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Regístrate y accede a la revistaNuevamente una prestigiosa casa de estudios cuestiona el horario en que los niños entran a clases. No solo con la intención de generar mejores resultados académicos, sino que también los alumnos gocen de mejor salud.
Cristina Brzovic es psicopedagoga y trabaja con los cursos más chicos de un colegio Schoenstatt en Lo Barnechea. Ella, junto a las demás educadoras de este ciclo, son quienes más notan los perjuicios que conlleva comenzar las clases tan temprano, a eso de las ocho y media de la mañana.
La misma clase de inconvenientes que, en base a datos entregados por 2.049 alumnos ingleses, arrojó un último estudio realizado por la Universidad de Harvard y la Open University: los niños que entran a clases a las 8:30 horas presentan más enfermedades y un menor rendimiento que aquellos que ingresan al colegio alrededor de las diez de la mañana.
“Estoy totalmente de acuerdo con que los alumnos entren más tarde a clases, ya que esto hace que descansen mejor y estén más alerta a nuestros estímulos, mejorando su capacidad de comprensión, así como también sus niveles de atención frente a las actividades escolares”, dice Cristina.
Cómo empezar a implementarlo
No es la primera vez que una institución de alto prestigio propone atrasar la hora de entrada a clases de los alumnos. En este caso, la Universidad de Harvard junto a la Open University invitan a los establecimientos educacionales a dar el paso con el fin de, no solo generar mejores resultados académicos, sino que también los niños gocen de mejor salud.
Para Cristina, el hecho que los colegios permitan que sus alumnos ingresen a clases a las diez de la mañana, apalanca un gran impacto a nivel de desempeño escolar. Por esto, recomienda que el cambio se haga de manera gradual, para así ayudar a los padres y apoderados a adaptarse a esta nueva realidad.
“Si nos organizamos bien, se podría implementar una prueba piloto para que nuestros alumnos tengan una nueva entrada a las 9 horas y luego, en el segundo semestre, aumentar la hora de llegada a las diez, entregándoles soluciones a los padres de forma paralela, para que no se convierta en un problema el tener que llevar a los niños al colegio más tarde, porque esto no siempre coincidiría con sus horarios laborales”, sugiere Cristina.
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