Entre septiembre de 2012 y agosto de 2013 la Superintendencia de Educación ha realizado 29.069 fiscalizaciones y cursado seis mil 322 sanciones. Solamente 1.600 colegios se “sacaron un siete” y no tuvieron ninguna observación en las visitas. El Superintendente de Educación, Manuel Casanueva, explica los objetivos de estas supervisiones y detalla los mayores problemas detectados.

Por Marcela Paz Muñoz Illanes

¿Cómo evitar el estrés que ocurre cada vez que llega un inspector de la Superintendencia?

Si los establecimientos cumplen con la normativa, su visita no tendría por qué generar estrés, ya que nuestro objetivo no es sancionar ni cerrar colegios. Sí es contribuir a que las instituciones cuenten con los elementos necesarios para entregar una educación de calidad. Sabemos que no da lo mismo estudiar en un colegio que cuenta, entre otras cosas con salas sin vidrios rotos, baños y cocinas impecables, profesores idóneos y una infraestructura segura.

¿Qué garantían tienen quienes son visitados por personal de la Superintendencia?

Para cumplir con esta tarea, en nuestra Carta de Derechos y Deberes hay una serie de garantías. En ella se establece, entre otras consideraciones, que el sostenedor y el director tienen derecho a un trato respetuoso, a ser informados sobre los objetivos y materias a fiscalizar. A ser escuchados y orientados en los temas referidos a la normativa educacional, a exigir conocer el resultado de la fiscalización, a ser notificados de las infracciones encontradas y de los procedimientos a seguir, a adjuntar información y hacer observaciones en el acta de fiscalización sobre los temas tratados en la visita y a realizar una denuncia formal ante la autoridad regional por alguna acción que contravenga los cánones de respeto y probidad.

¿Cómo ha sido el trabajo de la Superintendencia respecto de las visitas a los establecimientos?

La evaluación es altamente positiva. No solo por el rol que hemos cumplido como Superintendencia para contribuir a una educación de calidad para todos, sino por la decisión de los colegios de cumplir con la normativa. La mayoría de los establecimientos está haciendo las cosas bien o está aplicando las medidas correctivas. Y nosotros los estamos acompañando en ese proceso a través de capacitaciones y de un apoyo constante en la resolución de dudas e inquietudes por parte de nuestras divisiones de Fiscalización, Denuncias y Jurídica.

¿Dónde están los mayores problemas?

Los mayores problemas obedecen a no utilizar algunas subvenciones específicas en el propósito definido por ley para ellas, problemas en los registros de asistencia, deficiencias en infraestructura, baños insalubres o en mal estado, carencia de elementos mínimos de seguridad, falta de un plan de gestión para la convivencia escolar, no pagos de remuneraciones, cotizaciones previsionales y de salud o falta del permiso del servicio de salud correspondiente para entregar alimentación.

Para orientar, ¿en qué se deben fijar los establecimientos?

Cada establecimiento debe observar que su documentación y las áreas que sean fiscalizadas por la Superintendencia de Educación se encuentren bajo los parámetros establecidos por la ley. Es decir, que los libros de clases, reglamentos, información laboral y previsional, infraestructura y seguridad, entre otros, cumplan con la normativa.

Para facilitar esta tarea nosotros hemos publicado todas nuestras circulares y oficios en la sección “documentos” de nuestra página web www.supereduc.cl, donde explicamos paso a paso cada una de estas materias. Así hemos logrado importantes avances, tanto que acabamos de premiar a 1.600 colegios que no tuvieron ninguna observación en las visitas de fiscalización desde que se inició la Superintendencia el año pasado. Esperamos, por el bien de los alumnos de Chile, que el próximo año sean muchos más los establecimientos que sean reconocidos con cero faltas.