El reconocido experto  de Harvard y creador del método Collaborative Language and Literacy Instruction Project (CLLIP), Dan Pallante, profundizó sobre la importancia de la Lectoescritura, el rol de los padres y profesores, y el éxito de su programa en nuestro país.

Por Marcela Paz Muñoz Illanes

Antes que nada, dejó en claro que “la lectura y escritura forman parte de la columna vertebral de todos los conocimientos que el alumno va adquiriendo. Para todas las asignaturas necesitas dominarlas”. Si el estudiante no logra manejar esas habilidades, difícilmente podrá insertarse de lleno en los futuros aprendizajes.

A su juicio, por este motivo, el trabajo que realizan los profesores es clave. A través del programa CLLIP -que lleva cuatro años implementándose en nuestro país- los docentes son llamados a repensar la forma cómo se les debe enseñar a los alumnos a leer y a escribir. “Se trata de un trabajo duro, ya que están obligados a capacitarse en el tema cuatro veces en el año”. “Ellos -dijo- realizan un esfuerzo diario que debiera inspirar a muchos otros. Ojalá pudiese darse cierta “magia” que logre motivar a sus alumnos y en definitiva a toda la comunidad educativa”.

Hallazgos en Lectoescritura

A través de todos estos años CLLIP ha realizado estudios sobre el efecto de ciertos “predictores en habilidades de Lectoescritura, desde los primeros cursos”. Uno de ellos, por ejemplo, se refiere al nombre de las letras que, asociado al sonido, le permiten al alumno alcanzar mejores niveles de lectura y escritura en los cursos venideros.

La ventaja, cuenta el experto, es que al aplicar esos predictores y hallazgos, el alumno logra aprender a leer y escribir en forma mucho más rápida. Y la gracia, dijo, es que existen estudios (Reading and Writing: An Interdisciplinary Journal: Predictors of reading skills for kindergartners and first grade students in Spanish: a longitudinal study (Kim and Pallante, 2011) científicos que prueban la veracidad de esas afirmaciones.

Otro de los predictores se refiere al vocabulario. Según Dan Pallante, si se refuerza el vocabulario a los alumnos de primero básico, esas habilidades se reflejan notoriamente al ingresar a segundo año básico. “De hecho, el número de palabras de vocabulario de los niños que participan del programa CLLlP tiende a crecer a un nivel más rápido que el de los alumnos que no forman parte de él”.

El rol de los padres

Según Dan Pallante, la mayoría de los padres quieren participar activamente en la educación de sus hijos, pero muchos de ellos, sin embargo, no saben o no encuentran la manera de hacerlo. “La mayoría de los papás que asiste a las clases, y observan lo que estamos haciendo con sus hijos, se involucran activamente. Nosotros contamos con programas especiales que fomentan su colaboración y buscamos replicar lo que estamos realizando afuera, aquí también en Chile”.

Parte de ese trabajo se refiere, fundamentalmente, a que toda la comunidad educativa comprenda el fuerte vínculo entre la lectura y la escritura. “Ya no van por carriles separados, porque existe una estrecha conexión entre ambas. Eso es lo que buscamos enseñar a los alumnos a partir de los niveles iniciales”.

Se trata de incluir a todos los profesores, asegura el experto, porque la lectura es una habilidad transversal a todas las asignaturas. “Cuando un alumno, por ejemplo, se enfrenta a un problema matemático debe leer y comprender lo que le están pidiendo. Pero además, debe pensar cuál de todas las operaciones debe realizar para resolver ese ejercicio en particular”.

Por último, terminó Dan Pallante, “el programa CLLIP permite trabajar con niños en sectores y condiciones más precarias. De hecho, Chile es también un ejemplo de aquello, con un establecimiento de la Sociedad Protectora de la Infancia donde hemos funcionado muy bien”.