para invitarnos a mirar con mayor profundidad y amplitud el Proceso de Formación de Emprendedores, alentando el perfil de un docente- facilitador que indaga en sus propios procesos de emprendimiento -como un quehacer insoslayable de su propio proyecto vital- para lograr, a partir de allí, una vez provisto de fundamentos teóricos y prácticos, sentirse partícipe de los esfuerzos por promover y facilitar nuevas prácticas educativas… Dedicamos este libro con especial interés a los jóvenes insertos en entornos de alta vulnerabilidad social, donde nuestro quehacer -sin duda- resulta de mayor urgencia, relevando que no lo hacemos desde una visión asistencialista’.

Esta obra fue posible gracias al Fondo Multilateral de Inversiones FOMIN del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y al Fondo de Cooperación Chile-Suecia.